Fuero, “excelente privilegio”
¬ Augusto Corro martes 19, Abr 2016Punto por punto
Augusto Corro
El fuero se convirtió en el escudo protector de políticos pillos. La idea original de ese privilegio se desvirtuó.
En el presente, el fuero político funciona como instrumento de defensa contra la justicia.
¿Para qué sirve el fuero?
Leemos que en su esencia, el fuero evita que servidores públicos de alto rango puedan ser procesados judicialmente por la comisión de un delito durante el periodo de encargo, como una garantía para la gobernabilidad del país.
Y que de acuerdo con el artículo 11 constitucional, los funcionarios protegidos por esta figura sólo pueden ser llevados ante la justicia civil mediante un proceso de “desafuero”.
Desde el Congreso de Jalisco, el diputado independiente, Pedro Kumamoto Aguilar, se pronunció por eliminar el fuero constitucional por considerar que los funcionarios lo utilizan para delinquir con impunidad.
Es una verdad cruda reconocida, pero que difícilmente progresará, porque los políticos no permitirán la cancelación de ese privilegio, que muchas veces es la auténtica tabla de salvación para evadir la prisión.
Sin duda, la idea de Kumamoto Aguilar es positiva, pero no tendrá el eco necesario para concretarla. No creo que los legisladores acepten hacerse el harakiri. Ojalá y me equivoque.
Por el momento, el diputado Luis Agustín Rodríguez Torres enfrenta una situación grave. Es acusado del probable delito de tortura y un juez local de Sonora concedió la orden de aprehensión.
Claro, la detención se podría ejecutar una vez que el Congreso de la Unión vote para decidir si se le quita o no el fuero.
El legislador Rodríguez Torres se desempeñó como secretario particular del impresentable ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías.
El diputado mencionado habría participado en la tortura a Gisela Peraza, ex empleada doméstica de la familia Padrés, para que se confesara culpable del robo de joyas y cerca de 500 mil pesos, ocurrido en la recámara del ex gobernador en la Casa de Gobierno.
Por otra parte, la diputada panista de Sinaloa, Lucero Guadalupe Sánchez López, enfrenta un proceso de desafuero.
Ella visitó en la prisión al capo Joaquín “El Chapo” Guzmán bajo el nombre ficticio de Devany Vianey Villatoro Pérez. Para tal fin utilizó documentación falsa. Le legisladora se presentó a la apertura del segundo periodo de sesiones del Congreso sinaloense, como si no tuviera cuentas con la justicia. Algún día sabremos si le funcionó el fuero o recibió alguna sanción.
COMO VIVIR EN JAUJA
En Guanajuato, un diputado gana lo que quiere. Mientras alrededor de 55 millones de mexicanos viven la pobreza, en aquella entidad, los legisladores disfrutan una cadena de beneficios, algunos insultantes. Por ejemplo, cada uno de los 36 legisladores percibe 287 mil 751 pesos 93 centavos mensuales, en promedio. ¿Y qué hacen? A lo anterior se deben agregar un sinnúmero de privilegios, como el pago de gasolina, teléfono, mobiliario, equipo de cómputo, etc.
Esa condición de holgura económica de los legisladores guanajuatenses se repite a lo largo y ancho de México en los congresos locales. Son los propios diputados los que se autorizan sus aguinaldos y sus viajes. En la Ciudad de México, los diputados siempre se encuentran a la espera de oportunidades para conseguir beneficios.
Así lo vemos ahora con la ambición de los legisladores de San Lázaro para conseguir automóviles eléctricos.
En general, los servidores públicos de alto nivel ganan salarios exorbitantes, de escándalo.
El domingo, la Arquidiócesis de México afirmó que los altos salarios de los funcionarios de los tres poderes federales y locales son un “cínico privilegio” que ofende a más de la mitad de la población. Pues sí, tiene razón la Iglesia católica, al emitir esos juicios, quizá muy atinados, pero sabemos que nadie les hace caso y por lo mismo son palabras que se lleva el viento.
DEJAR EL MAL HUMOR
El secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña, traía una carrera política activa, interesante.
Ya desempeñó los cargos titulares de Energía, Hacienda y Crédito Público, Relaciones Exteriores y Desarrollo Social.
Este último encargo lo llevó a tener un contacto directo con la población mexicana, principalmente la de escasos recursos económicos. Se entiende que ese conocimiento la pobreza lo llevaría a solidarizarse con los que menos tienen.
Algo pasó que el secretario Meade Kuribreña desconoció la realidad que vive México y declaró sin rubor sobre algunas de las “fortalezas” de México y “consideró que vale la pena que dejemos el mal humor, la crítica sin fundamento y nos demos cuenta que tenemos un gran país”.
El funcionario se encuentra en lo correcto cuando menciona que tenemos un gran país.
Sólo que en el tema de dejar el mal humor, por el momento es imposible. Son muchas aflicciones de los mexicanos para andar con la sonrisa de oreja a oreja.
Si Meade Kuribreña se plantara en la realidad no tendría lágrimas para llorar tantas penas que sufren y agobian a los mexicanos. ¿O no? ¿De qué le sirve al mencionado secretario su contacto con los pobres?