El monrealazo
Ramón Zurita Sahagún miércoles 15, Sep 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Perdido en el recuerdo de doce años de distancia pocos recordaron en la toma de posesión de Miguel Alejandro Alonso Reyes el incidente que se conoció como el “monrealazo” que significó el inicio de la sangría del PRI que tantas gubernaturas le cuesta.
Y es que el recuerdo vale la pena, ya que en el mismo Congreso de Zacatecas se encontraban Ricardo Monreal Ávila y Mariano Palacios Alcocer, los que estuvieron cerca, pero jamás se saludaron.
Existen resabios entre ambos personajes porque el queretano fue el personero para acusar a la familia Monreal de situaciones nada claras y amistades comprometedoras que impedían la nominación de Ricardo al gobierno estatal a finales de siglo pasado.
La respuesta de Monreal Ávila fue rápida y tajante, con su renuncia al PRI y la inmediata nominación como candidato del PRD al gobierno estatal. Lo demás es historia, Ricardo Monreal derrotó con facilidad al priísta José Marco Antonio Olvera, convertido hoy en diputado local.
Después del “monrealazo” vinieron otros priístas que rompieron con su partido y pronto fueron cobijados por otros organismos políticos, principalmente por los partidos de izquierda, triunfando con holgura, unos, apretados otros y vencidos los menos.
Alfonso Sánchez Anaya, siguió los pasos de Ricardo Monreal y Tlaxcala pasó a formar parte de los gobiernos de izquierda, gobernados por ex priístas.
Leonel Cota Montaño fue impedido para representar al PRI en la contienda de 1999 en Baja California Sur, ya que los priítas prefirieron a Antonio Benjamín Manríquez Guluarte y pronto esa parte de la península se encontró gobernada por el partido del sol azteca.
Antonio Echevarría Domínguez alcanzó el respaldo de una gran alianza opositora, en donde se integraron PRD-PAN y los partidos de la chiquillería y derrotó al prií9sta Lucas Vallarta, con lo que Nayarit se convirtió en la primera entidad gobernada por un ex priísta abanderado de una coalición de izquierda y derecha.
Los “monrealazos” seguían actuando en detrimento del PRI. Pablo Salazar Mendiguchía en Chiapas se armó con una gran alianza opositora formada por todos los partidos (8) que sin grandes apuros vencieron al priísta Sami David David. Eran la fórmula de senadores del PRI por el estado de Chiapas.
El fenómeno Monreal se repetía en diferentes estados actuando como catalizador, obteniendo resultados alentadores para todos aquellos priístas que no eran postulados por el partido tricolor.
Tlaxcala repitió el numerito, aunque en esta ocasión el beneficio fue para el PAN, ya que Héctor Ortiz renunció al tricolor, optó por el PAN y derrotó a Mariano González Zarur en las urnas.
Juan Sabines Guerrero intentó la candidatura priísta al gobierno de Chiapas y fue desbancado por la nominación de José Antonio Aguilar Bodegas. El entonces alcalde de Tuxtla Gutiérrez dejó las filas del tricolor, buscó el respaldo del PRD, desechó una candidatura al Senado como parte de una negociación y fue a las urnas, para convertirse en el nuevo gobernador de Chiapas.
El “monrealazo” dejó de ser innovador, pero continúa siendo un recurso favorable para aquellos que sienten que son marginados por el partido tricolor.
Mario López Valdez buscó un resquicio para colarse a la candidatura del PRI en Sinaloa, en su favor operaba la gran popularidad adquirida por el fomento al deporte en los ramos de béisbol y boxeo, pero fue vetado por el gobernador Jesús Aguilar Padilla.
Malova como es conocido el popular personaje había conquistado el Senado de la República y antes de ello, la alcaldía de Ahome (Los Mochis), con buenos números en los votos que ofreció al partido tricolor, pero eso no bastó, por lo que recurrió al sistema Monreal y venció con gran facilidad al candidato del PRI al gobierno de Sinaloa, Jesús Vizcarra Calderón.
El fenómeno se repite con gran consistencia en los diversos estados del país, siendo el más reciente el caso de Ángel Heladio Aguirre Rivero, ex gobernador interino de Guerrero, quien busca gobernar ahora por seis años, como candidato de la izquierda.
Aguirre Rivero se empecinó en ser candidato, luego de ser diputado federal, senador y gobernador en su paso por el PRI y al no ser nominado para competir en las urnas por el gobierno estatal, abandonó las filas del tricolor y cambió de casaca.
Hoy enfundado en los colores del PRD y arropado por Convergencia y el PT, Aguirre Rivero busca derrotar a su pariente y antiguo protegido, Manuel Añorve Baños en una disputa que se antoja encarnizada.
Pero si el “monrealazo” se refiere a los priístas que buscan el camino de los otros partidos para derrotar al organismo en que militaron tantos años, el fenómeno se realizó a la inversa en la misma entidad en que fue inventado.
Miguel Alejandro Alonso Reyes, el hoy gobernador de Zacatecas, realizó el mismo movimiento, solamente que al revés. Alonso Reyes fue uno de los seguidores de Ricardo Monreal en su paso del PRI al PRD, solamente para regresar al partido en que militó originalmente y bajo esos colores derrotar con facilidad al perredista Antonio Mejía Haro.
*Las candidaturas comunes fueron borradas en el Estado de México, por lo que los partidos tendrán que buscar nuevas formas de asociación para su participación en los comicios estatales de julio del año próximo.
Lo curioso de esto es que Convergencia uno de los grandes aliados del PRD y promotor de las candidaturas comunes en otros estados votó a favor de la desaparición de las mismas. PRI, Nueva Alianza y el Partido Verde, apoyaron esta medida, mientras que PAN, PRD y PT, en franca minoría votaron en contra.