El terremoto Trump
Freddy Sánchez jueves 12, May 2016Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Propios y extraños, aquí y Allende el Bravo siguen viendo con azoramiento lo que a estas horas parece inevitable.
La candidatura presidencial de Donald Trump para el futuro gobierno de los Estados Unidos.
Como un tornado que crece y se aproxima cobrando fuerza y pone en riesgo lo que pueda llegar a tocar en su loca carrera, la trayectoria del prácticamente candidato republicano que disputará la silla de la Casa Blanca, en verdad atemoriza a un sinnúmero de gente, tanto en la Unión Americana como en México y otros países latinoamericanos.
Pocos aspirantes a tomar las riendas del “Tío Sam” se habían distinguido por unir en su contra una suma de muchas voces de políticos, intelectuales, empresarios, pastores y demás congéneres aterrorizados, como lo parecen estar quienes ven con gran angustia el paso de Trump en la contienda electoral norteamericana.
La señora Clinton, su opositora más probable con la bandera demócrata, se ha convertido en la esperanza de millones de ciudadanos de Las Américas, francamente asustados por las advertencias acerca de que mister Trump sería un grave riesgo para la tranquilidad y armonía del mundo, en caso llegar a convertirse en el sucesor de Obama.
Algo que de un mal augurio podría convertirse en aterradora realidad.
Poco a poco, con su peculiar estilo del “garrote en mano”, el señor Trump acabó prácticamente con toda su competencia electoral al interior de las filas del Partido Republicano.
Tan es así que bien podría pensarse que su candidatura presidencial es un hecho virtualmente consumado. Sus críticos y adversarios políticos han caído avasallados ante el vendaval de su retórica agresiva que le ganó millones de adeptos en territorio norteamericano.
Y esto último no puede ser soslayado. Trump podría pues llegar a ser presidente de los Estados Unidos con una nación dividida, con muchos a su favor y otros muchos en su contra.
Pero, eso no importa en una democracia para acceder al poder, ya que lo único que cuenta es tener la mayoría de votos, así sea por la mínima diferencia.
De modo que si la señora Clinton (en caso de asumir la candidatura presidencial norteamericana por el Partido Demócrata), falla en el intento de doblegar a Trump, el futuro estilo del gobierno yanqui podría ser como tantos lo han advertido, una auténtica amenaza para la estabilidad mundial.
Los temores de un endurecimiento en la política exterior norteamericana con la obsesiva persecución de los inmigrantes, estarían a punto de convertirse en realidad.
Y ante esa eventualidad cada vez más inminente, es preciso que los que temen a Trump, cierren filas en la Unión Americana y se apersonen en las urnas para evitar que gane la elección presidencial.
Un activismo electoral como nunca antes visto en suelo estadounidense, es lo único que puede preservar la tranquilidad mundial si como distintas voces lo han dicho el gobierno norteamericano podría quedar en las peores manos.
Con un presidente autoritario, prepotente y bestial si los demócratas pierden la elección presidencial ante lo que a ojos vistos se ha constituido en un presagio fatídico: el terremoto Trump.