Drama de indocumentados
¬ Augusto Corro martes 24, May 2016Punto por punto
Augusto Corro
En Estados Unidos (EU) los indocumentados viven tiempos de incertidumbre ante el anuncio de nuevas redadas y deportaciones.
El gobierno de Barack Obama anunció que serán detenidos y deportados los extranjeros sin papeles que llegaron a ese país después de enero de 2014.
El problema de la migración ocurre en todas partes del mundo, aunque los motivos para dejar sus país son parecidos, en algunos casos se trata de salvar la vida.
Pero la situación que padecen los migrantes no la entienden, o no quieren entenderlo los gobiernos de los países involucrados.
Por ejemplo, en América, EU representa la meta de los latinoamericanos para encontrar seguridad, empleo, mejores condiciones de vida, etc. Es decir, el famoso “sueño americano”.
SITUACIÓN COMPLEJA
Sin embargo, la problemática social que se vive en los países al sur del “Tío Sam” es muy compleja, principalmente porque en los lugares de origen de los migrantes nada se hace por resolver los conflictos.
Países como El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, etc., se encuentran sumidos en la pobreza y la violencia. Bandas criminales, como la de los “maras”, tienen sometida a la población.
Los delitos de extorsión, secuestros y los cárteles de la droga impiden la vida tranquila y segura de los centroamericanos.
Claro, la falta de empleo y la miseria galopante se suman a la violencia para obligar a las personas a dejar sus casas, tierras, etc.
Y el drama llega a su máxima expresión cuando una familia se propone dejar el lugar que habita, pero no tiene el dinero suficiente para hacerlo, pues hay que pagarle al “coyote” cantidades de dinero imposibles de conseguir.
¿Y QUÉ OCURRE?
Que la familia se divide. Se va la madre con las hijas o los niños y se queda el padre con sus vástagos mayores. Huir del lugar es el primer paso, para eludir las acciones criminales, las amenazas de los delincuentes.
Luego, el grupo familiar separado logra ingresar a EU donde empieza su nueva odisea: esconderse de la policía, huir como delincuente. Y todo termina cuando lo alcanzan las redadas y es deportado a su país de origen. Regresa a la violencia, al cobro de la venganza por parte de los enemigos.
Esas historias se multiplican miles de veces y la verdad sea dicha: no se ve una solución cercana. Las autoridades cierran ante las migraciones de menores de edad que viajan sin acompañante.
Es alarmante el número de niños que llegan a EU en busca de sus padres o de madres que temen a la deportación, porque ellas mismas o sus hijas podrían sufrir agresiones de los delincuentes que serían fatales.
En síntesis, los migrantes centroamericanos lo que buscan son mejores condiciones de vida, pero principalmente protección.
VIOLENTO FIN DE SEMANA
En la recta final rumbo a las elecciones del 5 de junio, en Veracruz se recrudeció la violencia.
El fin de semana al menos siete personas perecieron, diez resultaron heridas y un hombre fue secuestrado en una iglesia.
Esas acciones son parte de la cotidianidad que viven los veracruzanos, cuya espiral de violencia se incremento con el gobierno del priísta Javier Duarte.
Los hechos se registraron de la siguiente manera:
En Xalapa, la madrugada del domingo, tres sujetos armados entraron al centro nocturno “La Madame” y desde la cabina de audio dispararon contra un grupo de parroquianos.
En Orizaba, también en las primeras horas del domingo, en el centro nocturno “Bulldog”, la policía se enfrentó a supuestos delincuentes: dos personas perecieron.
En Amatlán de Los Reyes un joven murió a acribillado cuando estaba a bordo de un coche.
La mañana del sábado, en la iglesia de Santa Rita, en el puerto de Veracruz, durante la misa fue secuestrado Agustín Ureña Estrada por un grupo de desconocidos.
El levantado está vinculado, presuntamente, con la delincuencia organizada.
La Arquidiócesis de Xalapa dijo, ante la ola de acciones violentas, que las estrategias de seguridad en Veracruz no funcionan debidamente. Ante la ineptitud de Duarte, las bandas criminales son las dueñas de Veracruz.
LA JOYA DE LA CORONA
Para efectos electorales, Veracruz es la joya de la corona política. Su reserva de votos es importante para las elecciones presidenciales del 2018. De ahí que la lucha por el poder incluya una dosis mayor de lodo.
Los aspirantes a gobernador son: Héctor Yunes Landa, del PRI; Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN-PRD, y Cuitláhuac García, de Morena. También participa un candidato independiente que no cuenta.
La lucha política que se da en la campaña tiene como personajes principales a los primos hermanos Miguel Ángel y Héctor que chapotean en el lodazal.
De acuerdo con las encuestas, Héctor, del PRI, encabeza el índice de preferencia electoral; le siguen Miguel Ángel y Cuitláhuac.
Estamos a pocos días de conocer el desenlace de una justa electoral de todos contra todos, con acusaciones graves, que de acuerdo con los cánones de la política mexicana todo quedará en un mal sabor de boca.