La verdadera alternancia
Francisco Rodríguez miércoles 4, May 2016Índice político
Francisco Rodríguez
Periodistas, académicos y analistas críticos en varias latitudes, coinciden en señalar que el verdadero momento político de alternancia de sistema que se ha vivido en México los últimos 16 años, es el actual: pasamos de un sistema institucional, manejado por pasmarotes, a un caprichato.
Las sustituciones del mando que se dieron en el año 2000 para dar paso al trágico docenato panista, fueron sólo una ilusión mediática. Llegaron a sentarse en la silla presidencial gente de sacristía y escapulario como Fox y Calderón, de quienes nunca se supo cuál era la característica que los diferenciaba de los priístas Ernesto Zedillo, de Carlos Salinas de Gortari, o de Miguel de la Madrid. Más de lo mismo, pues.
El desperdicio del “bono democrático” y de las falsas esperanzas con que se activaron las expectativas de la población, al elegir inconscientemente al estulto lenguaraz del Bajío fue de antología, lo mismo que el resultado amafiado de las autoridades electorales, mediante las cuales consiguió el moreliano Calderón, autoimponerse la banda tricolor.
Empero, lo que ha resultado un diseño maquinado para destruir la credibilidad, la confianza y la funcionalidad del sistema político, el cual logró lo que quiso desde un principio.
Vigente, el sistema político
El sistema político es lo que llegó para querer quedarse. Lo que alucina a las nuevas comaladas políticas -Portes Gil dixit- para “hacerse de mulas Pedro”, lo más rápido, salvaje y cínico que se pueda; solucionar de cuajo sus problemas económicos en varias generaciones. ¡Vaya visión de Estado! Es este el único lugar del mundo donde el titular de SHCP puede darse el lujo de expresar en días pasados: “El Fondo Monetario Internacional respalda a México. La prueba es que le está pidiendo que baje el déficit”. (!) O sea, te respaldo, pero ya no me pidas más, ya no endeudes a los mexicanos, porque no respondo.
Es este el único lugar del mundo donde se puede boletinar oficialmente al así, y en ningún periódico o noticiario televisivo aparece ni la más ligera mención, ni un comentario siquiera superficial, mucho menos crítico, sobre esa monstruosa contradicción.
La realidad vil, objetiva, es que el sistema no ha cambiado un ápice, el árbitro, el conciliador, la última y poderosa instancia de negociación, el ejecutor mágico de lo que no admite demora ni postergación: la Presidencia de la República.
Independientemente de que no ha cambiado el sistema, lo más lamentable es que nadie ha hecho nada para cambiar el régimen, acartonado y catatónico. La estructura jurídica básica, sigue siendo la que nos legaron Benito Juárez, Porfirio Díaz y Plutarco Elías Calles.
No han cambiado las instituciones, sólo se erosionó su credibilidad y se atizó a la pobreza. No han cambiado las pautas de conducta de sus gobernantes, sino que su visión de la vida y del mundo es la de hombres proclives a ser gerentes trasnacionales, como los infaustos ejemplos de Salinas, Zedillo, Fox y Calderón.
No ha cambiado el poder real, pero se han perdido los controles, la eficacia de sus interlocutores para atender lo importante y lo urgente. No cambió nuestra ubicación geopolítica, sólo hemos pasado a la cola de los renglones de productividad, distribución del ingreso, competitividad y capacidad de compra, lo mismo que a los primeros lugares en hambre y educación.
No cambió el desastroso régimen de partidos políticos, sino que estas franquicias se sumieron en un profundo descrédito, fueron absorbidas por la fascinación del dinero público, absolutamente corrompidas y, por lo mismo, libran interminables guerras intestinas en la cúpula de sus dirigencias.
