La desastrosa praxis de la transparencia
¬ José Antonio López Sosa miércoles 18, May 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El día de ayer fui invitado por la Barra Mexicana Colegio de Abogados a participar como ponente en el Primer Seminario de la Transparencia y Protección de Datos en la Escuela Libre de Derecho, me correspondió estar en la mesa de periodistas y organismos no gubernamentales.
Hice una síntesis de lo que considero que ha ocurrido en el tema en los últimos 14 años, desde que la ley comenzó a operar en nuestro país, sin embargo, considero importante compartir parte de esta ponencia en esta columna.
Mientras las leyes mejoran, cambió de nombre de IFAI a INAI y los comisionados se renuevan, en la práctica es desastrosa la forma en que opera el acceso a la información pública. Al día de hoy las dependencias sujetas a la ley siguen intentando rastrear solicitantes, siguen de forma ilegal amedrentando e incluso citándolos para hacer consultas in situ, con tal de conocer quién, cómo y por qué solicita tal o cuál información. En lo personal el peor caso que me ha tocado fue con Alberto Petrearse, siendo director de comunicación social en la Secretaría de Turismo, buscó no sólo a este periodista, sino a sus superiores en aquel momento, como una forma de amedrentamiento, al más puro estilo del viejo PRI.
Cuando no es ubicando al solicitante, diversas instituciones recurren a no digitalizar la información, esto significa cobrar miles y miles de pesos por fotocopias (simples o certificadas) y con ello, hacer caro el acceso a la información pública.
La reserva de información también es un pretexto muy socorrido por algunos comités de información, bajo el supuesto que el solicitante es un presunto delincuente, declaran lo que no desean dar a conocer como reservado, recurriendo muchas veces a razonamientos jurídicos sin sustento. La inexistencia también es uno de los pretextos más recurrentes, basta reunir al comité de información y hacer la declaratoria de inexistencia para quedar libre de toda responsabilidad.
Hay casos extremos, como el juicio de amparo que el Sindicato Mexicano de Electricistas consiguió ante una resolución del IFAI (hoy INAI) que obligaba a Gobernación a entregar la información de los jubilados como resultado de un pacto entre dicho sindicato y el gobierno federal, la transparencia murió en un juzgado administrativo, ello por citar uno de muchos casos.
Quien hace la ley hace la trampa, ¿estamos mejor que antes en materia de transparencia?, sí, pero lamentablemente tenemos una legislación con un potencial de 100 y un ejercicio con una capacidad de 20. Así las cosas, desastrosas.
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