Un licuado de sociología y psicología en El juego que todos jugamos
Espectáculos martes 24, May 2016- La puesta en escena inspirada en el texto de Alejandro Jodorowsky se estrenó con éxito en el Teatro Wilberto Cantón
Arturo Arellano
Una crítica social, política, psicológica y por supuesto absolutamente humana, es la que se presenta en el Teatro Wilberto Cantón, El juego que todos jugamos, “una obra que no es una obra”, declaran sus ejecutantes, texto de Alejandro Jodorowsky, que sin duda pone a pensar, pero no sólo eso, sino que obliga al espectador a enfrentar su realidad como individuo en una sociedad, aún bajo el yugo de los estereotipos, normas de doble moral, prejuicios y otras vulgares casi burlas al intelecto humano.
El elenco de El juego que todos jugamos está conformado por Damayantí Quintanar, Fátima Torres, Odemaris Ruiz, Perla Encinas, María Ayuso, Michelle González, Axel Santos, Luis Lesher, Sergio Suárez y Francisco Vallejo, quienes llevan al público a través de un viaje de emociones, desde la risa hasta el llanto o el enojo, todo por medio de la identificación con las situaciones planteadas en el escenario.
El juego que todos jugamos es una divertida puesta en escena que constituye en gran parte una crítica analítica y realista de las deficiencias y temores humanos, es por esto que la descripción de los personajes podría presentarse como un autoanálisis, pues estos hacedores del juego son personas comunes, como cualquier ser humano; de todos los ámbitos sociales, económicos, educativos, religiosos.
Lo interesante también es que el texto permite que se rompa la cuarta pared, pues no son los actores en el escenario y el público en las butacas, según palabras de los actores, más bien son todos: personas compartiendo momentos en una jaula sin rumbo, lo cual resulta en que para el espectador no será difícil identificarse con las diferentes escenificaciones, tales como la del político que vive esperando pasar a la historia, el comunista que espera la revolución mundial, el burócrata que vive esperando un aumento de sueldo, el comerciante que espera hacerse millonario embaucando a sus compradores, el profesor que vive esperando llegar a rector, el enfermo que espera la cura de su enfermedad, el religioso que espera llegar al paraíso o por qué no, con el loco que sólo quiere terminar sus días encerrado en cualquier parte.
Sumado a lo anterior, El juego que todos jugamos está cargada de un humor bastante ácido, negro y en momentos hasta turbio, de lo que surgen cuestionamientos como ¿Por qué me río de algo que no debería tener gracia?, ¿Será sólo un escudo? o ¿Es una manera de obtener esas caricias de las que todos van hambrientos?. Cabe destacar que no se necesita ser un erudito para degustar esta obra, que si bien pone a prueba tus sentidos, más te invita a usarlos todos sin prejuicios.
Las actuaciones de este elenco joven, están sin problema a la altura del texto y en esta función de estreno dieron gala de ello, improvisando en muchos momentos y saliendo de aprietos provocados por las naturales fallas técnicas que suele haber en los estrenos. Digna de ser vista y recomendada.
Con El juego que todos jugamos, Jodorowsky expone lo que considera el estado real en que se desenvuelve la humanidad y el estado ideal en el que debería desenvolverse, brindando al público la oportunidad de reflexionar y meditar sobre sus comportamientos y actitudes. Se estará presentando en el Teatro Wilberto Cantón los viernes a las 21:30 horas, sábados 21:30 horas y domingo 19:30 horas.