Los Yunes y diretes
Freddy Sánchez martes 3, May 2016Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Uno escucha las acusaciones de corrupción que se le hacen a Miguel Ángel Yunes y se horroriza. Si después escucha al acusado acusar a sus detractores para defenderse se horroriza, también.
De ambos lados ha salido “lumbre” incriminatoria por toda clase corruptelas y abusos del poder, lo que deja “mal parados” a los que mutuamente se acusan de prevaricación, indecencia, simulación, contubernio con criminales y cosas peores.
Un “guerra sucia”, a juicio de Miguel Ángel Yunes Linares (candidato del PAN-PRD al gobierno de Veracruz), cuyo propósito es impedir a toda costa que asuma la gubernatura veracruzana en la próximas elecciones, a sabiendas de que actuará penalmente contra el actual gobernador Duarte y todos los mafiosos que según el dicho del aludido han destrozado al estado.
Dijo por ello que al estar arriba en las encuestas con diez puntos de ventaja, los priístas, temerosos de lo que se vendrá en su contra si arriba al gobierno de Veracruz, optaron por tramar las acusaciones que se le han hecho, las cuales aseguró que son falsas de toda falsedad.
Afirmó que no fue una filtración en internet del grupo “Anonimus” la lista de propiedades que se le atribuyen como suyas y de su familia, sino parte de una comedia entre Duarte y una televisora para desacreditarlo con mentiras.
En distintas entrevistas periodísticas que le han hecho, aseveró que el gobernador en turno y sus incondicionales se pusieron a revisar los archivos del Registro Público de la Propiedad y cualquier bien encontrado a nombre de un Yunes se lo endilgaron como propio, sin serlo realmente.
Por otro lado, proclamó a los cuatro vientos que la declaración patrimonial denominada como “tres de tres” que presentó como respaldo a su candidatura al gobierno veracruzano es legítima y por lo mismo no tiene temor de que se le sancione si se descubre que mintió. Sus acusadores en cambio lo tildan de hipócrita, sinvergüenza y mentiroso.
Con sarcasmo afirman que es imposible que la gran fortuna que detenta el acusado y su familia la hayan obtenido vendiendo sushi, pues muchos saben bien que en su paso por distintos cargos públicos el señor Yunes Linares se dedicó a enriquecerse por medios ilícitos.
Todo lo contrario del candidato del PRI al mismo gobierno de Veracruz (otro Yunes, primo del anterior), a quienes sus partidarios atribuyen una honestidad a toda prueba, al asegurar que cada uno de los bienes en su poder los adquirió con el dinero de sus salarios.
De uno y otro lado pues se entona la misma canción. Con índice de fuego desde ambos flancos se acusan de corruptos, abusivos y de ser lo peor de lo peor, en tanto que los acusadores se atribuyen el loable mérito de siempre haber actuado con rectitud en el ejercicio de la función pública.
Y como todo ha sido denostar a los otros con acusaciones sin ton ni son, para después negar la veracidad de las acusaciones que llegan del otro lado, la verdad es difícil saber quién miente o dice la verdad.
Justo sería por lo tanto que cada acusación hecha se investigue conforme a derecho con un auténtico afán institucional de actuar sin miramientos contra los corruptos y mentirosos en torno a la disputa por la gubernatura de Veracruz.
De otro modo simplemente seguiremos viendo la burda tragicomedia de los Yunes y diretes.