Ejemplos de respeto y violencia
¬ José Antonio López Sosa miércoles 15, Jun 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Houston, Texas.- Asistimos al encuentro entre México y Venezuela en la Copa América Centenario aquí en Houston, un estadio de primera categoría con más de 60 mil espectadores fue testigo de uno de los encuentros más esperados por la afición mexicana en el sur de Texas.
Más allá de lo deportivo -cosa que no es la especialidad de esta columna-, llama la atención destacar cómo se puede convivir con respeto durante una justa deportiva, también cómo un estadio de estas dimensiones puede tener servicios eficientes para el público asistente, desde los que pagaron 40 dólares hasta arriba hasta los que compraron boletos de 400 dólares hasta abajo casi a nivel de cancha.
El estadio NRG (antes Reliant) tiene servicios básicos con limpieza que en estadios mexicanos es complicado encontrar: baños.
Pareciera algo secundario pero contar con servicios sanitarios de alta eficiencia y limpieza para nuestros estándares pareciera imposible en un estadio de fútbol, aquí se tienen con todo y que más de 60 mil personas los usen en un lapso de dos horas.
La gente dentro del estadio se comportó de forma bastante decente, a pesar de haber una mayoría notable de aficionados mexicanos y una minoría venezolana no hubo insultos notables ni violencia en las tribunas como de pronto es de esperarse en nuestros países latinoamericanos.
No pretendo decir con esto que la sociedad estadounidense sea idea para una justa deportiva, simplemente que aficionados mexicanos y venezolanos pueden ser civilizados fuera de sus fronteras y convivir de forma sana en un encuentro deportivo.
La organización a nivel logístico fue impecable antes y durante el encuentro, lamentablemente al finalizar el partido, un grupo de mexicanos y venezolanos comenzaron un altercado en las rampas, un joven quedó inconsciente de un golpe, la policía y seguridad del estadio tardaron en llegar más de cinco minutos.
Inadaptados que buscan la violencia en la masa los hay en todos lados y los cuerpos de seguridad tienen que ser más estrictos, no en la revisión en las entradas sino en la forma en que reaccionan ante estos hechos, para luego castigarlos con todo el rigor de la ley, será la única forma que no sucedan más.
¿MINORÍAS?
El día que se deje de tratar a la comunidad LBGTT como minoría, en este país y en el nuestro, se habrá dado un paso en la igualdad de derechos. Está de moda llamarles minorías como si por número fuesen menores, no debe confundirse la estadística con los derechos universales.
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