3 de 3 y el 7-0
¬ Salvador Estrada martes 21, Jun 2016Folclor urbano
Salvador Estrada
Los habitantes de esta gran Ciudad de México (CDMX), están confundidos con el desfile de números que se ve en estos días: con la famosa ley anticorrupción que se quiere aplicar al gusto de los legisladores con el nombre de 3 de 3 y con el cero siete y el siete cero.
Ya se había señalado en este espacio que los legisladores no atentarían contra ellos mismos al aprobar una ley que pondría al descubierto su conflicto de intereses, su patrimonio y su cumplimiento con el pago de impuestos. Y entonces, aprobaron la ley “para que se hiciera la voluntad de Dios en el buey de mi compadre”, y fue así como los empresarios tendrán la obligación de dar a conocer su 3 de 3. Los políticos harán su declaración, pero no la harán pública. O sea, que la transparencia no existe para ellos.
Aunque la ley es 3 de 3, la corrupción es de 2, entre empresarios y el gobierno, federal, estatal y municipal. En las grandes obras, que tienen costos de millones de pesos, es donde se da más fácilmente la corrupción, por “los moches” y los porcentajes por otorgar el contrato.
Pero esta ley está en veremos, porque los empresarios ya también “aprendieron a protestar” en el monumento a la Independencia, pero eso sí, “no marcharon” Hicieron una protesta “light”. No de ruido y griterío como la de los maestros. ¡Dios nos libre!
Y mientras los ciudadanos repasan el cero siete y el siete cero. El cero cero siete es el permiso que le dio la reina de Inglaterra al espía internacional James Bond para cumplir con su deber. Es una novela de espías llevada al cine que divierte y emociona con tantas bellas que acompañan a Bond .Y el siete cero es la vergüenza y la humillación del Tri. Es la primera vez que golean a la selección con un marcador tan abultado, siempre hay una primera vez. Y con esa derrota la afición se derrumbó, se calló, se entristeció y muchos hasta salieron del estadio llorando su desilusión.
Los aficionados al futbol, emocionados porque el Tri llevaba 19 partidos sin perder, se dio de topes cuando la escuadra mexicana perdió con Chile. Nadie lo creía ¡siete!, no es posible. Sí ¡siete-cero! Y los fanáticos que son albureros se quedaron plasmados ¡Chile nos metió siete!
Y gracias al futbol, los ciudadanos aprendieron que no es verdad que la alteración de los factores no altera el producto ¡Si los altera! No es igual el ¡cero siete que el siete cero!
Bueno, el siete es un número mágico y significa el fin de una era. El colombiano Osorio se tendrá que ir. Un entrenador mexicano vendrá en su lugar. Y los jugadores del Tri aprenderán a ser humildes y a correr más veloces y a no sentirse “las grandes figuras del mundo” y, sobre todo, a jugar, con pasión, con entrega, jugándose el físico en cada partido y de esa manera los aficionados se olvidarán de esa vergüenza y esperarán que jueguen bien en la copa del mundo. Los mexicanos del otro lado son nobles y perdonarán. Y los fanáticos del futbol en la CDMX “jugarán con el albur de su derrota”.