Basave no pudo con “Los Chuchos”
¬ Augusto Corro martes 21, Jun 2016Punto por punto
Augusto Corro
Una renuncia anunciada fue la de Agustín Basave, el iluso perredista que intentó revivir al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En este espacio vaticinamos que tarde o temprano el líder tendría una estancia corta en esa institución política.
No fue difícil adivinarlo. Bastaba con analizar superficialmente el terreno que pisaba Basave. A pesar que ya conocía que era más que imposible dialogar con las tribus perredistas, “que se manejan como partidos políticos”, el líder se dejó llevar por el canto de las sirenas.
Basave pensó que con el poder en las manos ya podría hacer lo que se le ocurriera con el partido; pero los dueños, “Los Chuchos” no lo dejaron.
A los dueños del PRD, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, no les gustó que el líder se aliara con Acción Nacional para derrotar al PRI.
¿Cómo era posible que esto ocurriera si la cúpula amarilla tiene excelentes relaciones con el gobierno federal priísta? ¿Cómo traicionar a los amigos?
Pues Basave se enfrentó a Jesús Ortega y decidió la alianza de su partido con los blanquiazules para las elecciones en Veracruz, Quintana Roo y Durango. La coalición ganó en las tres entidades. Sólo que los candidatos triunfadores fueron panistas. Los amarillos únicamente se lucieron como damas de compañía.
En general, al PRD le fue muy mal en las demás entidades donde hubo elecciones para cambio de gobernador. En algunas entidades perdieron su registro.
En la Ciudad de México tampoco pudieron vencer al partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en la jornada electoral de representantes para la Asamblea Constituyente.
LA REALIDAD INTERNA
Basave alcanzó a confirmar que el PRD es ingobernable. Esto no es nuevo. Los partidos de izquierda tienen esa herencia: nunca se ponen de acuerdo. Nadie logra superar las luchas internas.
El partido del sol azteca, que nació con la idea de enfrentar al antiguo PRI empezó a vivir un intenso divisionismo. Los pleitos tuvieron su eje central en Jesús Ortega, un mercenario de la política, que lo único que le importa es manejar al PRD como una empresa privada.
Si el “Chucho” mayor tiene el dominio de esa organización política, poco le preocupa que pierda o gane elecciones. Mientras el partido sea un negocio, Jesús Ortega encontrará la manera de mantenerse al frente de los perredistas.
Nada le importa que el PRD se encuentre sin recursos económicos, en número rojos. “El Chucho Mayor” ya sabrá manejar la situación. El problema lo representan las finanzas del partido, no la escasez de dinero en su bolsillo. Por supuesto, no se entiende como en un país donde la democracia es de las más caras del mundo, un partido político se encuentre en la miseria. ¿Cómo creerlo? Eso sí, los jerarcas no se detienen para malgastar sus recursos económicos en la renta de helicópteros para llegar a sus actos públicos.
A PARTIR DEL 2 DE JULIO
La renuncia irrevocable de Basave empieza a correr a partir del próximo 2 de julio.
Es posible que Jesús Ortega nombre a Beatriz Mojica Morga como presidenta interina, mientras se elige al nuevo líder. O sea, que se avecinan nuevos problemas para las huestes perredistas. ¿Quién será el nuevo dirigente? ¿Será otro político sin bases que lo apoyen, como ocurrió con Basave? Los amarillos se quedaron solos. Sus líderes morales los abandonaron.
Primero se fue Andrés López Obrador y luego Cuauhtémoc Cárdenas. Dejaron al PRD en el puro cascarón.
La menos indicada para abanderar a los perredistas es Beatriz Mojica Morga, quien es una incondicional del ex gobernador Ángel Aguirre, de extracción perredista, quien renunció por el controvertido papel que desempeñó durante su administración que culminó con la tragedia en Iguala, relacionada con la desaparición de los 43 normalistas.
La presunta presidenta interina tendrá una oposición de las tribus que saben cómo actuaron sus dirigentes que ayudaron a José Luis Abarca, también amarillo, a ganar la presidencia de Iguala y desde ahí hacer negocios con la delincuencia organizada.
El alcalde Abarca se encuentra en la cárcel. De acuerdo con las investigaciones es el autor intelectual del secuestro masivo de normalistas.
¿Quién será, pues, el que intente hacer las veces de “resucitador”, o más bien, de enterrador de un partido que simboliza el divisionismo?
Tal vez no tanto como enterrador, pero sí de llevar al PRD a una condición de apéndice del PAN o del PRI, como lo hace muy bien el Partido Verde con el tricolor. Al fin que los amarillos carecen desde hace tiempo, eso que solían llamar pomposamente ideología, principios o convicciones. Basave es sin duda otra víctima más del divisionismo de la denominada izquierda a la mexicana.