La corrupción
¬ Augusto Corro viernes 27, May 2016Punto por punto
Augusto Corro
El noventa por ciento de los mexicanos se encuentra harto de la corrupción, pues se trata de un problema grave y frecuente en el país.
El dato fue proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Correcto. Ya tengo la información ¿y?…
¿Debo brincar de gusto o entristecerme?
Todo el mundo sabe que en México la corrupción se encuentra en todos lados.
Y ese problema continuará en todos los niveles de la sociedad. La corrupción llegó hace muchísimos años y se quedó.
¿Alguien se encuentra al margen de esa ilegalidad? Es posible.
En el presente se discuten en el Congreso nuevas leyes anticorrupción, que seguramente serán más severas para castigar a los pillos que abusan del poder para enriquecerse.
Son los saqueadores sexenales del erario.
Empero, la corrupción (que va de la mano con la impunidad no se erradicará de la noche a la mañana, ni con las leyes más duras para combatirla).
Tendrá que ser una educación que empiece desde los hogares para rechazar a la corrupción como una forma de vida, como ocurre en la actualidad.
Sin recato alguno, la clase política no tiene empacho en presumir sus riquezas: colección de casas, de relojes, de arte, obtenidas por su paso en algún cargo de administración pública.
Ahí están los casos de los ex gobernadores que son propietarios de casas en el extranjero que les costaron millones de dólares.
La corrupción se extiende hasta el modesto servidor público que cobra por agilizar algún trámite administrativo, hasta aquellos diputados empeñados en las prácticas de los “moches”. Me doy por enterado de que el noventa por ciento de los mexicanos se encuentra harto de la corrupción ¿y?…
LOS EXPEDIENTES “NEGROS” (VOLUMINOSOS)
El próximo 5 de junio serán elegidos 12 nuevos gobernadores, en igual número de entidades. Los aspirantes a cargos de elección popular tuvieron la oportunidad de participar en una guerra de escándalos, infamante.
Las acusaciones con fundamento o sin él, abollaron la imagen de los candidatos de todos los partidos políticos que participan en la contienda electoral.
Unos fueron señalados como socios de los narcos, otros acusados de rateros, es decir de tener fortunas mal habidas, inclusive se señaló a otro aspirante de pederasta.
En su condición de políticos, los candidatos sólo reafirmaron lo que se dice de ellos, que andan en la grilla por una sola razón: incrementar sus riquezas y conseguir algún fuero para protegerse.
La opinión pública ya sabe que en temporada de elecciones, los políticos se dicen sus verdades, pero en cuanto termina el proceso se vuelve a la cotidianidad.
Las acusaciones, por muy graves que sean, se olvidan, una vez pasados los comicios.
Las denuncias que incluían todos los delitos, tampoco concluirán ante una juez.
Y así ocurrirá por muchos años, mientras tengamos a autoridades electorales poco exigentes para calibrar la autoridad moral de los candidatos.
Si se hace caso a las mencionadas denuncias, los aspirantes a las gubernaturas tienen, salvo muy contadas excepciones, colas que les pisen.
Con los expedientes “negros” (voluminosos) que poseen un juez no lo pensaría mucho para enviarlos a prisión por muchos años.
Sin embargo, para eso se meten a la política, para buscar los beneficios de la impunidad.
Vamos a esperar, pues, como se dan las elecciones en un país donde la democracia es de las más caras del mundo.
Por cierto, el Instituto Nacional Electoral (INE o IFE son lo mismo) ¿logrará superar su ineptitud e inutilidad que ya demostró anteriormente? Lo dudo.
SANDERS, UN EXCELENTE PAPEL
Bernie Sanders es el otro candidato del Partido Demócrata (PD) a la presidencia de Estados Unidos (EU).
Fue incluido en la competencia electoral como relleno, para que hiciera algo de contrapeso a Hillary Clinton.
Desde un principio se pensó que Sanders no representaría ningún problema, que la señora Clinton continuaría en una calma chicha.
Pero los demócratas se equivocaron. Sanders resultó ser un aspirante carismático, con ideas muy atractivas para millones de jóvenes estadounidenses, debido a su agenda política progresista. Rechaza las políticas que favorecen a las empresas multinacionales y a los grandes inversionistas.
Además es un defensor de la expansión de beneficios sociales; se pronuncia por el incremento en el salario mínimo.
En fin, Sanders es un declarado socialista, que representa ya para Hillary un verdadero dolor de cabeza.
Algunos analistas políticos manifestaron que Sanders sí podría estar en condiciones de ganarle al propio Donald Trump, que no sería cosa fácil.
Feliz fin de semana.