El IMSS abre 25 mil nuevos espacios en guarderías
Elsa Rodríguez Osorio, Salud miércoles 11, May 2016Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Terapia cognitiva conductual para el dolor de cabeza
- Control de infección vital en la úlcera venosa crónica
El Instituto Mexicano del Seguro Social abrirá 25 mil nuevos espacios en guarderías, atendiendo a 225 mil niños y niñas.
Esto implica un incremento de 150 por ciento en los espacios disponibles en las guarderías.
Además ya no es necesario realizar una valoración médica en la clínica familiar del IMSS, para el reingreso de los menores a las guarderías después de una enfermedad.
Ahora, este certificado lo puede emitir cualquier médico particular, reduciendo en más de 1.2 millones de visitas a las clínicas del Instituto.
También, dentro de sus 1,376 guarderías, implementaron nuevos menús en beneficio de la salud de los menores que se encuentra libre de azúcares añadidos, sodio y grasas saturadas.
Asimismo se han simplificado los trámites para las 75 mil futuras madres que deciden atender su parto fuera del IMSS, ya que estaban obligadas a acudir a 4 o 5 revisiones médicas para obtener su incapacidad por maternidad.
Ahora estos trámites se realizan de manera digital. Tampoco las pensionadas o jubiladas ya no tienen que acudir al Instituto para demostrar que están vivas, pues el pase de supervivencia se ha eliminado.
******
Algunas tácticas para controlar el dolor de cabeza si bien no permiten librarse de él, ayudan a sobrellevarlo mejor. Por ejemplo, la terapia cognitiva conductual, por lo general beneficia a las personas que lidian con dolor crónico. En esa terapia, se examina la forma negativa en la que uno puede pensar sobre el dolor o reaccionar ante él y se aprende cómo reestructurar los pensamientos y conductas para controlar mejor la vida, pese al dolor, y seguir adelante de forma sana y productiva.
Existen pruebas claras respecto a que la terapia cognitiva conductual no sólo es capaz de mejorar el dolor de forma significativa y prolongada, sino que permite un mejor funcionamiento diario.
Otras técnicas que pueden ayudar a reducir el dolor son control del estrés, tácticas de relajación, fisioterapia y terapia ocupacional, terapia del sueño y manejo del estilo de vida. Otros procedimientos son acupuntura que consiste en introducir agujas finas en puntos específicos de la piel, pueden ser útiles a veces para reducir la intensidad y frecuencia de los dolores de cabeza. Además, aprender sobre la biorretroalimentación puede resultar útil porque con esa técnica, se puede reducir el dolor de cabeza mediante una mayor concienciación y posterior cambio de las respuestas corporales ante el dolor, como tensión muscular y frecuencia cardíaca.
Los medicamentos para el dolor de cabeza son un tratamiento viable pero su consumo debe limitarse por especialmente los opioides, que, solo deben usarse para dolor fuerte que no responde a otros medicamentos y su tiempo de consumo debe ser limitado.
*****
Cifras del IMSS revelan que 6 de cada 10 pacientes adultos que acuden al servicio de angiología presentan várices o insuficiencia venosa crónica. Aunque suele interpretarse como problema estético sus síntomas, hinchazón, y pesadez en sus extremidades inferiores pueden convertirse en llagas que al no poder cicatrizar pueden convertirse en úlceras o llagas.
De acuerdo con el doctor Ricardo Rodríguez, angiólogo y cirujano vascular, las úlceras venosas son el resultado del deterioro progresivo que presentan las venas ya sea profundas o superficiales, y pierden la capacidad de transportar sangre al corazón de forma constante, lo más grave es cuando se infecta ya que el dolor y olor pueden ser desagradables.
Lo más importante es controlar la infección a través de antibióticos y el uso de un apósito o laminilla que se adhiera a las superficies infectadas con bacterias u hongos, de manera que contribuyan a disminuir y evitar su reproducción.
La empresa farmacéutica BSN, en su línea medicinal, presenta apósitos con superficies repelentes al agua que se colocan adhieren a las membranas de los agentes infecciosos que también están compuestos por agua.
De este modo, no sólo reducen la cantidad de bacterias e inflamación en la zona, sino además absorben el líquido que sale de la llaga. Los apósitos pueden cambiarse cada 5 días, dependiendo de la severidad de la infección, sin temor a que la piel cicatrizada se arranque o retrase su curación. La ventaja es que cuando los apósitos son removidos se llevan consigo las bacterias y los hongos.