Militares juzgarán a civiles
Francisco Rodríguez martes 26, Abr 2016Índice político
Francisco Rodríguez
Usando todos los recursos imaginables que dictan la ley de la selva y el instinto de los cavernarios, la “aplanadora” parlamentaria —formada por el PRI-PVEM-PAN-PANAL— extralimitada en sus funciones, aprobó por escaso margen de tres votos, y a contrapelo de las demás fracciones, dos leyes que definirán el paso magro, enjuto y vil.
Apoyados en una inexistente mayoría electoral —usted y yo hemos comentado desde hace tres años que la votación obtenida por todos los partidos políticos, “ganadores” y “perdedores” en 2012 , no rebasó el 50% de los electores inscritos en el padrón nacional— atropellaron ahora todas las garantías constitucionales imaginables.
Acotados por el fracaso del gobierno en todos los órdenes de la actividad pública, reprobados en todas las encuestas, que con generosidad les conceden un 20% de aprobación, recurren a expedientes para justificar su quehacer político, en caída libre.
A pesar de su insuficiente “legitimidad” —que creen lograda a base de billetazos a diestra y siniestra, de reparto multimillonario de maletas destinadas a la publicidad de engañifa y al marketing de lo absurdo que resultan siempre ser abono para desnortados y fantasías de descastados— se atreven a modificar la legislación castrense para asestar un golpe a la ley, a las instituciones y a los ciudadanos.
En el peor estilo de un putsch de tercer talón se ordenó a sus bancadas orgánicas y satelitales en la Cámara de Diputados, aprobar las “reformas modificadas” al llamado Código de Justicia Militar y al Código Militar de Procedimientos Penales, para arrasar con todo vestigio de legislación civil.
Abren la puerta de par en par para cualquier violación que decidan hacer de hoy en adelante a los derechos fundamentales de todo ciudadano mexicano, sin importar sexo, edad, condición, color, ideología u ocupación.
Deciden, en el colmo de la ignorancia política, incorporar las “figuras” del Fiscal General de Justicia Militar y del Juez Militar de Control (!?) que, juntos, podrán ejercer acciones contra civiles, como intervenir comunicaciones privadas, haciendo a un lado, en automático, a cualquier autoridad ministerial o judicial del orden civil.
Además, en todos los cateos que decidan, podrán invadir, sin previo aviso, los recintos parlamentarios del Senado y San Lázaro (¡quién se los aprobó, por Dios!), y los organismos descentralizados que pudieran estorbar a la tropa… …como el Instituto Nacional Electoral, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Banco de México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y el que se ponga enfrente.
¡Civiles juzgados en cortes militares!
En cualquier delito, en toda escucha, en el que participe un civil y un militar, el civil podrá ser de inmediato llevado a comparecer ante la autoridad militar. Ni más, ni menos que lo que faltaba: el pinochetazo en México, de todos tan temido. Ahora sí, el elefante está en nuestra sala.
Como se sabe, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos había opinado desde hace tiempo, que en los casos de involucramiento de un militar y un civil, el castrense fuera juzgado por autoridades civiles de cualquier fuero.
Acá en el rancho grande, como todo, será al revés. Ya se ha enseñado el cobre, ¡le volvió a salir el tiro por la culata!
Es un virtual Estado de sitio. México ingresa a pasar lista, a ocupar un lugar destacado entre los países del gorilato, los que creíamos que tendían a extinguirse en Latinoamérica.
La cínica estulticia del “guerrillero” Zambrano
Cuando el Movimiento Ciudadano y la fracción de Morena en San Lázaro se opusieron a la iniciativa y amenazaron con acudir a las instancias de la controversia constitucional, el perredista Jesús Zambrano, dizque ex guerrillero y actual presidente de la Mesa Directiva del pleno, fue entrevistado por los periodistas de la fuente.
Su respuesta es irrisoria, dramática, patética : Ah, ¿por qué se quejan, si todavía falta el trámite de la aprobación del paquete legislativo en la Cámara de Senadores?… ¡Al fin y al cabo, falta que lo aprueben!, tomándole el pelo a los demandantes.
El Senado. ¡Ah, el Senado! Como si no supiéramos que el consejero Humberto Castillejos Cervantes, un sujeto con ideas de grandeza, es el que toca el pandero en el Senado, y que el “coordinador” Emilio Gamboa Patrón baila al ritmo que le toquen.
Adiós al GIEI; ¡bienvenida la mariguana!
¿Y con esta intromisión militar pretenden taparle el ojo al macho para hacernos creer que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sustituirá en credibilidad al Grupo Interdisciplinario Especial de Investigación, que hasta el domingo hurgó en los sucesos militares de Iguala y de La Montaña guerrerense?
¿La aprobación de los 28 gramos de consumo de mariguana y sus usos terapéuticos servirán en última ratio para mantener alucinados a los manifestantes? ¿Por eso se cambió de una posición de prohibicionismo a una que respeta la opción individual de disposición de sus cuerpos y aficiones?
Cae una noche aciaga sobre nuestro país. Ningún medio de comunicación impreso o radioeléctrico protesta, excepto la revista Proceso. Los demás, sólo esperan el embute, el chayo oportuno para acallar la voz crítica.
Las redes digitales, como siempre, demuestran ser la única trinchera en la que aún se resguarda el pensamiento crítico e independiente. Todo lo demás es el yermo político, el desierto de la complicidad que prefiere pactar sola que ir acompañada. Que va rumbo al despeñadero, y nos quiere llevar con ella.
Muere, en una agonía lenta y dolorosa toda una historia de luchadores emblemáticos por las libertades civiles, políticas y sociales. Se extraña el grito del eterno y gran rebelde, de José Revueltas: “¡Aquí nadie se raja, hijos de la chingada!”.
Éste es otro México. Un Estado de conformistas, de desechables, un lugar sin límites, administrado para la rapiña, la destrucción maquinada y ejecutada por una claque de bribones. El panteón que albergará los cadáveres de la modernidad, si alguien no se opone.
¡Muera el pinochetazo!
Índice Flamígero: Escribe don Alfredo Álvarez Barrón: “El director general de Pemex, José Antonio González Anaya, afirmó que se realizará una investigación transparente y abierta que llegará hasta las últimas consecuencias para conocer las causas de la explosión en el Complejo Petroquímico Pajaritos, en Coatzacoalcos, Veracruz; mientras, a través de las redes sociales, aumentan las críticas hacia lo que se considera un acto de negligencia laboral…”, lo que de inmediato es comentado por su alter ego, El Poeta del Nopal: “El fuego, multiplicado, / se extiende por la llanura / mientras la Nomenclatura / dice que fue provocado; / un funcionario de Estado, / por la presión de las redes, / meticuloso procede, / cuando ya todos lo saben, / a agilizar el dictamen / sobre un cadáver que hiede.” + + + Y en Guerrero, concretamente en Acapulco, la violencia callejera en su máxima expresión. Grupos que se dicen “justicieros” parecen haber iniciado acciones en contra de policías federales y miembros del Ejército a quienes acusan de ser autores de secuestros y violencia en contra de la población, mientras que el gobernador y el alcalde se “rascan las pelotas” y se dan la gran vida al lado de sexoservidoras, dicen. Hace poco, el priísta Astudillo, que dizque gobierna la entidad, pidió a los medios no hablar de lo que en materia de inseguridad se vive ahí, y apenas el último fin de semana dijo que ya no hablaría de hechos relacionados con el crimen, pero…
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