Disminución de senadores y diputados, el otro pendiente
¬ Mario San Martí miércoles 4, May 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Ahorro del gasto público y facilitar los acuerdos, el fin
- 400 diputados y 96 senadores, propuesta del PRI
No hubo leyes anticorrupción, ni tampoco nuevos mecanismos de coordinación policial en el combate a la delincuencia organizada y eso obliga a revisar y evaluar el trabajo de nuestros legisladores, revisión que necesariamente tiene que pasar por un planteamiento que no es de ahora, pero ante los magros resultados bien vale la pena someter nuevamente a la consideración de nuestros lectores y va en el sentido de que si ha llegado el momento de reducir el número de diputados y senadores. Yo opino que sí.
Y es que mucho se ha dicho en estos días sobre los pendientes que diputados y senadores dejaron en la charola de entrada de los asuntos que les llegan para su análisis, discusión y posible aprobación, incluso, con ironía se dice que muchos de ellos ni siquiera alcanzaron a ser distribuidos y la ventanilla de recepción -hasta ahora- es su único trámite
En los trabajos legislativos se habla de consensos y disensos respecto a los temas de la agenda nacional, algunos temas pasan bajo la lupa de especialistas, pero está visto que en la mayoría de las veces se imponen visiones partidistas.
Se comenta que los integrantes del Congreso de la Unión perdieron una valiosa oportunidad de dar respuesta a los pendientes de la nación y probablemente subsanen su falta con la realización de un periodo extraordinario, pero la percepción que hacia afuera existe sobre el trabajo legislativo es que hoy han quedado a deber en el procesamiento de leyes que hacen falta al país.
Por ser cámara de origen, el Senado de la República dejó expectante a su colegisladora, la Cámara de Diputados, con tres temas que en general la población esperaba nuevas reglas de juego en materia del combate a la corrupción, coordinación de las policías en los tres niveles de gobierno con la iniciativa conocida como el Mando Único y con urgencia algunos pacientes veían una posibilidad de atención en sus padecimientos con la aprobación de la norma que autoriza el consumo y uso de la mariguana con fines medicinales.
No hubo acuerdos al respecto en la Cámara alta, pero aunque de última hora los proyectos legislativos hubieran llegado a la Cámara baja, se daba por sentado que, en el mejor de los casos, el trámite tendría que pasar por la realización de un período extraordinario aunque, siendo más realistas que escépticos, los demandantes de estas acciones creen que los temas serán parte del segundo año de ejercicio de la actual legislatura.
Y no hubo acuerdos, porque a la vista de muchos, los temas aludidos fueron contaminados con aspectos de tipo electoral, al grado que los congresistas tuvieron que aplicar medidas como el Hoy No Circula, y al parecer fue esa la razón de que las ideas dejaron de circular respecto a la agenda legislativa, cosa que seguramente entre ellos dirán que fue lo mejor, aunque muchos opinemos que no fue la medida más correcta.
Y es que no es justo que por alegatos y discusiones ajenos a los problemas nacionales, el debate, el cabildeo y el interés sobre los temas de la agenda legislativa se hayan detenido, eso aún a sabiendas de que entre los habitantes del país en su mayoría opina que la inseguridad y la corrupción son el principal problema percibido por los mexicanos al iniciar 2016.
El planteamiento de reducir el número de legisladores no es nuevo, en la última década se ha hablado mucho sobre el avance democrático que vive nuestro país pero también de la necesidad de impulsar reformas de Estado. Ya vimos pasos firmes en el impulso de las reformas estructurales impulsadas por el Ejecutivo federal, se vislumbra un periodo extraordinario para temas en materia de seguridad, corrupción y mariguana, o por lo menos se percibe que ya no tardan en formar parte de nuestra realidad normativa.
Entonces, lo que sigue es sacar de la congeladora una iniciativa que no hace mucho presentó el grupo parlamentario del PRI en el Senado, aquella que plantea reducir el número de diputados y senadores de representación proporcional, de 500 a 400 los diputados y de 128 a 96 los senadores.
En la exposición de motivos, los legisladores priístas reconocen que una disminución del Congreso favorecería a un mejor funcionamiento de las tareas parlamentarias y traería un ahorro económico significativo al Estado mexicano al reducirse la carga burocrática.
La iniciativa además plantea que la reducción de integrantes en la Cámara de Diputados y en el Senado contribuirá a fomentar el ahorro del gasto público, a facilitar los acuerdos, a trabajar con mayor eficiencia y, sobre todo, a responder a una demanda que por años ha expresado la ciudadanía sobre el extenso número de legisladores. Pues sí, ese es otro pendiente en la agenda legislativa.
UN DATO: Durante su campaña política como candidato a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto propuso que, de ganar, durante su administración impulsaría una iniciativa que tuviera como fin “reducir el número de diputados en cien diputados, 32 senadores (ambos por la vía plurinominal) también eliminarlos, para que realmente tengamos un Congreso que funcione de mejor manera y que pueda respaldar de manera más efectiva las propuestas que tenga el gobierno”. La iniciativa en ese sentido ya está con los senadores, creo que en tiempos de crisis es tiempo de rescatar la idea. Ojalá ahí si haya consensos, porque es otro pendiente.