Moreira buscará sustituir a Beatriz en el PRI
Roberto Vizcaíno miércoles 15, Sep 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El gobernador coahuilense considera que incluso se deben modificar los estatutos para invalidar a quien desde la dirigencia del PRI quiera ser candidato a Los Pinos
El popular gobernador de Coahuila, el profesor de primaria Humberto Moreira, ya la cantó: quiero ser presidente del PRI nacional, dijo y por ello buscará en diciembre participar en el proceso de sucesión de Beatriz Paredes, quien deberá entregar este partido el 4 de marzo próximo.
Para lograrlo, está incluso decidido a dejar a un gobernador interino en su lugar, para cubrir lo que le reste de su período que concluye el uno de diciembre del 2011.
Y desde ahora se descarta como posible precandidato a la Presidencia de la República en el 2012.
En corto, Moreira le dijo ayer a sus amigos y colaboradores cercanos, que antes de lanzarse como aspirante a dirigir al PRI, habló con los tres con quienes tenía que hablar para decidirlo, sugiriendo que ya había conversado y llegado a acuerdos con el gobernador Enrique Peña Nieto, el más firme y claro aspirante priísta a la Presidencia de la República; con Beatriz Paredes, la presidenta saliente y con el senador Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores del tricolor y el segundo en la lista en la sucesión de Felipe Calderón.
Incluso, adelantó que en los siguientes días Beltrones estará en Saltillo para asistir a una cena ofrecida por él en la Casa de Gobierno.
Con los gobernadores Ulises Ruiz y Fidel Herrera sacados de esta contienda debido a sus pésimos resultados electorales derivados de los comicios del 4 de julio pasado (Ulises deberá entregar el gobierno a Gabino Cué, lanzado por la alianza PAN-PRD en Oaxaca y Fidel, quien transitará los siguientes meses con la amenaza de que el Trife le cancele la elección en la que salió ganador Javier Duarte en Veracruz), el camino se antoja relativamente fácil para que a la dirigencia nacional del tricolor llegue Moreira.
Sin embargo, hay otras consideraciones de mucho peso que podrían frustrar los anhelos del profesor coahuilense.
La primera surge de que todos saben que Humberto Moreira ha preparado el camino para que su hermano Rubén Moreira, hoy diputado federal, sea el gobernador siguiente en Coahuila.
Visto así, la búsqueda de la presidencia nacional priísta podría tener dos objetivos inmediatos y muchos otros posteriores.
Entre los de corto plazo están:
-Dejar a un gobernador interino a fin de que no se cuestione que le está heredando el cargo al hermano, y;
-Ser él, quien desde la dirigencia nacional priísta el que expida la convocatoria para la designación del candidato a gobernador en Coahuila, prevista para ser lanzada durante el primer trimestre del próximo año, a fin de que su hermano Rubén participe luego en los comicios del 25 de septiembre de 2011 y gane la gubernatura que él ocupa ahora.
Es por demás obvio que dentro de este contexto el gobernador interino será sólo un encargado del despacho que atenderá a las indicaciones del jefe máximo estatal.
A favor de todas estas jugadas el profesor y gobernador Humberto Moreira tiene el ser el mandatario estatal mejor calificado y posicionado entre sus gobernados según una encuesta nacional, y además ser el gobernador del estado donde el PRI obtuvo carro completo en las elecciones de 2008 para alcaldes y diputados locales.
Ex bailarín del Ballet Folclórico de Amalia Hernández, el profesor Moreira se ha significado por bailar en eventos populares y mítines políticos, lo cual le ha agregado muchas simpatías entre los coahuilenses, quienes lo consideran un personaje muy cercano al pueblo.
Otras consideraciones que posiblemente se interpondrán en sus aspiraciones de liderazgo del PRI, son que, durante los procesos de sucesión presidencial, una de las prácticas dentro del tricolor es que a la dirigencia de este partido van quienes dentro de los tres cargos más importantes pudieran ser los sustitutos del candidato a la Presidencia de la República.
Es decir, quienes ocupen la presidencia, la secretaría general y la coordinación de la campaña del candidato del PRI a Los Pinos, deben estar en condiciones legales, físicas y políticas de entrar en lugar del candidato, en caso de que las circunstancias así lo exigieran.
