Pablo Alborán hace del Auditorio un “Terral” de amor
Espectáculos viernes 24, Jun 2016- El cantante emocionó, enamoró y sin duda se quedó en los corazones de sus fans con tremendo show
Arturo Arellano
Una noche mágica y absolutamente romántica se vivió en el Auditorio Nacional con la presencia del joven cantautor Pablo Alborán, quien pasó por este escenario como parte de su gira “Terral”, llenando el espacio de música cargada de amor, desamor y por supuesto magia que sólo se consigue con notas y en este caso con la presencia vocal e interpretativa del cantante, quien además no perdió la oportunidad de coquetear con las mexicanas.
El concierto empezó pocos minutos después de la hora marcada en el boletaje las 20:30 horas, bastante puntual a diferencia de otros artistas, no había nada más que esperar, pues el recinto estaba lleno hasta la última butaca y los gritos ensordecedores de la multitud no permitían mayor demora, fue entonces que el cantautor apareció en el escenario, no sin que antes lo hicieran los músicos con las primeras notas de “Está permitido”.
Sin duda, las casi 10 mil almas presentes sabían de lo que se trataba y su energía se hacía sentir en cada segundo. Alborán luciendo sencillo, con jeans y camiseta sonrió y dijo: “Gracias por creer en mi música, por creer en mí, por hacer posible todo lo que está pasando. Esta noche vamos a olvidarlo todo y a detener el tiempo”, para comenzar a cantar al unísono con sus seguidores.
Siguió con “La escalera”, “Pasos de cero” y “Ecos”, temas en un tono romántico, envolvente, justo para poner a la gente en un estado de pasión pero inspirada por el amor y las notas en sincronía con sus sentimientos, los sentimientos del mismo Alborán que se miraba bastante emocionado, ¿y cómo no iba a serlo? Si un Auditorio Nacional repleto estaba cantando cada una de sus canciones haciéndolo cimbrar.
Es bien sabido que artistas completos y exitosos existen muy pocos en la industria, pero Alborán es uno de ellos, y lo demostró poniéndose no sólo detrás de la guitarra en repetidas ocasiones, sino del piano y hasta de las mismas percusiones a las cuales hizo sonar como todo un experto en el tema, continuó con “Recuérdame”, “Quimera”, “Un buen amor”, “Desencuentro” y “Palmeras en la nieve”, esta última que dedicó a su familia y a las personas que están en la lucha de alcanzar sus sueños. “La siguiente canción es para todas las personas que están buscando y buscando quién les abra la puerta, aguante a nuestra familia y costumbres. También se la dedico a mis padres, quienes están aquí. Gracias por estar aquí conmigo, por acompañarme todo este tiempo”.
Para este punto Alborán ya tenía a la gente absolutamente en el bolsillo, al menos toda la parte de abajo del inmueble fuera de sus butacas, de pie, gritando, bailando y por supuesto siguiendo los versos de cada canción como bien dicen ‘a todo pulmón’, como en “Quien”, “Miedo”, “Beso”, “Perdóname”, “Te he echado de menos” y una que creó un ambiente de nostalgia y hasta tristeza en el recinto “Se puede amar”, la cual dedicó a todas las víctimas de la tragedia ocurrida en un bar de Orlando, donde fallecieron 50 personas.
Las siguientes en el repertorio fueron “Dónde está el amor” y “Tanto”, la segunda que representó uno de los momentos más emocionantes de la velada con la presencia de un invitado de superlujo, el mexicano Carlos Rivera con quien cantó a dueto. A esto le siguieron “Éxtasis”, “Volver a empezar”, “Solamente tú” y “Un viejo amor” esta última de Ana Gabriel y en la que aprovechó para portar una bandera mexicana en los hombros, siendo también la recta final del show se hincó y besó el escenario de este recinto soñado por todos los artistas. El espectáculo terminó con “Por fin”, “Despídete” y una de las más esperadas de la noche “Vívela”.