Y llegó el primero
Roberto Vizcaíno lunes 13, Sep 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Una buena parte de los zacatecanos cree y espera que esa investigación derivará en procesos penales que podrían incluso llevar a la cárcel a familiares directos de la ex gobernadora
El mensaje esencial en la toma de posesión del priísta Miguel Alonso Reyes, no fue para los zacatecanos, sino para Felipe Calderón y la dio la cúpula del priísmo en su conjunto: estamos unidos… y somos mayoría en este país.
Y es que ahí, en el pequeñísimo recinto del Congreso del estado, frente al secretario de Gobernación, el bajacaliforniano Francisco Blake Mora -quien asistió al cambio de poderes en Zacatecas con la representación del Presidente de la República-, de repente se presentaron en bloque los gobernadores encabezados por el del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quien apenas fue descubierto por los asistentes, recibió la ovación más nutrida de ese mediodía.
Atrás de él llegaron la de Yucatán, Ivonne Ortega; Coahuila, Humberto Moreira; Durango, Ismael Hernández Deras; San Luis Potosí, Fernando Toranzo; Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong; Oaxaca, Ulises Ruiz y los electos; Mariano González Zarur, Francisco Olvera, Carlos Lozano de la Torre, Egidio Torre, César Duarte y Jorge Herrera Caldera, quien desde su “Blakberry” seguía el curso de la sesión del Tribunal Federal Electoral en que se decidía si su triunfo era válido o no.
No se le veía preocupación alguna. Ni a él ni al gobernador saliente Hernández Deras.
Unas horas después se confirmaría que los magistrados del Trife daban el triunfo a Herrera Caldera, quien así podrá tomar posesión del cargo pasado mañana, 15 de este septiembre, en la ciudad de Gómez Palacio, en plena Laguna, donde recibió la mayoría de los votos que lo llevaron al triunfo sobre el ex priísta José Rosas Aispuro, quien fue lanzado por la primera alianza en ese proceso entre el PRD y PAN.
Así se despejaba a favor del candidato del PRI en Durango, el primero de tres recursos de anulación interpuestos por los aliancistas PAN y PRD. Los otros dos son contra los triunfos de los tricolores en Hidalgo y Veracruz. Los abogados del PRI consideran que el fallo del Trife en relación a las elecciones en Durango, marcan la tendencia que suponen seguirán los magistrados en los otros dos casos.
El caso electoral de Durango podría ser donde Felipe Calderón y César Nava habrían puesto el mayor empeño.
Es por ello que la presencia de los gobernadores del PRI y otros miembros de la cúpula del tricolor en esta toma de protesta de Miguel Alonso Reyes en Zacatecas generaba expectación.
Todos ellos formaban parte de la primera fila del recinto, donde también estaban los coordinadores de las bancadas del tricolor en el Senado, el sonorense Manlio Fabio Beltrones y en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, así como la presidenta del CEN del PRI, la tlaxcalteca Beatriz Paredes y el secretario general de este partido, el senador hidalguense, Jesús Murillo Karam, y los dirigentes de la CNC, el veracruzano Cruz López y el de los petroleros, el también veracruzano Carlos Romero Deschamps.
Atrás de ellos estuvieron decenas de diputados, senadores y alcaldes, entre quienes estuvo sentado Mariano Palacio Alcocer, ex presidente del CEN del PRI durante la contienda presidencial del 2006.
El pulso demostrado por los tricolores era necesario. El ascenso de Reyes es el primero de los 9 gobernadores del PRI que ganaron en las complicadas y muy competidas elecciones del pasado 4 de julio.
Seguirá pasado mañana el de Jorge Herrera Caldera, en Durango. Y después va el de Egidio Torre en Tamaulipas, el 1 de octubre y tres días después, el 4 de octubre sigue César Duarte en Chihuahua.
De no darse alguna sorpresa en el IFE, el 1 de diciembre Fidel Herrera le entregará la gubernatura de Veracruz a su ahijado Javier Duarte y ese mismo día entrará también Carlos Lozano de la Torre en Aguascalientes, quien sustituye al ex panista Luis Armando Reynoso Femat, y en Oaxaca llegará finalmente Gabino Cué, el primero de los tres candidatos de la alianza PAN-PRD que triunfaron en julio pasado.
