Políticos, en capilla
Ramón Zurita Sahagún miércoles 6, Jul 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cuando menos cinco políticos que han ejercido una administración estatal de 12 meses a la fecha, se encuentran en la mira de sus sucesores, por lo que podrían terminar en prisión.
Claro que del dicho al hecho, hay mucho trecho y los gobernantes prometedores podrían no cumplir con las expectativas provocadas.
La apuesta que ronda los medios políticos y públicos es cuál de esos gobernadores será el primero en caer y en consecuencia los nuevos gobernantes cumplirían una de sus promesas de campaña, tal vez, la más importante que motivó el respaldo ciudadano.
Los cinco estados en los que han gobernado estos personajes fueron parte de la alternancia de siglas producida por el voto entre 2015 y 2016.
Nuevo León, Sonora (2015) y Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz (2016), movieron la conciencia de los electores, bajo el esquema de actuar contra la mala gestión de esos gobernantes.
Claro que estas entidades no son las únicas que tienen frente a sí el problema de endeudamiento, abuso de poder y enriquecimiento ilícito de los gobernantes y sus derivados, pero sí donde las arcas fueron saqueadas en detrimento de una población que vivió un sexenio de estancamiento.
La obra pública fue pobre y los problemas, principalmente de violencia e inseguridad afectaron terriblemente a la población, ante la apatía de sus autoridades.
Claudia Pavlovich Arellano (Sonora), Jaime Rodríguez Calderón (Nuevo León), Javier Corral Jurado (Chihuahua), Carlos Joaquín González (Quintana Roo) y Miguel Ángel Yunes Linares (Veracruz), son los nuevos gobernadores que se comprometieron en campaña a pasarle factura sus antecesores.
Guillermo Padrés Elías (Sonora) y Rodrigo Medina de la Cruz (Nuevo León), son los ex gobernadores panista y priísta, respectivamente que son perseguidos, presuntamente por sus sucesores; mientras que César Duarte (Chihuahua) y Javier Duarte (Veracruz) tienen la promesa de que los nuevos gobernantes harán todo lo posible y hasta lo imposible por llevarlos a prisión.
El encono que sienten unos hacia los otros es grande, aunque el mayor es el de los panistas Javier Corral y Miguel Ángel Yunes en contra de los priístas César y Javier Duarte, catalogados como de la destrucción y del enriquecimiento, según acusan.
Claudia Pavlovich y Jaime Rodríguez, ya iniciaron el proceso de persecución e investigación en contra de sus antecesores, aunque con magros resultados, ya que no han podido comprobar nada en contra de Padrés Elías y Medina de la Cruz.
Es cierto que se actuó en contra de familiares de Padrés y colaboradores de bajo nivel de Medina, pero no es lo que la ciudadanía espera.
Se considera que la acción en contra de los tres gobernadores todavía en funciones será más enérgica, porque el encono es mayor.
Corral y Duarte se enfrentaron en una guerra de declaraciones y acusaciones al por mayor, donde se ventiló la supuesta participación accionaria del gobernador César Duarte en un banco local, lo que fue negado por el mandatario.
Duarte respondió dando a conocer las detenciones de dos hermanos del entonces senador por vínculos con la delincuencia organizada en negocios de narcotráfico, lo que reconoció el propio Javier Corral.
En la campaña electoral, el ahora gobernador electo se comprometió a actuar en contra del gobernante y revisar toda su gestión para confirmar los ilícitos cometidos en su administración.
Corral fue objeto de una campaña de descalificación, para evitar venciera al “delfín” del gobernador, el priísta Enrique Serrano, de quien se esperaba mejores resultados.
Miguel Ángel Yunes prometió y continúa afirmando que Javier Duarte terminará en la cárcel, promesa que se extiende por todo el tiempo que le queda de gobernante.
Yunes Linares mantiene el pleito con Duarte como personal, ya que lo trasladó como herencia de Fidel Herrera Beltrán, el mentor de Javier Duarte y enemigo político número uno de Miguel Ángel.
El gobernador electo de Veracruz sabe la forma de operar ese tipo de situaciones como pueden dar cuenta Dante Delgado, ex gobernador interino de Veracruz y el propio César del Ángel, líder del Movimiento de Los 400 Pueblos, grupo que hace poco tuvo el primer roce con su futuro gobernador.
Carlos Joaquín González es el tercer gobernador electo que amagó con actuar contra el actual mandatario estatal, Roberto Borge, aunque su encono no es tan grande como el de los otros dos, si guarda resabios.