Diputados y el espíritu de Sherlock Holmes
Sin categoría lunes 25, Abr 2016Como veo, doy
Jorg Palacios
- Juicio político ¿Acusaciones de verdad o de oídas?
- Más de 300 expedientes bajo la lupa investigadora
Muy pronto volveremos a ubicar nuevamente en el banquillo de los acusados los nombres de algunos personajes de la vida pública y no precisamente por su buena gestión, por las obras realizadas o por el currículum que los sigue respaldando en sus aspiraciones políticas, no, porque estando al frente de encargos (en los tres niveles de gobierno o de representación popular) fueron acusados por delitos de corrupción, desvío de recursos, omisión en su responsabilidad, colusión con el crimen organizado, pero hasta el momento no han sido alcanzados por las justicia porque gozan o gozaban del llamado fuero; porque los elementos con los que se les acusa son insuficientes o porque de plano son inocentes.
Todos esos nombres que en los próximos días estarán de regreso en el ambiente mediático son los que forman parte de más de 300 expedientes que esperan su turno de desahogo para ser procesados en los términos del artículo 74, fracción V, de la Constitución Política, que señala que es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados “declarar si ha o no lugar a proceder penalmente contra los servidores públicos que hubieren incurrido en delito en los términos del artículo 111 de la Carta Magna, así como conocer de las imputaciones que se hagan a los servidores públicos a que se refiere el artículo 110 de la Constitución, y fungir como órgano de acusación en los juicios políticos que contra éstos se instauren”.
Por tanto, con la instalación de la subcomisión de Examen Previo en el recinto de San Lázaro, esta figura legislativa será la encargada de sustanciar los procedimientos de juicio político que por alguna razón tuvieron su solicitud en el transcurso de aproximadamente 10 años y hasta ahora no habían sido atendidos principalmente por apreciaciones de carácter partidista más que por razones de la justicia.
El tiempo seguramente jugará un papel en esta historia, ya que seguramente, por el paso del tiempo, algunos expedientes y sus pruebas se harán perdidizo, otros estarán incompletos o de plano algunos estarán engrosados solamente con recortes periodísticos.
Entonces la primera prueba de fuego que tendrá este grupo colegiado de legisladores es definir correctamente qué expedientes están vigentes para ser procesados bajo la óptica de un “juicio político”, después tendrán que definir el método y los criterios de revisión.
Y aunque en algunos casos los expedientes se podrían contar por montones de documentos, la tarea no será fácil para estos 14 diputados federales que la semana pasada se declararon listos para echarle lupa a cada caso.
Cuántos de estos expedientes se habrán formado a partir de chismes, filtraciones de documentos, grabaciones ilegales de llamadas telefónicas, rumores, acusaciones de “oídas” o “testigos” protegidos, pronto lo sabremos, pero es imposible pensar que todos los enjuiciados sean unas blancas palomas aunque también es injusto que algunos de los nombres aparezcan en esa lista con acusaciones que se fundamentan en cuestiones viscerales, de rivalidad partidista y hasta por rencillas de tipo sentimental.
Por lo pronto se ha anunciado que serán los presidentes de las comisiones de Gobernación y de Justicia, Mercedes del Carmen Guillén Vicente y Álvaro Ibarra Hinojosa, quienes encabecen los trabajos de la subcomisión que se aprobó en el pleno de la Cámara de Diputados el pasado 14 de abril.
Los secretarios de la subcomisión son los diputados Javier Neblina Vega (PAN) y Rafael Hernández Soriano (PRD), y la integran Marcela González Salas y Petricioli, César Alejandro Domínguez Domínguez, Abel Murrieta Gutiérrez y Armando Luna Canales, del grupo parlamentario del PRI; Karina Padilla Ávila y Jorge Triana Tena, PAN; Daniel Ordoñez Hernández, por el PRD; José Alberto Couttolenc Buentello del PVEM; Alfredo Basurto Román, de Morena, y Macedonio Salomón Tamez Guajardo, Movimiento Ciudadano.
Por supuesto que de cada uno de estos legisladores la sociedad espera un trabajo con altura de miras, porque no se trata de linchar mediáticamente a los acusados, no, hay que enjuiciar a quienes el delito los persiga pero para que eso suceda hay que encontrar las pruebas suficientes y dejar a un lado tufos de índole partidista, por lo que los integrantes de dicha Subcomisión tendrán que echar mano de elementos de la técnica legal, es decir necesitarán algo más que una buena lupa, un sobrerito o una gabardina del estilo de aquel famoso personaje de las literatura inglesa conocido como Sherlock Holmes.
En la vox populi hay apellidos como Duarte, Yunes, Lozoya, Andrade, Ebrard, Padrés, Medina, Yarrington, Moreira, Godoy, Mancera y muchos otros, pero será este grupo de legisladores los que definan quiénes si están, y en quiénes sí procede o no el inicio del juicio político, aunque claro está, al final de todo el proceso legislativo serán las autoridades judiciales las que determinen la culpabilidad o la inocencia de los enjuiciados. Veremos.
VA MI RESTO.- Sherlock Holmes es un personaje que fue creado en 1887 por el escritor escocés Arthur Conan Doyle.
Es un detective inglés de finales del siglo XIX que destaca por su inteligencia, su hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles y de atuendo le gusta vestir una gorra con cuadros, gabardina, sombrerito y disfrutar un buen tabaco con la tradicional pipa.
Entonces si usted amable lector en los días por venir acude al recinto de San Lázaro y en su camino se encuentra con algún personaje con esas características no vaya a pensar que se topó con el espíritu de Sherlock Holmes, no, lo más probable es que se trate de una diputada o diputado realizando trabajos de investigación, y hasta ahí porque como veo, doy.