Percepciones
Ramón Zurita Sahagún martes 3, May 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Uno de los estados en que mayor competencia electoral se percibe es Tamaulipas, donde como en la mayoría de los 12 en competencia, la disputa se da entre dos partidos, PRI y PAN.
Baltasar Hinojosa Ochoa y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, son los candidatos del PRI y PAN, respectivamente y quienes mayores posibilidades de ganar tienen el próximo 5 de junio.
Tamaulipas es una entidad en la que los priístas no han perdido nunca el control del estado, desde la fundación del PRI y su padre y abuelo, PMR y PNR.
En esos 87 años de gobiernos tricolores han desfilado gobernadores de todo tipo, desde el ex presidente Emilio Portes Gil, pasando por una serie de ex secretarios de gabinetes presidenciales, como son los casos de Marte R. Gómez, Emilio Martínez Manatou y Américo Villarreal Guerra, aunque recientemente algunos de los gobernantes de esa entidad han sido vinculados con la delincuencia organizada.
Siendo un estado fronterizo en el que se formaron distintos grupos de la delincuencia organizada, como “Los Zetas” y el Cártel del Golfo, entre otros y se han producido grandes matanzas de indocumentados, sicarios y ciudadanos comunes, la entidad es centro de atención del gobierno mexicano, como de previsión de Estados Unidos.
En Tamaulipas ocurrieron los primeros descubrimientos de fosas clandestinas, con cientos de cadáveres y sucedió uno de los grandes atentados en la historia política del país, cuando el candidato del PRI al gobierno estatal, Rodolfo Torre Cantú y varios de sus colaboradores fueron masacrados unos cuantos días antes de los comicios.
Rodolfo estaba catalogado como el gran favorito en esos comicios sacando, según encuestas, más de 20 puntos de ventaja a su más cercano competidor.
Ante la premura de los tiempos y la gravedad del acontecimiento, el PRI habilitó al hermano mayor de Rodolfo (Egidio) como su candidato a gobernador, quien ganó con gran facilidad.
El resultado de la pasada elección (2010) favoreció al PRI con amplitud, al ganar con el 61 por ciento de los votos el actual gobernador Egidio Torre Cantú, respaldado por el voto de castigo contra la violencia, mientras el candidato del PAN, José Julián Sacramento, obtuvo apenas el 30 por ciento.
De esa forma, el Revolucionario Institucional se reposicionó en la entidad, luego de que en 2004, Eugenio Hernández ganará con un porcentaje de 58 por ciento contra 32 por ciento del entonces panista Gustavo Cárdenas (hoy candidato a gobernador del Movimiento Ciudadano).
En 1998, Tomás Yarrington ganó los comicios para gobernador con 53 por ciento de los sufragios en contra de los 26 por ciento de Gustavo Cárdenas.
En lo que se refiere a gobernador, los priístas siempre han ganado con soltura a sus adversarios, aunque en el terreno de los ayuntamientos, los priístas han perdido en ocasiones diversas los principales municipios del estado como son Tampico, Nuevo Laredo, Matamoros, Reynosa, Ciudad Madero y otros más.
Y aunque los priístas externan confianza de mantener el control del estado, la percepción entre la población es otra, ya que la campaña del candidato de Acción Nacional, García Cabeza de Vaca está prendiendo entre la ciudadanía.
Con todo y ello, una reciente encuesta publicada en Tamaulipas revela cifras de 15 puntos de diferencia entre el candidato del PRI y el del PAN, favorable al primero.
Según esta encuesta, levantada entre el 15 y 17 de abril, el candidato Baltasar Manuel Hinojosa Ochoa tiene números de 51 por ciento de las preferencias ciudadanas contra 36 por ciento de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Incluso, se publica un comparativo del 12 al 15 del mes de febrero, donde Hinojosa Ochoa tenía 52 puntos contra 37 de García Cabeza de Vaca.
Los demás no pintan para nada, ya que entre todos reúnen un 13 por ciento de las preferencias electorales.
En Tamaulipas participan con candidatos los partidos Movimiento Ciudadano, Movimiento de Regeneración Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo, Encuentro Social y un independiente.
La reciente encuesta se levantó entre mil 200 ciudadanos, con un índice de confianza del 95 por ciento y un margen de error de más-menos tres por ciento.
Esos son los números que pueden ser considerados como reales de la casa encuestadoras, pero otra cosa es la percepción de la gente, la que considera que la mayoría está con el aspirante presentado por Acción Nacional.
Dicen las calles que se presenta un aire renovador, con la alternancia en el poder y que se espera del siguiente gobernador, gane quien gane, sea capaz de detener la ola delictiva que invade al estado desde hace más de 30 años en que Tamaulipas se posicionó como una de las entidades más calientes (así se dice en el argot policíaco) del país.
Por eso, la percepción de los ciudadanos hace sentir con gran confianza al candidato de Acción Nacional, aunque los números de algunas encuestas no parecen favorecerle.
Tamaulipas parece ser el segundo estado de interés para dos partidos, el PRI que pretende mantenerlo en su poder y el PAN que muestra la ambición de ganar la entidad por vez primera y de esa forma gobernar, alguna vez la zona fronteriza, donde solamente le faltaría por hacerlo en Coahuila.
Veracruz y Tamaulipas parecen ser los estados en donde se producirá el choque de trenes entre priístas y panistas, ya que en Puebla los blanquiazules parecen consolidados hacia el refrendo de la victoria y en Oaxaca la alianza PRD-PAN parece estar decidida a perder los comicios del 5 de junio.