La “grilla” paga bien
¬ Augusto Corro jueves 21, Abr 2016Punto por punto
Augusto Corro
Un diputado compró en un solo día once inmuebles de lujo en Estados Unidos .
Nos referimos al legislador del Partido Nueva Alianza (Panal), José Bernardo Quezada Salas, quien en un solo día compró once departamentos de lujo en EU.
Así lo informó el Miami Herald el 16 de abril. La noticia repercutió en la bancada del Panal cuyo líder pidió a la Procuraduría General de la República investigar la adquisición de los condominios mencionados por parte de Quezada Salas.
Se supone que esa petición del “panalista” a la PGR forma parte del “show” para amortiguar el escándalo por la compra de los inmuebles y origen del dinero para pagarlos.
En total, Quezada Salas posee 13 condominios, con un valor de 8.2 millones de dólares. Este político inversionista fue líder del SNTE y se desempeñó como secretario de diversas áreas. Estuvo como encargado de programas relacionados con la vivienda de los maestros; y la canalización de dinero del sindicato a campañas políticas.
Como quien dice, se trata de un político afortunado que a nadie tenía que rendirle cuentas de lo que hace o hacía. Un diputado beneficiado directamente por los privilegios que ofrece el fuero: impunidad y olvido.
Como en otras ocasiones, en las que diarios estadounidenses destapan la corrupción de políticos mexicanos, esta vez, el Miami Herald hizo la investigación sobre las inversiones multimillonarias del diputado Quezada Salas.
Se conoce pues, una nota periodística más de lo que podría señalarse como enriquecimiento inexplicable de un “grillo”, que como una gran mayoría encuentran en la política el camino para forrarse de dinero.
¿Qué sigue en este caso? Esperar que desaparezca el escándalo para aplicar el borrón y cuenta nueva.
Mientras, Quezada Salas ya tiene asegurado su futuro: la “grilla” paga bien.
OTRO POLÍTICO “INVERSIONISTA”
También le tronó el cohete en las manos a Miguel Ángel Yunes Linares, candidato panista-perredista a la gubernatura de Veracruz.
El tal Yunes Linares además de arrastrar un pasado oscuro, hace varios días a su hijo Omar lo señalaron como uno más de los mexicanos que tienen dinero en un paraíso fiscal, donde llegaron muchos capitales sin pasar por la aduana de contribuyentes, tras burlar al fisco.
A ese problema se le agregó un audio en el que Yunes Linares y “Omarcito” discuten por vía telefónica sobre la compra de un inmueble en Nueva York, por un monto cercano a los 58 millones de dólares.
Esa información se conoció gracias a la cadena estadounidense Univisión: se escucha a padre e hijo comentarios sobre la adquisición del inmueble ubicado en “la 55, entre Park y Lexington”.
Como se ve, los políticos mexicanos ya reconfirmaron sus gustos por comprar bienes inmuebles en Estados Unidos.
Sobre el caso de su hijo Omar, el candidato panista-perredista, dijo que en el mundo hay muchos que se llaman Omar Yunes y que “Omarcito” no tenía dinero en el paraíso fiscal.
En relación al inmueble neoyorquino, Miguel Ángel dijo que si hubo tal conversación, pero que se trató de un asunto que no involucró recursos familiares: no se concretó y se trató de un negocio para otros inversionistas.
El candidato Yunes Linares siempre estuvo en el ojo del huracán, recientemente, sus adversarios políticos lo calificaron como el más grande corrupto de Veracruz. Seguramente se olvidaron del gobernador Javier Duarte, que también tiene lo suyo.
Se confirma, pues, que los políticos mexicanos, ya sean diputados o gobernadores, etc., hacen realidad sus sueños de convertirse en empresarios inmobiliarios en el vecino panista. No estaría mal que lo hicieron con su dinero, no con los recursos que saquean del tesoro público.
GANAR A COMO DÉ LUGAR
En Xalapa, Veracruz, el gobierno de Javier Duarte, sujeto que se burla de cuantas leyes existan, se dedicó a violar la ley electoral.
Personal adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública se dedicó a repartir pescado a personas de escasos recursos.
Excelente acción ¿no? Solo que a cambio del pescado se le exigía al beneficiado copia de su credencial de elector.
La entrega del producto del mar se llevó a cabo en el estacionamiento de la SSP, “con bolsas de plástico recién descongeladas, con robalo, sierra y mojarras”.
Llamó la atención el reparto de pescados, porque los policías se encargaron de ordenar las filas de las personas que fueron a cambiar las copias de sus credenciales de elector. Unica acción positiva que se le reconoce a los encargados de velar por la seguridad de los veracruzanos.
¿Y las autoridades electorales? Bien, gracias.