Historia, cultura y religión
¬ José Antonio López Sosa martes 19, Abr 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Tras diecisiete días entre los Pirineos catalanes y franceses, con un breve descanso en el País Vasco, Cantabria y Madrid, pudimos encontrarnos cómo la historia, la cultura y la religión se mezclan en esta región de Europa, así como en muchas otras, dejando la clara huella del dominio eclesiástico y del poder político del lado del dinero, cosa que no debería parecernos raro frente a los escenarios actuales, pero que, en un contexto de religiosidad, a muchos les cuesta trabajo entender.
Del cristianismo primitivo se pasó a la conveniencia para el imperio romano de adoptar una figura de cristianismo sui géneris como religión oficial, donde el control del pueblo fue uno de los valores más apreciados. Fue así como comenzó esta evangelización que llegó hasta los Pirineos, donde precisamente a través de la arquitectura románica y todo el contexto gráfico-educativo que representa, las partes paganas de Roma se unieron a la cisma del cristianismo primitivo para crear lo que hoy llamamos catolicismo.
Todo estaba perfectamente calculado, la orientación de las iglesias, las pinturas dirigidas a un pueblo ignorante y analfabeta, un dominio del señor feudal sobre la gente, y sobre todo, la garantía que ha ofrecido durante siglos el sufrir hoy para gozar después (de la muerte), sí y sólo sí no se cuestiona al poderoso, llámese el señor feudal en el pasado o el obispo de Roma en el presente.
En ambos lados de los Pirineos encontramos una herencia cultural que quizás la religiosidad ha opacado, pero que habla del espíritu de personas que a lo largo de los siglos siguieron manifestando su voluntad con todo y la censura de la Edad Media.
Así, historia, cultura y religión fue el eje de un gran recorrido que inició en Barcelona, pasando por los Pirineos catalanes, llevándonos a Madrid, a Lourdes en Francia y a la franja norte del País Vasco.
No hubo mejor cierre para un viaje de contrastes, de religiosidad y paganismo que comenzar a leer los evangelios apócrifos que por 10 euros adquirimos en la Casa del Libro en la Gran Vía, sentados en el salón Velázquez de Iberia del aeropuerto de Madrid-Barajas, para luego abordar el A340-500 de Iberia en la cabina business, con la amplia comodidad para leer, descansar y disernir 17 días de historias con una selección de vinos muy exclusiva y una cena en tres tiempos a 37 mil pies de altura, para luego dormir en una amplia cabina-cama y despertar horas más tarde ya en América, a comprender lo que acá nos tocó de la herencia religiosa, que fue mucho.
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