Los Calderón, a disgusto
¬ Augusto Corro viernes 24, Jun 2016Punto por punto
Augusto Corro
Al matrimonio Calderón no le gustó que en la última encuesta sobre preferencias electorales el líder panista, Ricardo Anaya, apareciera en primer lugar.
Como se sabe, en algunos partidos políticos las precampañas para llegar a Los Pinos están en todo su apogeo.
En este renglón se encuentra Margarita Zavala, la esposa del ex presidente Felipe Calderón, quien está aferrada a recuperar el poder, con su partido (Acción Nacional) o como candidata independiente.
Antes de los comicios del 5 de junio, la ex primera dama encabezaba a los panistas mejor posicionados con interés de ganar la candidatura.
Sin embargo, a principios de semana, se conocieron los resultados de la citada encuesta que no agradó a los Calderón, pues los porcentajes fueron los siguientes: Ricardo Anaya, 44%; Margarita Zavala, 41% y Rafael Moreno Valle, 15%.
Al conocerse la información que Anaya es el favorito, el ex presidente Calderón se inconformó inmediatamente y la descalificó. En su cuenta de Twitter protestó con dos mensajes:
El primero: “El padrón (electoral) del PAN se niega a militantes, pero se facilita a encuestadores a conveniencia. ¿Cómo saber si no se pasa un listado sesgado?”.
El segundo: “Padrón del PAN dejó ser confiable. Por eso todos los candidatos fueron designados. Manipulado por grupos, lleva años cerrado a ciudadanos”.
Se ve pues que al expresidente le dolió el primer golpe directo que recibió Margarita en su precampaña electoral que parecía no tener un contrincante fuerte que le obstaculizara el camino.
Los triunfos de Anaya, al arrebatarle al Partido Revolucionario Institucional (PRI) siete gubernaturas, lo colocan como un aspirante natural a la candidatura presidencial.
Claro, éste es el principio de una lucha que amenaza con un mayor divisionismo en el PAN, debido al espíritu ambicioso e insaciable del expresidente Calderón, que ya se olvidó de su guerra fallida contra la delincuencia organizada; pero quiere recuperar el poder con Margarita Zavala a la cabeza.
LOS PERIODISTAS ASESINADOS
En su oportunidad, le informamos que perecieron dos periodistas en los actos violentos registrados en Juchitán, Oaxaca, el domingo pasado.
Perdieron la vida los reporteros Elidio Ramos Zárate y Raúl Cano López al ser baleados por desconocidos que viajaban en moto, cuando cubrían un bloqueo carretero. El primero murió en el lugar de los hechos, y el segundo en el hospital.
Traemos el tema a colación porque la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó las agresiones a los periodistas y exigió que se esclarezca lo ocurrido.
Se agradece el pronunciamiento de la CNDH, cuyo titular es Luis Raúl González Pérez, pero consideramos que no sirve de nada. La condena de este organismo quizás funcione en otros países, en México no. Por una sencilla razón, los derechos humanos nadie los respeta.
Decenas de periodistas fueron ultimados en los últimos diez años y los asesinos siguen libres. Nada detiene ni intimida a aquellos que atacan a los comunicadores que son presa fácil, pues lo único que tienen para defenderse es su pluma.
Lo que ocurrió en Juchitán se incluye en la ola de violencia que azota a Oaxaca, donde el domingo pasado fueron asesinados ocho personas en el marco represivo contra los maestros disidentes por parte de la Policía Federal y Estatal.
En el istmo oaxaqueño los enfrentamientos fueron violentos y el peligro estaba presente para los periodistas. Sin embargo, las muertes de Elidio y Raúl no fueron accidentales. Testigos de los hechos declararon que dos sujetos fueron directamente a matar a los comunicadores.
¿Quiénes son los asesinos? ¿Se trataba de echarle más gasolina al fuego? Realmente, lo que sucedió quedará en la impunidad total. Ya estamos acostumbrados a que los asesinatos de los periodistas nunca son investigados y que las condenas de la CNDH se las lleva el viento.
CINCO MESES MÁS CON GABINO
Tras la represión contra maestros disidentes en Nochixtlán, Oaxaca, en la que perdieron la vida ocho personas, se exigió la renuncia de Gabino Cué, el inepto gobernador que desde su llegada al poder, los oaxaqueños no viven en paz.
El clamor de echar del gobierno a Gabino llegó tarde. Sólo le faltan cinco meses en el poder y ya dijo que no está dispuesto a abandonar el cargo, porque para eso fue electo democráticamente.
Montado en el cinismo, el gobernador sigue la ruta de sus antecesores en el gobierno, que destacaron por el saqueo al tesoro público, para enriquecerse escandalosamente, sin rubor alguno.
Por cierto, Gabino Cué ni siquiera será llevado a juicio político, a pesar del cúmulo de errores que cometió y que tienen a Oaxaca en condiciones deplorables social, política y económicamente.
Feliz fin de semana.