Diego
¬ Augusto Corro miércoles 15, Sep 2010Punto x Punto
Augusto Corro
El 14 de septiembre, Diego Fernández de Cevallos llega a su cuarto mes de cautiverio y nadie sabe de su paradero.
El ex candidato a la Presidencia de la República fue secuestrado violentamente, por varios desconocidos cuando llegaba a uno de sus ranchos en Querétaro.
El plagio provocó consternación en la sociedad mexicana que sigue puntualmente los hechos sangrientos que ocurren en el país: masacres de narcos y de indocumentados, matazones en las cárceles y fugas masivas de internos y secuestros. Estos últimos están a la orden del día.
Y no necesariamente se trata de víctimas ricas o poderosas; la delincuencia organizada barre parejo y quienes más padecen esa tragedia son las personas de escasos recursos económicos. Los secuestradores se equivocan y piensan que todo mundo tiene dinero para pagar rescates. Ahí empiezan las dificultades.
¿Qué es lo que persiguen los plagiarios de Fernández de Cevallos? Se suponía que las pláticas entre secuestradores y familiares del “Jefe” Diego iban por buen camino.
Sin embargo, en el último comunicado de los captores manifiestan que Fernández de Cevallos fue abandonado a su suerte por sus familiares y amigos.
Se trata de un comunicado extraño, raro. ¿Quiénes tienen en su poder a Diego? ¿Guerrilleros, miembros del crimen organizado, delincuentes comunes, integrantes de una mafia internacional? Y los móviles: ¿Venganza personal o pasional? ¿Venganza política? ¿Cuál es el verdadero motivo del secuestro?
Las hipótesis de la policía se desconocen. Supuestamente no participan en las investigaciones del caso, porque así lo solicitó la familia para no obstaculizar las negociaciones. Se dejó a socios del despacho de abogados de Fernández de Cevallos que sirvieran como intermediarios, pero todo hace suponer que no funcionaron.
En su tercer comunicado los plagiarios enviaron una fotografía de Fernández de Cevallos con Carlos Salinas de Gortari con un texto en el que se burlan del secuestrado y de las hipótesis que se manejan en torno al plagio.
El documento tiene la fecha del 13 de septiembre de 2010. Y la pregunta obligada es: ¿En realidad Fernández de Cevallos no tiene amigos ni familiares comprometidos? El mensaje de los captores tiene diferentes lecturas. Ojalá que todo sea para bien, pues se trata de un ser humano que sufre la privación de la libertad.
Sin embargo, el secuestro de Fernández de Cevallos traerá repercusiones diversas en diferentes ámbitos de la vida nacional. Y el gobierno federal panista tiene la obligación moral de actuar para regresar vivo a casa a uno de sus principales dirigentes.
El plagiado no es cualquier hijo de vecino. Se supone que tiene amigos poderosos que no escatimarían esfuerzo alguno, incluido el económico, para rescatarlo. Pero es seguro, que algo se encuentra atorado y no permite que el “Jefe” Diego recobre su libertad.
HISTORIA SIN FIN
Decidieron plantarse en huelga de hambre los padres de los niños afectados por el incendio en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora.
Como se sabe, un incendio provocó la muerte de 49 menores cuando el inmueble fue alcanzado por las llamas. Decenas de ellos resultaron con daños graves que dejan huellas para toda la vida.
De los pequeños que lograron ser salvados, muchos de ellos tienen problemas porque sus cuerpos pequeños no estaban tan resistentes para soportar el fuego y el humo. Algunos presentan lesiones internas y externas.
Y los padres de familia de los niños lesionados cansados de peregrinar en busca de justicia, decidieron iniciar una huelga de hambre para presionar a las autoridades con el fin de que reciban atención médica adecuada en el IMSS.
Los inconformes realizan su protesta en la puerta principal del aeropuerto de Hermosillo y no desistirán de su lucha porque a todas luces es una injusticia. Es increíble que nadie se encuentre en la cárcel después de la tragedia en la que perdieron la vida decenas de niños.
Los funcionarios responsables gozan de una libertad total y los dueños de la guardería siniestrada son cubiertos por un manto protector muy poderoso.
TRES
UNA LUZ
Debido a la masacre de indocumentados en un rancho del municipio de San Fernando, en Tamaulipas, funcionarios de Zacatecas y Coahuila, estudian la posibilidad de establecer una ruta de seguridad para migrantes.
Es decir, se buscaría la forma de ayudar a los extranjeros indocumentados con la instalación de comedores y un teléfono para usarlo en caso de dificultades.
Se trata de una idea positiva, pero dista mucho de las medidas que se necesitan para erradicar la serie de abusos a que son sometidos los hombres y mujeres de otros países que incursionan en territorio mexicano con la idea de llegar a Estados Unidos. Es incontrolable la delincuencia que extorsiona, captura y asesina a los indocumentados. La ruta de seguridad para migrantes debe empezar en el sureste mexicano y continuar por varios estados por donde pasa “La Bestia”, el tren de la muerte. La idea de crear una ruta de seguridad es favorable, pero muy limitada. Es necesario que se extienda a todo el país y que la apoyen nuevas leyes protectoras que realmente ayuden a los indefensos migrantes.
Para empezar debe efectuarse una cacería de malos funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) que están coludidos con la delincuencia organizada para extorsionar, robar y asesinar a quienes llegan más a México y cuyo destino es Estados Unidos.
Después continuar con razzias para detener a las bandas de secuestradores que se encuentran muy activas desde el sur hasta el norte del país, principalmente en las rutas más transitadas por los indocumentados.
Después de la muerte de los 72 migrantes centro y sudamericanos se esperaba una respuesta contundente del gobierno mexicano contra los “zetas”, los “polleros” y todos aquellos que viven de los extranjeros sin papeles. No ocurrió tal. Las denuncias de las víctimas no son escuchadas por las autoridades que ni siquiera saben que existen los derechos humanos.
Tienen que registrarse tragedias de trascendencia internacional para que el gobierno mexicano muestre algo de preocupación. En unos días se olvidará la masacre de indocumentados en Tamaulipas y volverán los secuestros.