Disciplina financiera ¿ahora sí?
¬ José Antonio López Sosa lunes 2, May 2016Como veo, doy
Jorg Palacios
- Anticorrupción, sin respaldo legislativo
Luego de la clausura del segundo periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, en su LXIII Legislatura, los comentarios en general hablan de que en el tintero quedaron algunos temas pendientes por firmar, por aprobar, entre los que se ubican los relacionados el Sistema Nacional Anticorrupción (sus leyes reglamentarias), el Mando Único policial (mixto) y el uso con fines medicinales de la mariguana, todos con especial interés entre la ciudadanía, al grado de que hoy se hable que senadores y diputados han quedado a deber en cuento a su tarea de legislar sobre los problemas nacionales, sobre lo que la gente quiere y el país necesita.
Y aunque las comparaciones nunca son buenas, las opiniones en general hablan de un Congreso flojo y poco productivo en relación con el trabajo realizado en la pasada legislatura, la cual siempre será recordada por el éxito logrado en el cabildeo, análisis, debates y aprobación de las llamadas reformas estructurales, donde visiones modernistas oxigenaron parte de la vida normativa del país, ya que se reformó nuestra carta magna en materia hacendaria, política, energética, educativa y telecomunicaciones, entre otras leyes no menos importantes.
Ahí es precisamente donde entran las incomodas comparaciones entre los trabajos de una y otra legislatura, ya que en lo que va de este primer año de ejercicio de la LXIII Legislatura apenas y se ha hablado de la aprobación de temas como la Reforma Política del Distrito Federal; la desindexación de los salarios mínimos; la creación de la Secretaría de Cultura; Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios; la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública; la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, entre otras iniciativas aprobadas.
Por supuesto, que en este espacio hubiésemos querido hablar de la aprobación del Mando Único policial como forma de coordinación en los tres niveles de gobierno para combatir a la delincuencia organizada y para abatir los índices de inseguridad que se vive el país o hablar de las leyes reglamentarias en la que las principales fuerzas políticas coinciden, al menos en el discurso, en la necesidad de combatir de manera “integral” la corrupción, pero como eso no es posible, porque no hubo acuerdos, porque no quisieron o porque a cada fracción les ganó el interés partidista o político por encima del interés ciudadano, entonces comentaremos lo que hasta hace poco también parecía imposible lograr en el ámbito legislativo: Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios.
Entonces, sin ánimo de señalar nadamás lo que nuestros congresistas dejaron de hacer y decir que todo fue insuficiente, abordaremos la promulgación que al respecto hizo hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto, en el sentido de establecer condiciones para la disciplina financiera en las entidades federativas y municipios. Y es que luego de más de dos años en la aduana legislativa, fue en marzo cuando la Cámara de Diputados avaló con 382 votos a favor, cero en contra y 32 abstenciones los cambios que realizó el Senado a la minuta que expide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, por lo que se turnó el documento al Ejecutivo federal para su publicación en el “Diario Oficial de la Federación”.
Con esta nueva ley se da un paso importante para obligar a gobernadores y alcaldes a publicar la totalidad de sus empréstitos y obligaciones de pago en un registro público único que precise como información mínima el deudor, acreedor, monto, tasa de interés, plazo, tipo de garantía o fuente de pago. Ojalá, ahora sí.
También plantea que la Auditoría Superior de la Federación pueda fiscalizar los empréstitos de estados y municipios que cuenten con la garantía de la Federación; las legislaturas locales, sólo con el voto en favor de las dos terceras partes de sus miembros, deberán autorizar los montos máximos de deuda en las mejores condiciones del mercado; también ordena la creación de una comisión de Diputados y Senadores que analizará la estrategia de ajuste para fortalecer las finanzas públicas de las entidades más endeudadas. Incluso, quedará prohibido para mandatarios locales heredar deuda de corto plazo, por lo que deberán liquidar los créditos a más tardar tres meses de que culmine su gobierno.
Sin duda, ante múltiples noticias de endeudamientos escandalosos, con trámites exprés y sin control alguno en la aplicación de esos recursos, la promulgación de una ley de este tipo era más que necesaria por las irregularidades que una y otra vez eran detectadas al interior del país, y que más allá de las obras que se anunciaban como pretexto, la mayoría de las veces se comprobó que lo único que se lograba era lastimar la economía de estados y municipios. Ahí sí, palomita al Congreso.
VA MI RESTO.- En el acto de promulgación de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios el presidente Enrique Peña Nieto dijo que dicha ley tuvo su origen en una de las 13 decisiones presidenciales que anunció el primer día de su gobierno, y que posteriormente se integró como uno de los compromisos del “Pacto por México”.
Pues sí, pero siendo aún presidente electo, Peña Nieto propuso crear una Comisión Nacional Anticorrupción, pero la iniciativa no prosperó. Y en febrero de 2014, en el marco de la reforma político-electoral, se estableció la desaparición de la PGR y en su lugar se crearía una Fiscalía General de la República, dotada de autonomía constitucional respecto del Ejecutivo, con al menos dos fiscalías especializadas, una en materia de delitos electorales y otra en combate a la corrupción. Más de dos años y la propuesta no ha recibido el respaldo legislativo, y hasta ahí porque como veo, doy.