Escenarios
Ramón Zurita Sahagún martes 10, May 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Llegar a la contienda electoral del 2018 con la mayoría de los principales estados en manos de la oposición, representaría una catástrofe para el PRI.
Un escenario desastroso pintaría que el Distrito Federal, Veracruz, Puebla, Nuevo León, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Tamaulipas estuvieran gobernados por la oposición y que Jalisco que va en elección concurrente con la presidencial se encaminará a convertirse en la segunda estrella de Movimiento Ciudadano.
Eso dejaría que solamente el Estado de México (nadie duda que refrende la supremacía el PRI en 2017) y Guerrero dentro de los diez estados con mayor población estuviesen en manos del partido tricolor.
La situación es de alarma dentro del Partido Revolucionario Institucional, por lo que se abocan a defender dos de las plazas en juego en los comicios del 5 de junio próximo.
Una la gobiernan ellos (para su mala fortuna) y la otra es gobernada por la izquierda.
Puebla la saben perdida, con todo y el esfuerzo sobrehumano que realiza su candidata al gobierno estatal Blanca Alcalá Ruiz y Tamaulipas, se les entrampó desde hace tiempo.
El resto de los estados en concurso dentro de este proceso electoral del 2016 no resulta tan representativo, aunque en uno de ellos hay especial interés en los resultados.
Se trata de Hidalgo, entidad que ya gobernó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien encabeza las preferencias con rumbo al 2018.
Veracruz es el enclave a conservar, la campaña de su candidato Héctor Yunes Landa continúa en crecimiento, aunque se mantienen los grupos que buscan la derrota de este partido, al costo que sea.
Pero los priístas también han desplegado toda su estrategia para mantener la entidad en su poder, sin importar lo que tengan que afrontar.
Por principio, operan conjuntamente con los candidatos que desertaron del PAN y que buscan distraer el voto de los panistas inconformes con la postulación de Miguel Ángel Yunes Linares.
Nunca se había visto que de un mismo partido surgiera tal cantidad de candidatos, como lo son ahora el independiente Juan Bueno Torio; la petista Alba Leonila Méndez y el del PES, Alejandro (“Pipo”) Vázquez Cuevas.
En Veracruz se considera que la aportación de estos personajes podría alcanzar el 10 por ciento de los votos, la mayoría para Bueno Torio, con lo que se anularían las posibilidades de victoria de Yunes Linares.
Lo de Cuitláhuac García es muestra del descontento general en el país, pero dista mucho de subirse a la contienda a la par de los primos Yunes.
Veracruz todavía encuentra la moneda en el aire y cuando caiga al suelo puede favorecer a uno de los dos Yunes, por lo que el PRI respira aunque mantiene la angustia.
En Oaxaca, impactó tremendamente la nominación de Benjamín Robles Montoya, por el lado del PT y el rompimiento de la alianza con la izquierda y el PAN, por lo que el candidato de esa alianza, José Antonio (Pepe Toño) Estefan Garfias, no consolidó el que sean gobierno en el estado.
Es cierto que no se le pueden descartar sus posibilidades en las urnas, pero el PRI con su candidato Alejandro Murat Hinojosa, siente que Oaxaca regresará pronto a los gobiernos tricolores.
Los demás estados no preocupan demasiado al PRI, aunque Tlaxcala y Zacatecas, se vean sumamente competidos y en el primero de los estados mencionados se considera que solamente un milagro salvaría al priísta Marco Antonio Mena de la derrota. La disputa real está entre la panista Adriana Dávila Fernández y la perredista Lorena Cuéllar Cisneros.
En Zacatecas revivió el candidato de Morena, David Monreal Ávila, cuya candidatura le había sido arrebatada por el INE y parece repuntar y emparejar los momios con Alejandro Tello Cristerna, del PRI.
La alianza PAN-PRD con Rafael Flores se desplomó y la disputa solamente está entre priísta y morenos.
Sinaloa brilla como un sol resplandeciente para los priEntre Texto:
sus litigios anteslovatoriamente con el Departamento de Justicia estadounidense.slado, pero el abogado que lleva eístas que ya se ven en el gobierno estatal, aunque en realidad nunca se fueron, porque “Malova”, que ganó apoyado por una coalición de oposición resultó más priísta que Juan S. Millán o Jesús Aguilar Padilla.
Durango se encamina a un nuevo fracaso del candidato de la alianza PAN-PRD, José Rosas Aispuro, una vez que se solucionaron las pugnas entre el candidato del PRI a gobernador esteban Villegas Villarreal y la candidata en Gómez Palacio, Juana Leticia Herrera.
Aguascalientes anticipa un proceso electoral sumamente cerrado en las urnas, con la candidata del PRI, Lorena Martínez y el panista Martín Orozco disputando voto por voto.
Chihuahua muestra cómo el candidato independiente, José Luis (“Chacho”) Barraza se desplomó y la contienda se advierte entre el priísta Enrique Serrano y el panista Javier Corral.
La celebración del debate entre candidatos podría modificar el escenario.
Lo que sí queda claro del proceso electoral del 5 de junio es que cuando menos media docena de los procesos electorales se irán a tribunales.
Veracruz, Oaxaca, Chihuahua, Tamaulipas y Aguascalientes encabezan dicha lista. Los dos primeros han sido recurrentes en llevar sus litigios ante esa instancia cuando menos en los dos pasados procesos electorales.
En cambio en Hidalgo y Sinaloa, parece ser que la diferencia será tan grande que no habría pretexto alguno para impugnaciones.