Veracruz, polvorín electoral
Francisco Rodríguez viernes 20, May 2016Índice político
Francisco Rodríguez
El paso de los regímenes priístas por Veracruz ha sido realmente devastador. Un estado muy rico, gobernado por gente como Miguel Alemán Velasco, que lo ubicó, en unos cuantos años, en el sexto lugar nacional como expulsor de migrantes, productor de parias sin tierra, sin trabajo y sin destino.
Miguelito —siempre será Miguelito— puso el ejemplo entre los veracruzanos de cómo no se debe gobernar. Trasladó en pleno al equipo de perfumados que lo reventó en cuanta aventura capitalina emprendió, para que saciaran su codicia en tierras antes feraces y casi no dejaron piedra sobre piedra. Empero, todos solucionaron sus problemas económicos personales y familiares por varias generaciones. Esos “gentiles” nunca conocieron siquiera Veracruz.
Sexenio de Fidel Herrera de por medio, el manual de la destrucción fue legado a Javier Duarte de Ochoa, un soberbio e ignorante, que de plano acabó con el cuadro. Arrasó con lo que quedaba, ejerció el poder con saña inaudita, dejó temblando las arcas estatales y socavó todo vestigio de credibilidad en procesos electorales y franquicias partidistas.
La administración estatal, quebrada. A pesar de haberse endeudado hasta el cogote, el gobierno veracruzano debe miles de millones de pesos a proveedores, universidades, productores, industriales y contratistas que jamás pensaron en el poder destructivo de los extraños y raros gobernantes. Duarte sembró el terror y la desconfianza entre los jarochos. Un fiasco en toda la línea.
Miguel Ángel Yunes
En un escenario de descomposición, alianza criminal, asesinatos de periodistas, inmunidad, complicidades de los policías y robo en despoblado, los veracruzanos han atestiguado este año una campaña electoral de invectivas, acusaciones recíprocas entre los candidatos de todos colores. Una batalla de improperios reales y encuestas demasiado desacreditadas.
Miguel Ángel Yunes, candidato por la alianza antinatura PAN-PRD, con su historial bien ganado a pulso de pederastia y desfalcos a la nación. Desquiciado por la ambición, quizá producto de una infancia de carencias, el llamado “Miyuli” ha llegado al extremo de embarrar a sus propios hijos en una complicidad rastacuera de miles de millones de pesos, cientos de millones de dólares.
Han aflorado a la opinión pública propiedades en las zonas más exclusivas de Nueva York y Miami, que de ninguna manera pueden ser justificadas ni por el abogado “Perry Mason”. Sus vínculos con el crimen organizado son públicos y notorios en Veracruz. Los derroches económicos en campaña son sencillamente pantagruélicos.
Héctor Yunes
Por el otro lado, el candidato priísta y de sus franquicias aledañas, Héctor Yunes, el primo, apela a un voto duro que ya no existe. Tiene encima el desprestigio de Javier Duarte y su pantomima de gobierno, más cualquier espada de Damocles que se atraviese en el camino.
El esfuerzo realizado podría tener éxito en caso de un golpe de timón que ya no puede producirse, porque no hay capitán ni marineros en donde se manejan estas cuestiones.
Héctor, empequeñecido además por los afanes de Duarte para imponer como candidato priísta a algún valido entre sus favoritos de su círculo íntimo, lo que creó desconfianza y un desánimo total entre los equipos operativos de los “tiradores” que tenían más posibilidades de portar la bandera tricolor en esta contienda.
Cuitláhuac García, aumentan sus posibilidades
Ante un empate virtual, podría haber crecido el tercero en discordia, Cuitláhuac García Jiménez, el candidato de Morena. Lo que pasa es que los billetazos llegados desde el centro para neutralizar a las células de ADN del sur del estado, que pudieran haberse sumado, han sido demoledores.
Ante ese panorama, el candidato de Morena y los dirigentes nacionales han utilizado los gags de la casa para arremeter contra la falta de legalidad electoral, que a estas alturas corren el riesgo de ser anécdotas recurrentes en toda elección donde falta pueblo. Los afanes de Sedesol y sus “dados cargados” ya no impactan como debieran.
