Saña contra Blanca
Ramón Zurita Sahagún viernes 13, May 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si antes de iniciar la competencia electoral Puebla se advertía como una aduana sumamente difícil para los priístas, en plena competencia, las posibilidades para el partido tricolor se reducen.
Los tricolores eligieron su mejor carta, en la persona de la senadora (con licencia), Blanca Alcalá Ruiz, quien desempeñó un papel preponderante como último priísta en encabezar la alcaldía capitalina.
Alcalá Ruiz venció a panistas e izquierdistas en la disputa por una senaduría de mayoría en 2012, incluidos los actuales legisladores de minoría Javier Lozano Alarcón y Manuel Bartlett Díaz, uno ex secretario del Trabajo y el otro ex secretario de Gobernación y Educación Pública del gobierno federal y ex gobernador de Puebla.
Las credenciales de Blanca son envidiables, política congruente, representante de la equidad y ganadora, nada mejor podían encontrar los priístas.
Eso sí, inició abajo en las encuestas, ya que el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, aceitó bien su maquinaria y supo elegir con antelación a su candidato, en la persona de José Antonio (Tony) Gali Fayad.
Para Moreno Valle Rosas, ganar los comicios poblanos es vital, ya que en ello deposita sus aspiraciones presidenciales del 2018, perder le significa decir adiós a las mismas.
Por eso, no le importó sacrificar a su mejor carta (Gali Fayad) con todo y que la disputa es por un gobierno de un año ocho meses de gestión.
Está consciente de que la disputa por la candidatura presidencial del PAN pasa por los comicios del 5 de junio y no solamente en Puebla, sino más de ello, por lo que busca respaldos en diferentes frentes.
Ganar Puebla es para él de vida o muerte, sus aspiraciones rodarían por los suelos y perdería apoyos económicos, físicos y morales, si es que su candidato (Gali Fayad) se derrumba.
Por el lado de los priístas, Blanca Alcalá Ruiz sabía que la misión es considerada de alto riesgo, por lo que trató de eludir la misma y presentarse para la candidatura sexenal, la del 2018, pero los priístas pretenden descarrilar la maquinaria panista elaborada por el gobernador de Puebla.
Confiaron en contar con ayuda externa de los otros aspirantes a la nominación panista y creyeron que Moreno Valle estaría entretenido en apoyar a los candidatos de otros estados que pueden ser sus aliados el 2018.
Veracruz y Oaxaca se convirtieron en prioritarios para el equipo del gobernador, que vio en Puebla toda la tranquilidad para ganar, por lo que desplegaron los apoyos hacia esas tierras.
La campaña de dos meses entró en una calma tensa, donde se notó que los esfuerzos por hacer crecer a la priísta eran estériles, aunque no se confiaron, por lo que los estrategas del PAN iniciaron una búsqueda sobre los activos de la candidata y se descubrieron sorpresas enormes sobre una eventual riqueza de la abanderada, así como beneficios de contratos para amigos y familiares durante su gestión como alcaldesa.
Blanca, una mujer afable, accesible y preparada en la actividad política, mostraba una cara distinta a la de la concentración de riquezas terrenales.
Pero según recientes investigaciones, Blanca resulta ser socia de una empresa que recibió grandes beneficios durante su gestión pública, aunque, eso sí, se aclara, la sociedad se estableció al término de su gestión, lo que levanta más sospechas.
De acuerdo a información catastral, Blanca incurrió en una serie de omisiones, como señalar su sociedad en una empresa constructora, propietaria de un desarrollo habitacional valuado en más de cien millones de pesos.
Pero como si este descubrimiento fuese menor, la candidata priísta ha sido señalada que durante su gestión como alcaldesa incurrió en una serie de conflictos de interés y tráfico de influencias, al otorgar el permiso de una gasolinería a su tía, además de los contratos adjudicados a su actual socio de la empresa constructora.
La situación se complica más, cuando el vocero panista en Puebla, el senador Javier Lozano Alarcón (el mismo al que Blanca le ganó la senaduría de mayoría) da a conocer que su partido (PAN) decidió denunciar penalmente a la candidata del PRI, por los delitos de tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Esas imputaciones que los panistas le hacen a la candidata del PRI son similares a las que los priístas le hacen al candidato del PAN en Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, mismas que han pegado fuerte en su línea de flotación, por lo que aseguran que sus preferencias van en picada, mientras que las de su primo Héctor aumentan.
Lo que resulta curioso es que dice que en ambos casos, la línea viene desde la Casa Puebla, ya que el gobernador Moreno Valle muestra preferencias por el candidato del PRI en Veracruz y no por el del PAN.
Las presuntas fortunas de Blanca Alcalá Ruiz y de Miguel Ángel Yunes Linares, difieren en montos, ya que la primera resulta escandalosa, pero la segunda es monstruosa.
Varios expedientes más se están formando, para que conforme se acerque el día de los comicios (5 de junio) vayan siendo mostrados, para ver el impacto que puede causar en el ánimo ciudadano, ya desilusionados de la clase política y hasta de los propios que se presentan como independientes que no lo son tanto, como queda evidenciado con la mayor parte de los que participan en la contienda de junio próximo.
Lo que no queda claro es porque la saña en contra de Blanca Alcalá Ruiz, si los panistas presumen que la diferencia entre ella y su candidato es de más de 10 puntos porcentuales.