No se abatió la corrupción, no se mejoró un milímetro la seguridad. Sólo creció la irritación social y los factores de inestabilidad, como la guerrilla, el crimen institucionalizado, los ajusticiamientos, las ejecuciones, las desapariciones forzadas…
… las vendettas entre mafias, las patentes para ejercer el narco, que han despedazado al país. Sin embargo, lo que parece mentira: el rostro del tráfico de drogas, por dañino que se haya presentado, hoy constituye un salvavidas a una economía secada y liquidada por ambiciosos trepadores del aparato administrativo.
Confiesan Gamboa y Camacho
El engaño mediático y la estulticia real, han masacrado cualquier esperanza. México es dependiente crónico de la desaforada ambición de sus élites, formadas al amparo de las concesiones, regalos en charola de plata, encubrimientos y complicidades con el poder. El gobierno ya sólo baila al son que ellos le toquen.
Los poderes privados, las redes informales de poder, el dinero amasado por obra y gracia de la connivencia, ya rebasan con mucho, la capacidad de organización, la operatividad, el debilitado y consumido aparato gubernamental. Tienen un mejor sistema de lealtades, mayor prestigio e influencia en el extranjero, ¡son más legítimos que sus valedores!
Han arrinconado de tal manera al poder formal constituido que los “coordinadores parlamentarios” en las Cámaras de Diputados y Senadores, César Camacho y Emilio Gamboa, reconocen que en esos recintos se viola todos los días la Constitución… seguro para corresponder a sus exigencias.
El poder formal debe agacharse ante los mercachifles, apapacharlos, colmarlos de condecoraciones cívicas del mayor nivel establecido, rogarles su participación en presidiums —la voz latina correcta es presidia— que se utilizan chabacanamente sólo para expectorar una sarta de incoherencias, sandeces y gazapos, a falta de qué presumir.
Desgraciadamente, en cualquier análisis de prospectiva que se intente hacer del sistema político mexicano -o de lo que se cree que quede de él-, el engaño, la estulticia y los bastonazos de ciego, ocupan lugar preponderante.
A falta de obra pública, de justicia y seguridad, de programa de gobierno, de proyectos colectivos que convoquen a la conciencia colectiva, de gente de gobierno con figura humana, lo único que queda en esta alternancia es el engaño.
¿Eso es suficiente para conformarnos? Según dicen los encuestadores de cabecera, ¡parece que sí!
¡Que estamos preparados para elegir otro disléxico y repetir la misma historia de desprecio y de saqueo, de aquí a la eternidad!
Índice Flamígero: Escala la violencia en Tamaulipas. Hace dos días mataron al chofer del gobernador Egidio Torre Cantú. Iba a bordo de un vehículo oficial. Apareció degollado. + + + Venció el plazo que los contribuyentes teníamos para pagar impuestos. ¿Los pagó usted? ¿Ya se puso a mano con “Lolita” para no encontrarse más tarde con “Dolores”? Hasta donde este escribidor ha sabido, son decenas o centenas de empresas las que no lo hicieron en marzo, porque prefirieron cubrir sus nóminas antes que las de los altos funcionarios y miles de personas físicas quienes no lo hicieron en abril, pues optaron por comprar comida para sus hogares, antes que pagar los suntuosos gastos de representación de quienes decidieron vivir del presupuesto y no, como nosotros, en el error –El Tlacuache Garizurieta dixit. De acuerdo con cifras del informe de finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda, entre las empresas y las personas físicas adeudaron 557 mil 963 millones de pesos al primer trimestre del año, cifra 17% superior a la registrada en igual periodo de 2015. La situación de la economía de mal en peor. + + + Sobre el robo en los arsenales militares, me informan que en Michocán hay decenas, centenares de armas que el ex comisionado Alfredo Castillo sustrajo. No las encuentran, pero sí han hallado casquillos expulsados de esos artefactos en cadáveres. Que tal es la razón por la que no liberan al injustamente encarcelado doctor José Manuel Mireles. Porque él está al tanto de esta transa de Castillo Cervantes, primo del consejero jurídico Humberto Castillejos Cervantes, aspirante y/o promotor de cambios en la PGR.
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