El que sigue será Mario López Valdés “Malova”, quien tomará posesión como gobernador de Sinaloa el 1 de enero del 2011.
A mediados de ese mes, el 15 de enero, el priísta Mariano González Zarur recibirá la gubernatura de Tlaxcala de manos del panista Héctor Ortíz.
Y el 1 de febrero en Puebla el priísta Mario Marín le deberá entregar la gubernatura al ex priísta Rafael Moreno Valle, quien fue el tercer aliancista que triunfó en julio anterior.
Las dos últimas tomas de posesión derivadas del proceso electoral masivo de julio serán las de el priísta Francisco Olvera, quien recibirá la gubernatura de manos de Miguel Ángel Osorio Chong el 1 de abril y el tricolor Roberto Borge, quien sustituirá a Félix González Canto, en Quintana Roo, a partir del 5 de abril.
Por lo demás, el acto de toma de posesión de Reyes dejó en claro que el gobernador entrante va con todo contra la ex gobernadora perredista Amalia García, a quien se acusa de ejercer presupuesto y gobierno en forma patrimonialista y de haber incurrido en nepotismo.
El enfrentamiento entre ellos se agudiza porque Amalia se negó a darle curso a una “entrega-recepción” negociada, y en cambio le entregó a Reyes los llamados libros blancos derivados de las acciones de gobierno de los diferentes sectores, durante la última hora de su gobierno.
Eso significa que Reyes y su equipo no saben qué es ni cómo lo que les dejó Amalia García, y para saberlo tendrán que abrir una investigación que les llevará al menos los siguientes tres meses.
Una buena parte de los zacatecanos cree y espera que esa investigación derivará en procesos penales que podrían incluso llevar a la cárcel a familiares directos de la ex gobernadora.
ESTABA CANTADO: Como en esa novela de García Márquez, donde todo el pueblo sabía que Bayardo San Román mataría ese día a Santiago Nasar porque éste le había robado la virginidad a Ángela Vicario, así estaba por demás cantado que los lopezobradoristas encabezados por René Bejarano y su esposa, Dolores Padierna, iban a intentar echar fuera de la dirigencia del PRD a Jesús Ortega durante el fin de la semana pasada.
Sólo que a diferencia de Santiago, quien finalmente es muerto por Bayardo, Ortega si sabe el final de su novela y en esta ocasión, como en todas las otras vividas por él desde hace dos años, se le ha adelantado a los lopezobradoristas y ha impedido que lo echen fuera de la directiva de su partido.
Como hemos advertido en este espacio en los días anteriores, ocho tribus que en conjunto representan la fuerza de López Obrador dentro del PRD, fueron lanzadas por el de Macuspana en un intento más por defenestrar políticamente a Ortega y su corriente Nueva Izquierda.
El caso es que para la mala suerte y destino de AMLO, Ortega es líder no sólo del PRD, sino de Nueva Izquierda que es la corriente que controla la mayoría de los cargos de estructura de este partido a nivel nacional y en la mayoría de los estados, así como dentro del Consejo Político Nacional donde los lopezobradoristas tienen unos 150 asientos, mientras que los “Chuchos” suman unos 250.
Por eso, cuando los pejistas propusieron adelantar para diciembre de este año la salida de Ortega vieron como los de enfrente les echaban abajo su propuesta y a su vez ponían mayo como el mes en que se iniciaría el proceso de cambio.
Fue entonces que los lopezobradoristas les reventaron la sesión del Consejo Nacional, en medio de las sonrisas de los “Chuchos”, quienes saben que así se anulan los pejistas.
Es un pleito que no tiene futuro. Los “Chuchos” dominan a su corriente, a su partido y López Obrador no podrá hacer gran cosa más allá de tomarles por asalto las oficinas o reventar con violencia los consejos.
Eso no le quita el derecho a Jesús Ortega de ejercer el presupuesto ni le altera su capacidad legal de lanzar candidatos de elección popular, ni mucho menos de firmar alianzas con César Nava y el PAN.
Tiene el reconocimiento oficial del IFE y del Trife y con eso puede navegar de aquí hasta el próximo año, aunque tenga que despachar en un cuarto de azotea en Tlatelolco.
Nada qué hacer para AMLO.