Abusos del poder
¬ Salvador Estrada martes 19, Abr 2016Folclor urbano
Salvador Estrada
Los pobres han aumentado en nuestro país, de 53.3 millones en 2014, a 55.3 a la fecha, mientras se incrementan los abusos salariales de algunos funcionarios, que ganan más de cien mil pesos.
El abuso del poder es lo que irrita a la ciudadanía, porque en los altos mandos se despachan con la cuchara grande y los minisalarios no se mueven, aunque algunos funcionarios pregonen que pugnarán por aumentarlos de 70 pesos, a 82 pesos diarios.
Los diputados y asambleístas tienen salarios de más de cien mil pesos mensuales más los bonos que se dan ellos mismos por asistir a las sesiones y por pertenecer a tal o cual comisión.
Y en la Suprema Corte de Justicia, “para no caer en la tentación” tienen salarios de 400 mil pesos, y ganan más que el Presidente de la República.
Un ejemplo de la “cuchara grande” son los diputados de Guanajuato, que ganan más de 287 mil pesos.
Tienen tantos beneficios que podrían ahorrar su sueldo integro.
Ellos mismos se autorizan gastos de gasolina, vehículos, mobiliario, equipo de cómputo, teléfonos y, para que se den cuenta sus votantes que cumplen con su deber, se autorizan gastos de representación, con hospedaje y alimentos, además reciben compensaciones para ayudas sociales y culturales.
Los 36 diputados que conforman la legislatura actual de Guanajuato se dan la gran vida y otros se la dan de reyes, porque en comidas se gastan más de 20 mil pesos.
No piensan (¿pensarán?) que los pobres también comen y que con ese dinero muchas familias pobres podrían satisfacer necesidades durante tres meses.
Bueno, es tanto el abuso de los políticos que la Arquidiócesis de México ya “pegó el grito en el cielo” y dice que “.los altos salarios de los funcionarios de los tres poderes de gobierno son un cínico privilegio que ofende a más de la mitad de la población”.
Y la Arquidiócesis, en su órgano informativo, explica que “algo no anda mal cuando, pese a las inversiones y programas sociales, el país está estancado y sigue creciendo el número de personas en pobreza y vulnerabilidad”.
Para concluir, “le pega a la corrupción, otro de los flagelos que alarma a los mexicanos” y recuerda que ”según la Auditoría Superior de la Federación, en los últimos cinco años el 97 por ciento de las denuncias por corrupción han quedado impunes”.