IPN, al filo de la navaja
Sin categoría lunes 9, May 2016Como veo, doy
Jorg Palacios
- Nuño Mayer no cae en ardides paristas
El conflicto provocado por un pequeño grupo de lidercillos políticos al interior del Instituto Politécnico Nacional escaló a su etapa de mayor crisis, la comunidad académica en general vive momentos de total confusión y en ese ambiente el semestre lectivo está al filo de la navaja.
Si en las próximas horas existiera una solución o un acuerdo tal vez todavía haya posibilidades de salvar el periodo escolar, pero de no suceder esto no habrá nada que recupere el tiempo dedicado porque todo esfuerzo de maestros, investigadores y estudiantes se irá al bote de la basura y habrá que comenzar de nuevo cuando los secuestradores del campus politécnico satisfagan sus emociones y dejen libres los accesos a quienes si tienen ganas de aprovechar sus estudios.
El pretexto no podría ser mejor, los secuestradores de las instalaciones aprovecharon una decisión de tipo administrativo para jugar sus cartas.
La SEP anunció una mayor coordinación y más acercamiento de los planes de trabajo del IPN adscribiendo sus funciones a la oficina del secretario, lo que en principio generó una confusión porque el tema no fue lo suficientemente claro y eso fue aprovechado por los activistas de siempre, los que están disfrazados con credencial de estudiantes para generar caos, parálisis, revueltas, suspensión de clases, clausura de instalaciones, y todo lo que les indiquen quienes subsidian ese tipo de acciones desde la nomenclatura de un partido político.
Es cierto, el movimiento administrativo no fue lo suficientemente claro al darse a conocer, pero hoy en día todo mundo sabe que este busca una mayor coordinación y mejor toma de decisiones en los planes de estudio que se impulsan desde diversos frentes, en el campo administrativo, entre los maestros, con los investigadores, pero sobre todo con los alumnos, porque la comunidad politécnica así lo demandó y en ese sentido se estaba trabajando desde el cambio que se dio a fines de 2014 en la dirección del IPN, es decir desde que llegó Enrique Fernández Fassnacht.
El referido cambio administrativo se dio en el marco de las celebraciones del 80 aniversario de la fundación del IPN, desde entonces los revoltosos de siempre (los que buscan sus cinco minutos de fama) han ido reinventando su agenda, unos días dicen una cosa y al día siguiente cambian de postura.
Así sucedió con la petición de querer dialogar y tomar decisiones directamente con el titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, quien de inmediato les tomó la palabra y a los solicitantes les propuso una reunión deliberativa y concluyente, de toma de compromisos.
Los solicitantes aceptaron, pero a unas horas de que se celebrara la reunión éstos cambiaron de opinión y en su lugar propusieron otra fecha y otro formato.
Claro, sabían que tendrían la respuesta clara y contundente de las autoridades de la SEP en cuanto al motivo por el que paralizaron al IPN, y con ese cambio demuestran una vez más que no buscan soluciones, lo que quieren es alargar el tiempo para que crezca el malestar entre la comunidad politécnica.
Los paristas no buscan el regreso a clases, buscan que el malentendido escale a la esfera del ambiente político y así lleguen hasta el 5 de junio próximo, para que ese sea un motivo más de reclamo entre quienes desde ahora se sienten derrotados, tanto en la conformación de la Asamblea Constituyente que habrá de redactar la nueva Constitución de la Ciudad de México como para apoyar, al grito de “fraude”, las protestas ante resultados adversos en los doce procesos electorales que se celebrarán al interior de la República para renovar gubernaturas.
Eso es lo que quieren, el IPN es un medio.
Y tan lo quieren así, que en la petición de querer tener una reunión con el titular de la SEP con formato de asamblea abierta vislumbran escenarios a su favor, todo un ardid, primero porque (ya dijimos que no buscan soluciones) una reunión con esas características es ideal para la provocación, para meter reventadores de asambleas, para contar con francotiradores verbales y todo tipo de situaciones ajenas a los intereses estudiantiles y académicos.
Los buscapleitos saben también que una asamblea abierta sería el espacio por antonomasia donde los verdaderos estudiantes, que son mayoría, buscarían tener una participación activa y hacer valer su voz, y esa acción daría paso a una posible confrontación o choque entre estudiantes, donde ya está visto los intransigentes paristas son buenos para el desmán. Eso es lo que quieren.
Dado que en este asunto lo que se requiere es una solución inmediata, que la división o confrontación entre estudiantes no crezca y que toda la comunidad politécnica regrese a sus actividades normales, nos parece acertada la decisión de Nuño Mayer al anunciar que no asistirá a la reunión en asamblea abierta con los paristas y hace bien porque éstos jóvenes han dado muestras suficientes de que sus intereses ya no son los del IPN sino que detrás de este movimiento hay toda una agenda política de oscuros intereses, que hay manos ajenas que lo único que buscan es manipular al movimiento estudiantil con fines de desestabilización social. Eso se ve, se siente… las cartas morenas están presentes.
VA MI RESTO.- Quienes calculan que con este movimiento pierde Aurelio Nuño Mayer, están muy equivocados, los que pierden son los jóvenes, pierde México, así que no se equivoquen, y hasta ahí porque como veo, doy.