General Salvador Cienfuegos
Francisco Rodríguez miércoles 20, Abr 2016Índice político
Francisco Rodríguez
Por si no se habían percatado del costo político que tiene el haber habilitado a Salvador Cienfuegos como general secretario de la Defensa Nacional, hoy están viéndose las consecuencias.
Se ha jugado demasiado con fuego. La reacción inmediata del antiguo sobrestante a un regaño público del titular del Departamento de Estado estadunidense fue un acto demagógico, celebrado en el lugar más anticlimático del momento, lo que revela su nula sensibilidad, su poca estatura para lidiar esos toros.
John Kerry, jefe del departamento que se encarga de los asuntos foráneos del imperio, resaltó —del Informe Anual sobre Derechos Humanos en el mundo— el caso de México, donde se dice que la policía y las fuerzas armadas participan conjuntamente en grandes abusos… intimidación a ciudadanos, a migrantes, periodistas y defensores de derechos humanos, ante cientos de corresponsales de prensa acreditados en esa fuente política y de seguridad nacional.
Y ante los señalamientos de Kerry, de inmediato, el responsable del Ejército, el general Salvador Cienfuegos, montó un “numerito”: juntó a 26 mil elementos de tropa en el Campo Militar Número 1-A para expresar sus ridículas afrentas por los sucesos ocurridos en Ajuchitlán del Progreso, Guerrero:
“En nombre de todos los que integramos la institución ofrezco una disculpa a los agraviados”.
Pero lo que se vio y viralizó en la red digital YouTube es macabro, siniestro: se compara con los peores episodios de la cárcel de Abu Grabbi.
Mientras, el general secretario, con la mirada en lontananza soltaba su irrefrenable perorata, los 26 mil “juanes” —apostados bajo el sol inclemente— con “cara de what?” se volteaban a mirarse entre ellos para preguntarse en silencio marcial: “¿pues de cuál fumaría hoy mi general?, ya que ni sabían de qué se trataba, ni para qué los habían convocado a una parada militar insensata.
Los jefes sí lo saben: se refería el ex alumno del Colegio Williams al episodio en el que dos militares y una policía federal torturan y amenazan de muerte a una supuesta miembro de “La Familia Michoacana”, de 22 años, que martirizan y amenazan, mientras tratan de asfixiarla y amagándola con un fusil de cargo, a cuenta de nada.
Igualito a como los federales, judiciales e ítem mas aprehenden a los paleteros y vendedores de frituras afuera de las escuelas para que se declaren jefes de bandas delincuenciales del narcotráfico, así como justifican a diario la chuleta los comandantes de las zonas militares del país, para poder seguir participando en el jugoso negocio de la mota y de la chiva.
Pero eso sucedió en febrero del 2015… —de no haberse conocido el video, obvio que el general secretario no hubiese ofrecido disculpas— …desde entonces ha corrido mucha agua bajo el puente, la infeliz torturada y vejada, se encuentra compurgando una condena en el Penal de Alta Seguridad de Nayarit, nadie sabe, nadie explica por cuál causa judicial, de cuál debido proceso.
Latiguillo: “es la primera vez que un general secretario…”
Pero mientras, el general secretario se llenaba la boca de razón para espetar a los cuatro vientos que la Procuraduría de Justicia Militar reaccionó inmediatamente al conocer lo publicado por YouTube y los responsables ya están a disposición del juez Quinto Militar…
… quien “con plena autonomía judicial procederá conforme a Derecho para que no se ponga en entredicho a los integrantes del instituto armado… actuará contundentemente contra los malos elementos que violen la ley o los derechos humanos”.
Y ante ello, los Tancredos con micrófono o espacio en los periódicos remataban con un latiguillo demasiado pesado a la redacción del testimonio del más alto jefe castrense: “es la primera vez que un secretario de la Defensa se disculpa públicamente por un caso de tortura militar”. Y bla, bla, bla.
Y no cesaba de fustigar a la cansada tropa el general secretario: “ quienes actúan como delincuentes y desobedecen las órdenes, no son dignos de pertenecer a las fuerzas armadas”… “porque todos estamos indignados con lo sucedido”.
Pero si realmente el secretario de la Defensa Nacional estuviera indignado por los sucesos de Ajuchitlán del Progreso, ya es hora de que se disculpe, en nombre del instituto armado, por las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, intimidaciones y torturas que sus leales y valientes (?) han perpetrado reiteradamente.
Ya era hora de que se hubiera disculpado por los sucesos de Ayotzinapa, Iguala, Cocula, Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato y decenas de casos más de flagrantes violaciones a las garantías constitucionales que no cabrían en este espacio.
No que reaccionara como títere de los poderosos para reunir a miles de efectivos, presentar disculpas sobre una barbaridad que ya se cometió, ya fue “juzgada”, ya fue archivada y hoy sólo forma parte de una larga lista de escarnios nacionales y de vergüenzas intercontinentales.
Los cientos de expedientes sobre desapariciones, violaciones, ejecuciones y torturas que tiene muchísimos años se denuncian, hoy sólo son pasto de ratas de archiveros viejos.
Es el historial de una supuesta Institución que ha perdido su predictividad, arraigo social y razón de ser.
Forman parte de nuestros agravios contra un Ejército nacido del pueblo y hoy convertido en una sala de ejecuciones y en una gran cueva de la más nefasta corrupción, emblema de lo atrabiliario, ukase del estado de Derecho.
Si la demagogia de los rateros es detestable y antidemocrática, la demagogia verde olivo ha llegado para competirle en todos los frentes. ¡Se ve que va por el campeonato!
Somos un pueblo pacífico, que por lo menos merece el respeto de nuestros empleados, de corbata o entorchados. ¿Pues no quedamos en que la diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia se debe votar, antes que recibir las órdenes? Absolutamente nauseabundo. ¿O no?
Índice Flamígero: Va de broma. ¿O de veras? En la SRE hay reuniones de emergencia para “cambiar la estrategia”, y de paso, al embajador de EPN ante Obama, luego de las puntillosas declaraciones de la candidata Hillary Clinton sobre los derechos humanos en nuestro país. Lo mismo hicieron ante Donald Trump, ¿o no? + + + Bajo el título “El Pensionado”, don Alfredo Álvarez Barrón escribe: “Para todos aquellos que pensaban que el ex presidente Vicente Fox iba a renunciar a su generosa y bien merecida pensión, parece que tendrán que esperar tiempos mejores, pues según sus propias palabras ‘es un derecho que uno tiene, que lo tienen prácticamente todos los presidentes de todos los países. Sólo que aquí hay envidias, hay envidiosos que intentan distraer, pues aunque no me lo crea la gente, yo vivo de eso, yo sí la necesito’…” Y El Poeta del Nopal suscribe: “En defensa de usos y costumbres / hace a un lado su típica indolencia / y enumera gravísimas carencias / hablando con extraña mansedumbre; / ya no grita, feroz, ni traga lumbre / cuando invoca la ley causa y efecto / reinventando a sus anchas el precepto / de la causalidad aristotélica / y con una sonrisa maquiavélica / exhibe la orfandad del hombre inepto.” + + + A propósito de ex ocupantes de Los Pinos, tremendo coraje hizo Felipe Calderón cuando, a principios de abril, acudió a una reunión en la Nunciatura vaticana de la colonia Guadalupe Inn y su anfitrión, Christophe Pierre, lo presentó como “el esposo de nuestra muy querida Margarita”.
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