Conmovedora comedia que te ayuda rescatar a tu Niño perdido
* Especiales, Espectáculos martes 7, Jun 2016- La puesta en escena se presenta en el Teatro Xola, todos los lunes a las 20:30 horas, con Quecho Muñoz, Crisanta Gómez, Gerardo González, José Daniel Figueroa y Lupita Sandoval
Arturo Arellano
“Niño perdido” es una obra del dramaturgo mexicano Quecho Muñoz, quien además protagoniza la historia en el papel de “Manuel Andrés”, acompañado de un gran reparto conformado por Lupita Sandoval, Crisanta Gómez, Gerardo González y José Daniel Figueroa. La puesta en escena se presenta todos los lunes en el teatro Xola Julio Prieto, en un afán de devolverle al espectador sus ganas de vivir y reencontrarse con su niño interno, por ende también con la fe en uno mismo.
La obra se estrenó con un teatro repleto hasta la última butaca, para presenciar la historia de “Manuel Andrés”, un joven oficinista reprimido, inseguro, inconforme con su actual modo de vivir, al grado de pensar en el suicidio. Con lo que este joven no contaba es que la vida le tenía una sorpresa de una manera mágica, pues a unos pasos de tirarse a las vías del Metro, se encontró con su hada madrina encarnada por la talentosa actriz Lupita Sandoval, un hada fuera de contexto y lejos del estereotipo al que se acostumbra en los cuentos infantiles, ella es alburera, mal hablada, con aspecto de vagabundo, pero eso sí muy interesada en ayudar a su “ahijadito”, como cariñosamente lo llama.
A partir de este encuentro comienzan a suceder cosas mágicas que llevan de la risa al llanto y de esto a la reflexión, es digno de destacar las actuaciones de cada uno de los miembros del reparto, quienes además de su personaje adulto, tienen la tarea de interpretar a este mismo, pero en su etapa de infante, tiempo en el que se aclara el porqué de la personalidad de cada uno, ya sea la arrogancia y prepotencia del jefe de “Manuel Andrés”, o la indiferencia de su padre, así como el rechazo involuntario de Dany (Cristanta Gómez) ante su intento por conquistarla.
Sin duda, es una obra fresca, divertida, que hace reflexionar sobre aquel momento en que dejamos de divertirnos, cuando abandonamos nuestros sueños y adoptamos la postura impuesta de lo que se supone debe ser un adulto. Sin embargo, esta obra deja claro que ser adulto no significa dejar de ser niño y por ello enfrenta al público a una serie de situaciones que te convencen de que no hay nadie mejor capacitado para hacerte feliz que tú mismo, inspirado por el corazón y la esencia del niño que llevas dentro.
Al terminar la obra el elenco recibió un aplauso de pie de parte del respetable y Quecho Muñoz agradeció a todos los que apostaron por su proyecto, entre ellos el director Donald Bertrand, quien dijo: “cuando te ponen un texto de este tipo en tus manos es una gran responsabilidad, es como un niño al que tienes que cuidar y guiar por buen camino, aquí no fue tan difícil porque todos cooperaron e hicieron su trabajo desde el principio, es un texto que nos enseña demasiado”. Quecho agregó “ha sido mucha gente la que confió en esto y espero que el teatro este así, lleno cada lunes, que se vengan a reencontrar con su niño interno y que nunca lo dejen en el olvido”, finalizó.