El PAN, el PRD, el PRI y todas las expresiones que llegaron a tener algún peso electoral, están desfondados. Los acontecimientos estatales y nacionales los han llevado al punto de la apatía y el desgano. Ha sido demasiado, para que todavía alguien esté preocupado por la liza electoral, cuando todo Veracruz y todo México saben que en el fondo lo que se representa es un mano a mano.
Queda claro, también, que los “sanquintines” de la campaña, han producido un panorama electoral que, de ser sólo entre dos, se ha convertido en una lucha de tercios.
Cualquier cosa puede pasar. Lo más seguro, es que se llegue a un acuerdo de anulación, para que un interino convoque a nuevas elecciones.
Y es que cuando Duarte fue llamado a cuentas, prometió que iba a ganar Veracruz para el PRI. Fue demasiado sospechoso ese movimiento lateral.
Como quien se avienta desde plataforma un clavado holandés de espalda, habiendo fintado con uno de dos vueltas al frente. Nadie con un poco de sesos se hubiera conformado con una promesa de Duarte. Ha mentido a los cuatro vientos. No ha cumplido con nadie.
Pero mantener a Duarte al frente de lo que queda de Veracruz, convenía para el apoyo a Yunes Linares, su antiguo y entrañable compañero en el equipo de Elba Esther Gordillo, quien los inventó y rescató a los dos.
Mientras, crecen las apuestas: anularán la elección
Con el paso del tiempo se ha sabido que todo este tejemaneje puede parar en la orden a las autoridades nacionales y a la Ople local que anulen las elecciones del 5 de junio, debido a todos los escándalos y a los derroches económicos que han rebasado cualquier tope de campaña.
Duarte ya tiene listo a su cuate Manuel del Castillo
El estado de Veracruz se ha convertido en un polvorín electoral, y puede llegar a ser algo más peligroso que eso.
Han tomado la decisión, aunque usted no lo crea, de hacer a un tal Juan Manuel del Castillo González, candidato desconocido a diputado local por la ciudad de Córdoba, gobernador interino, para que convoque a nuevas elecciones.
De ese tamaño es la desesperación y el arrebato. El único merecimiento de ese atildado es ser cuate de Duarte desde la secundaria, y subtesorero en Xalapa bajo las órdenes de quien en mala hora para Veracruz es su gobernador. Ah, se me olvidaba, también es cordobés, su paisano.
Vivió de cerca el “desarrollo político” de Javier Duarte, desde que era mozo de Chara Manzur, el dueño de “Los Cafeteros” beisbolistas, hasta que éste lo destinó a hacerle el mismo trabajito a Fidel Herrera, desde 1995. Son compañeros del mismo dolor, pertenecen al mismo establo.
Aunque éste será un agravio de lesa majestad para Veracruz, Duarte lo puede hacer. Ha hecho cosas peores.
Con lo que no cuentan es que en estos casos la ignorancia es atrevida. Y como a lo que se está convocando es a una elección para gobernador de dos años… … bien podría Castillo hacerle al canelas, y demorarse tanto en redactar la convocatoria, que le alcanzará para sentarse dos años en el cargo, y esperar a que se llegue el 2018, para observar de muy cerca la elección constitucional para gobernador de seis años… y ademásformar su propia dinastía.
Lo que no sólo será un agravio, sino un verdadero atraco maquinado, ¡como los que vemos!
Índice Flamígero: Hace unos días fue detectado en Veracruz un operador de Héctor Yunes, que entregaba publicidad a los medios. Recomendado por Emilio Gamboa, según decía, el PAN le prepara un expediente para presentarlo ante la Fepade por alardear que él mismo llevaba maletas enviadas por el candidato tricolor a varios medios de comunicación de la Ciudad de México y de toda la entidad del Golfo. Van a salir “a balcón” varios medios que se dicen impolutos. Y será otro elemento, por supuesto, para anular la elección, por exceso en gastos de campaña.
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