Óscar Chávez, una vida de combatir la vicisitud con música

Espectáculos martes 19, Abr 2016

• Con 81 años de edad y 50 de carrera musical, el 18 de mayo llegará al Auditorio Nacional, también en compañía de Pablo Milanés y Fernando Delgadillo
• Presentará éxitos como “Macondo”, “La niña de Guatemala”, “Perdón”, “Gracias a la vida”

Arturo Arellano

 

 

Hay personajes que no necesitan presentación alguna, más bien merecen y ameritan una introducción llena de elogios, de un gran agradecimiento por su trabajo, entrega y talento a disposición de sus seguidores, de la gente, de un país entero cuyo pueblo ha gozado no sólo de su música, sino que han combatido hombro con hombro por una nación mejor a través del arte, la congruencia y la esperanza en un futuro menos trágico para un país tan bello como lo es México: El maestro Óscar Chávez es un ejemplo claro de esta pasión, de este amor por un pueblo que merece mejores condiciones de vida, pero que también les invita a “trabajar, no quedarse en un rincón a lloriquear, debemos salir todos los días a luchar, a ofrecer lo que sabemos hacer y que sea lo mejor que se pueda, eso nos hará un mejor país”.

En entrevista con DIARIO IMAGEN, el cantante, intérprete y compositor, Óscar Chávez platicó de lo que será su próxima presentación en el Auditorio Nacional, acompañado de Pablo Milanés y Fernando Delgadillo, a celebrarse el 18 de mayo.

“Se dio el que hiciéramos este evento juntos, es algo que celebro, es muy bueno. Se supone que abre el concierto Fernando Delgadillo, después yo y cierra Pablo Milanés, cada quien hará su repertorio, que es enorme el de los tres. También voy a cantar un tema con Fernando y posiblemente dos con Pablo, saber si vamos a hacer alguna los tres juntos es algo que aún no puedo afirmar porque Pablo llega apenas para hacer el concierto, no sabemos si nos dé tiempo de prepararlo”.

Recordó que ya había compartido el escenario con estos artistas en 1984. “Es interesante porque yo canté con Pablo y Silvio en el 84, en el estadio Azul, junto a la Plaza de Toros que era del Atlante. No habíamos tenido oportunidad de cantar ya como en este evento, creo que las diferencias son claras, soy más viejo, tengo menos facultades, pero aún puedo hacer esto. Por supuesto influye todo para que las cosas cambien, el tiempo, las cosas que pasan, no somos estatuas, somos seres vivos, todo nos llega, provoca, pero es bueno porque te das cuenta que sigues vivo y con la música hay que seguir adelante”.

Con medio siglo de carrera y de manera muy humilde, modesta, Óscar Chávez compartió su visión sobre la nueva generación de compositores mexicanos “afortunadamente hay de todo y para todos, no creo que yo sea quién para juzgar, ni lo digo como juicio más bien es una opinión personal, creo que hay gente que hace las cosas muy bien, hay jóvenes ejecutantes, compositores, cantantes que van muy bien, de los que yo conozco porque hay mucho talento en México, hay calidad, puedo hablar de generaciones siguientes a la mía de personajes como Marcial que por desgracia ya se nos fue, está Rafa Mendoza, David Haro, Jaime López, hay mucha gente que hace las cosas bien”, dijo, pero negó ser una influencia “referencia sí soy por viejo (risas), pero influencia no creo tanto, quizá en el interés en hacer bien las cosas, eso sí ojalá, porque esa ha sido mi intención. Sin embargo, ya de lo otro cada quién tiene su estilo propio”.

Óscar Chávez tiene muchas virtudes, pero de entre ellas se destaca su capacidad de escribir una canción tan hermosa de amor como “Por ti”, pero también una de total protesta y hasta panfletarias como “Se vende mi país” o “La casita”, esta última una crítica absoluta al ostentoso modo de vivir que obtienen muchos a costa de robar. En ese tono aprovechó para poner el dedo en un tema preocupante “la cultura y las artes no están presentes en nuestro país de la manera que merecen, hay un descuido total de la cultura en nuestro país y eso es muy grave, no digo que total, ya sería el colmo que no se hiciera nada, pero sí es muy grave, hay una abandono terrible de este sector y cuando debería ser primordial, de primera necesidad como lo es la salud y la educación, la escuela, todo, pero la cultura siempre es relegada. Recorte de presupuestos en todos lados, la dejan al último y no debe estar al último sino a la par de otras necesidades” dijo y recalcó que la educación de los jóvenes mexicanos va en picada.

“Antes había clases no sólo de música sino de civismo, de ética, de ortografía, caligrafía, muchas materias que ahora te das cuenta de que son importantísimas, esto implica que ya los jóvenes no saben leer ni escribir, no sé si pensar, me atrevo a decir que cada vez piensan menos y eso debe cambiar”.

Ante este caos en que se sumerge el país con su gobierno, en donde no es clara la diferencia entre la izquierda y la derecha, comentó: “es crítico lo que vive México, en muchos sentidos es muy triste, lamentable, pero a pesar de todo soy optimista y pienso que las cosas pueden cambiar, el optimismo lo encuentro en la gente, en el público, en el pueblo, la ciudadanía. Nuestra labor es hacer lo que hacemos lo más generosamente posible, los que no estamos en el mercantilismo de la música que también existe a lo bestia. Y no sólo los artistas, sino todos, que lo hagas lo hagas lo mejor posible, con la más sana intención y ganas de compartir”.

Concluyó dando un consejo a quien pueda leer estas líneas “la única manera de hacer las cosas es haciéndolas, no se ha inventado otra, no se vale irse a un rincón a lloriquear, irse a llorar a los rincones, hay que trabajar”.

Óscar Chávez presentará éxitos como “Macondo”, “La niña de Guatemala”, “Perdón”, Gracias a la vida” y más el 18 de mayo en el Auditorio Nacional, junto a Pablo Milanés y Fernando Delgadillo, todo a beneficio de la fundación “Educando para la vida ORT México”.

Otra de las sorpresas que promete el concierto De poeta a poeta: Pablo Milanés, Óscar Chávez y Fernando Delgadillo es que los trovadores presentarán algunas de sus canciones más memorables con arreglos especiales, para poder interpretarlas al lado de un ensamble de cuerdas sinfónico.