Medidas contra la contaminación
¬ Salvador Estrada jueves 12, May 2016Folclor urbano
Salvador Estrada
La contaminación de los tres días en la Ciudad de México alarmó a la ciudadanía y a los funcionarios porque el doble Hoy No Circula, no funcionó.
Dos millones de autos quedaron fuera de circulación en esos días de contingencia y sin embargo, los “Imecas” no bajaron, pero permitieron al doctor Miguel Ángel Mancera y a sus funcionarios, entender que la solución a la contingencia ambiental estaba en sus manos.
¡Eureka! exclamaría Mancera, en reunión de gabinete, después de estar confundido y de analizar, pensar, analizar otra vez el porqué seguía la contingencia ¡La transa es la que avanza! ¡y no las medidas contra la contaminación! ¡Acabemos con la corrupción que se da entre los dueños de los autos y los verificentros!
En efecto, la corrupción se dio, cuando se autorizó que los autos que cumplieran con las normas, no importaba el modelo, se les diera autorización, es decir, calcomanía cero, para circular todos los días.
Con esta medida, el parque vehicular aumentó en un millón que podría circular todos los días. Para obtener calcomanía cero, bajo el agua, se daban 300 pesos.
Fue un gran negocio. Y ¿la contaminación?.. ¡seguía vivita y coleando!
Ahora, el jefe Mancera decidió que las verificaciones se hagan con una tecnología más moderna y habrá inspectores para “acabar con la corrupción”, y para que los automóviles contaminen lo menos posible.
Además, se revisará la calidad de las gasolinas para que tengan menos azufre y eso ayude a combatir la contaminación ambiental.
Se llevarán a cabo revisiones en las terminales de almacenamiento y reparto que opera Pemex, para asegurarse de que la gasolina y el diésel que guarda y distribuye en la Zona Metropolitana del Valle de México “cumpla con la calidad de la norma oficial”.
También el gobierno capitalino estudia la posibilidad de establecer “horarios escalonados” para sus empleados, a fin de coadyuvar a evitar la congestión vehicular que se da por las mañanas.
Pero, preocupado, el gobierno de la ciudad ha tomado otras medidas. Los vehículos del gobierno capitalino van a usar gas y ya no gasolina.
Y ya compraron más de cien camiones para la recolección de basura, para sustituir a los vehículos viejos y deteriorados, que parecían chimeneas rodantes. Sin embargo, todas esas acciones no son suficientes. Las industrias deben contar con filtros en sus chimeneas y si, es necesario, por emergencia suspender actividades. Y todos los viejos camiones de pasajeros y “peseras” deben ser retirados de la circulación.
Bueno, mientras no se acabe la contaminación ambiental, ¡tápese la boca!