El regreso de “Greg”
Ramón Zurita Sahagún jueves 28, Abr 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La nueva irrupción en política de uno de los personajes más polémicos de Quintana Roo, muestra parte del manejo perverso que se da a esta actividad.
“Greg” Sánchez es candidato a la alcaldía de Benito Juárez, ahora por el Partido Encuentro Social, después de militar en el PRD y PT y presidir ese mismo ayuntamiento hace menos de una década.
La respuesta hacia la candidatura del polémico político es sorprendente y con un partido sin militancia y con registro nuevo, puede convertirse en la sorpresa de los comicios del 5 de junio.
Se maneja como presunto candidato independiente, aunque en realidad es avalado por el PES y hasta otro polémico personaje como lo es Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” respalda su nominación.
La mancuerna de “Greg” en este nuevo intento es Carlos Mario Villanueva Tenorio (hijo de Mario Ernesto Villanueva Madrid), dirigente estatal del PES, quien fue alcalde al mismo tiempo que Sánchez Martínez, aunque Villanueva Tenorio de Chetumal (Othón P. Blanco).
Priísta durante muchos años, al igual que su padre, Villanueva Tenorio, renunció al partido tricolor cuando le fueron cerrados los espacios para otras posiciones.
Ahora empujando la candidatura de “Greg” mantienen latente el recuerdo del candidato a alcalde entre la población, especialmente de las colonias marginadas que son las que abundan en ese sitio turístico por excelencia.
Uno de sus grandes éxitos fue el contacto directo y la atención a la población, mediante su congregación daba apoyos, así como también su esposa, doctora que daba consultas gratis.
De su gestión como alcalde se recuerdan algunas cosas: se crearon 17 unidades deportivas de primer nivel en colonias populares, con canchas de usos múltiples, baños, kioscos, juegos infantiles y malla perimetral.
Se cambiaron luminarias de la zona céntrica. Se compraron 10 camiones a la Dirección de Obras y Servicios Públicos para llevar agua potable a los asentamientos.
Se gestionó la donación de un camión de bomberos de 150 pies, con un valor aproximado de 2 millones de dólares.
Se pavimentaron y repavimentaron un total de 270 kilómetros de calles y avenidas, haciendo un récord en 2 años, de obra pública que no se había hecho en 10 años en Cancún.
Se adquirieron 200 patrullas nuevas, con los recursos gestionados con empresarios, por un total de 50 millones de pesos.
Se duplicó el salario de policías y bomberos. Se creó la “ventanilla única”, una innovación en las políticas públicas del Gobierno del Cambio, haciendo posible que unos 60 trámites ―entre ellos una licencia de funcionamiento, por ejemplo― puedan realizarse en solo 24 horas.
Se entregaron apoyos económicos a estudiantes de escasos recursos con buen promedio escolar, para evitar que abandonaran sus estudios.
Se entregaron 3700 becas en diferentes niveles.
Se creó el “seguro escolar contra accidente”, beneficiando a casi 140 mil alumnos. Con el programa Reciclatón se recolectaron cientos de toneladas de residuos sólidos. Se recuperaron 27 hectáreas verdes propiedad del municipio que estaban invadidas por personas pobres.
Se entregaron 44 parques ecológicos (al menos uno de los cuales fue construido por su propia empresa, Corporativo El Jaguar).
Estos parques se hicieron en predios recuperados, ya que eran utilizados como basureros clandestinos.
Además de ello, el gobierno de Benito Juárez aportó 230 millones de pesos, sumados a los 400 millones de pesos aportados entre la federación y el estado.
Se realizaron trabajos de vertido de arena y colocación de estructuras de contención en 10.6 kilómetros, recuperando así los arenales perdidos en los huracanes Gilberto y Wilma. Gracias a eso, Cancún luce con playas de más de 50 metros de ancho, con los arenales originales con los que nació Cancún.
Claro que también creció la deuda del municipio durante su ejercicio administrativo, la que pasó de 530 millones de pesos a más de mil 300 millones de pesos.
Con base en ello, creció la popularidad y el conocimiento de la persona de “Greg” y se decidió, hace seis años, que Gregorio Sánchez Martínez se perfilara para competir por el gobierno estatal.
Sus posibilidades de triunfo eran amplias, pero fue detenido, acusado de delitos varios que lo condujeron a prisiones de alta seguridad.
El arresto de “Greg”, como es ampliamente conocido, dejó el campo libre para que el PRI y su candidato ganara con amplitud los comicios estatales, alcanzando el 52 por ciento de los sufragios emitidos.
La alianza conformada por PRD, PT y Convergencia tuvo que cambiar de candidato ante la detención de Sánchez Martínez unas semanas antes de los comicios, correspondiendo a Gerardo Mora Vallejo suplir al ya preso “Greg”.
Las denuncias en contra del ya para entonces alcalde con licencia de Benito Juárez (Cancún) fueron tráfico de indocumentados, lavado de dinero y crimen organizado, delitos de alta peligrosidad que no le dieron derecho a fianza.
Finalmente, Gregorio Sánchez Martínez fue liberado un año más tarde y se reintegró a su comunidad, destacando su participación en la Iglesia de la que forma parte.
“Greg” continuó aportando ayuda de la manera como lo venía haciendo, apoyado por su esposa Niurka, quien intentó suplirlo en la candidatura, pero no fue aceptada.
Se mantienen latentes varias sospechas sobre él, las que van desde el supuesto respaldo que le daba el entonces gobernador Félix González Canto, hoy senador de la República, así como el origen de la inmensa fortuna que acumula “Greg”, la que por cierto no proviene, como en otros casos, de la actividad pública.
“Greg” es nacido en Guerrero, formó su fortuna en Chiapas y la expandió en Quintana Roo, donde pretende acrecentar su aval político.