Mujeres gobernantes
Ramón Zurita Sahagún lunes 30, May 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Pocas son las mujeres candidatas a gobernadoras que participan en el proceso de elección que tendrá lugar el próximo domingo 5 de junio y menor todavía el número de ellas que podrían convertirse en Ejecutivos estatales.
Cuatro de ellas alimentan todavía una esperanza de conseguirlo, aunque dos de ellas, Adriana Dávila y Lorena Cuéllar, buscan la misma gubernatura en Tlaxcala.
Las otras dos Lorena Martínez, Aguascalientes y Blanca Alcalá, Puebla, compiten en una elección sumamente cerrada, más en el caso de la primera que de la segunda.
De ganar las tres (algo que se considera sumamente difícil de lograrlo) que compiten en las tres entidades mencionadas, el número de mujeres gobernantes ascendería a cuatro, en total, una cifra distante de los 28 varones que gobiernan el resto de las entidades.
Y es que con todo y los cambios legales para otorgar una paridad de sexos o género en los principales cargos de elección popular, el de gobernador no quedó enmarcado en ese rubro, por lo que son inmensa mayoría los candidatos hombres.
Por el momento, solamente una mujer gobierna en el país, Claudia Pavlovich Arellano, Sonora, quien lo hace desde hace menos de un año, luego de que otras dos mujeres, la panista Luisa María Calderón y la priísta Ivonne Álvarez, fuesen derrotadas en Michoacán y Nuevo León, respectivamente en 2015.
Calderón y Álvarez salieron como favoritos en sus respetivos estados y al final, la primera quedó en tercer lugar y la segunda a punto estuvo de irse también al tercer sitio de las preferencias electorales.
Pero con todo y ello, la participación de las mujeres queda restringida en los principales cargos de elección popular, donde el Ejecutivo estatal o federal se encuentra en juego.
Es cierto que desde Rosario Ibarra, un importante número de mujeres han competido por la Presidencia de la República, pero casi todas ellas, con excepción de Josefina Vázquez Mota, sin posibilidades reales de ganar los comicios.
Marcela Lombardo, Cecilia Soto, Patricia Mercado y la propia Rosario Ibarra (quien compitió dos veces como candidata presidencial) no alcanzaron siquiera el tres por ciento de los sufragios totales emitidos.
Claro que compitieron cada una de ellas por partidos que, incluso, ya no existen. Marcela lo hizo por el partido que fundara su padre, Vicente Lombardo Toledano, el desparecido PPS. Cecilia por el PARM, Patricia por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina y Rosario, las dos veces, por el Revolucionario de los Trabajadores.
Los comicios de 1982, 1988, 1994, 2006 y 2012, tuvieron en competencia por la Presidencia de la República a cuando menos una mujer. En 2000, Patricia Mercado quiso serlo, sin alcanzar la nominación del partido en que militaba.
Con comicios presidenciales en dos años, se ve difícil que el país sea gobernado por una mujer, ya que de las que alzaron la mano para pasar lista de presente en sus aspiraciones presidenciales, la mayor parte de ellas se encuentra alejada de la postulación por la vía de partidos y una sola pretende convertirse en candidata independiente si su partido no la deja pasar.
La panista Margarita Zavala es la más activa del grupo de mujeres aspirantes, pero se ve difícil que pase la barrera de su partido y también la de lograr convertirse en independiente.
Ivonne Ortega es de todas las mencionadas, la más experimentada política y electoralmente, ya que ha sido desde alcaldesa, diputada local, diputada federal (dos veces), gobernadora y senadora, aunque ni siquiera es mencionada dentro del grupo de prospectos de su partido, en donde se incluyen solamente varones.
Margarita e Ivonne son las únicas que han alzado la mano para intentar capturar una candidatura presidencial.
Otras como la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz (Massieu) Salinas, son mencionadas en razón del cargo que ostentan, pero ni muestra interés en ello, ni es vista por los electores como probable.
Tradicionalmente las mujeres que forman parte de un gabinete presidencial no aspiran más allá de la titularidad de la secretaría en la que se encuentran.
Caso excepcional es el de Josefina Vázquez Mota, quien fue primero secretaria de Desarrollo Social en el sexenio de Vicente Fox Quesada y de Educación Pública en el de Felipe Calderón Hinojosa y después de una nueva incursión como diputada federal postulada candidata presidencial.
De las demás, poco o nada han sido mencionadas como posibles aspirantes presidenciales. Rosa Luz Alegría fue la primera mujer en ser parte de un gabinete presidencial, en su función de titular de la secretaría de Turismo, por la que han pasado otras mujeres como las priístas Silvia Hernández y la propia Claudia Ruiz, además de Leticia Navarro y Gloria Guevara en la etapa de los gobiernos panistas.
Sin embargo, hay un cúmulo de mujeres que no hicieron huesos viejos como secretarias de despacho y otras que pasaron sin pena ni gloria por el cargo.
María de los Ángeles Moreno y María Elena Vázquez Nava, formaron parte del gabinete de Carlos Salinas de Gortari. Norma Samaniego, Julia Carabías, Silvia Hernández y Rosario Green, estuvieron dentro del equipo de secretarios en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Vicente Fox Quesada incorporó en distintas etapas de su administración presidencial a Josefina Vázquez Mota, Ana Teresa Aranda, María Teresa Herrera Tello y Leticia Navarro Ochoa.
Felipe Calderón Hinojosa trajo a su gobierno a Patricia Espinosa, Josefina Vázquez Mota, Gloria Guevara, Rosalinda Vélez Juárez, Marisela Morales, Georgina Kessel y Beatriz Peniche, siendo el presidente con mayor número de mujeres en su gabinete.
Enrique Peña Nieto incorporó a Claudia Ruiz y Rosario Robles, como secretarias de despacho.
Con toda esa cifra de mujeres, salvo Josefina Vázquez, las demás no han sido consideradas presidenciales.