Esta regla es hoy más vigente que nunca dentro del PRI, luego de lo ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana.
Entonces, lo que se jugará en la sucesión de Beatriz Paredes de diciembre a marzo del próximo año no es sólo la sucesión en la presidencia del PRI, sino la preparación de una serie de al menos 3 posibles precandidatos sustitutos a la Presidencia de la República.
¿Los poderes fácticos dentro del PRI, los otros gobernadores priístas (sobre todo los que acaban de ser electos), los dirigentes de los sectores campesino, obrero y popular, las representaciones de los alcaldes del tricolor, los otros elementos que influyen en una decisión de esta naturaleza creen que Humberto Moreira debe ser uno de estos cargos dentro del Revolucionario Institucional?, ¿Qué debe ser el próximo presidente de este partido?
Si es así, sin duda que también contará en esta serie de voluntades la abierta afiliación de Moreira a la corriente de Elba Esther Gordillo, la dirigente vitalicia del magisterio, propietaria del partido Nueva Alianza y aliada del presidente Felipe Calderón.
Pero sobre todo contará que luego de que quedaron fuera de la contienda por la presidencia del PRI los gobernadores de Veracruz, Fidel Herrera y el de Oaxaca, Ulises Ruiz, las cúpulas partidistas comenzaron a mencionar el nombre del sonorense y coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, como posible sucesor de Beatriz Paredes.
El caso es que Beltrones sí podría ser un relevo de Peña Nieto en caso de que se requiriera y, si no se requiere, ser un líder fuerte, determinante del PRI en el próximo proceso presidencial del 2012 para luego ser incluido quizá como secretario de Gobernación en el gabinete del actual mandatario mexiquense.
Claro, todas estas son proyecciones de analistas políticos que podrían quedar rebasados si Moreira en realidad llega a la presidencia del PRI. Sólo que entonces la perspectiva del futuro priísta cambiaría radicalmente.
Para comenzar nadie podría cuestionar que otros funcionarios pudieran dejar a sus parientes en el cargo.
Ni tampoco se podrían llamar sorprendidos con el reingreso de Elba Esther al PRI o una posible coalición del tricolor con el Partido Nueva Alianza.
Por lo pronto Moreira dice:
“Se los juro, no quiero ser Presidente (de la República )… yo traigo otras aspiraciones. Hay gente que si tiene aspiraciones reales para eso y yo me sumaré a ellas…
“Por ahora estoy trabajando como gobernador, pero con toda seriedad voy a revisar la posibilidad de postularme como candidato a presidente nacional de mi partido…pero con una condición: de quien llegue al liderazgo, renuncie a querer ser Presidente de la república… No podemos pensar en un PRI cuyo presidente o presidenta esté pensando, en la etapa cercana a la elección, en estar creciendo para ser postulado como candidato a la Presidencia de la República”.
Consideró que incluso se deben modificar los estatutos para invalidar a quien desde la dirigencia del PRI quiera ser candidato a Los Pinos.
Lo que debe hacer quien llegue a la dirigencia nacional del tricolor, dijo, es destacar todo lo que el país ha logrado gracias a los gobiernos priístas…
“Sí en años hubo errores, también hubo grandes aciertos y en este momento que ya no está el PRI en el gobierno federal, hay muchos dolores y pocos aciertos”.
Moreira Valdés nació el 28 de julio de 1966 en Saltillo, Coahuila y sus padres son los profesores Rubén Moreira y Evangelina Valdés y está casado con Vanessa Guerrero Martínez, con quien tiene 4 hijos.
Es egresado de la Escuela Normal de Coahuila como profesor de primaria y ha hecho otras licenciaturas, diplomados en la Universidad Iberoamericana. Fue maestro de primaria y luego ocupó varios cargos administrativos siempre dentro del área educativa, hasta llegar a alcalde de Saltillo para el período del 1 de enero de 2003 al 15 de junio de 2005.
Fue electo gobernador en 2005 y debiera concluir el uno de diciembre de 2011. Durante los pasados 4 años se ha significado por pelearse con los presidentes panistas Vicente Fox, por el caso de los mineros muertos en Pasta de Conchos, y con Felipe Calderón por la política de seguridad pública.