La herencia árabe en España, esa historia que no gusta
¬ José Antonio López Sosa lunes 18, Abr 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Madrid, España.- Es complicado hacer generalizaciones y en un momento dado hasta irresponsable, sin embargo, hay cosas que saltan a la vista por síntomas sociales, libros y comentarios de calle que permiten tener un termómetro social de la cotidianeidad. El caso que me ocupa tiene que ver con la herencia árabe en España.
Los musulmanes dominaron prácticamente toda la península ibérica por 800 años, de pronto más o menos tierras, pero en síntesis ese fue el período en que Al-Andalus existió, dividido luego en varios califatos -entre ellos el de Córdoba- que dependían directamente del poder centralizado en Damasco, una de las ciudades vivas más antiguas del mundo. Durante esta dominación, se forjó gran parte de la España de hoy, desde arquitectura hasta el lenguaje, pasando por la cocina, la música y la vida diaria, hechos que desde mi humilde opinión no se les da la grandeza que merecen en España.
La reconquista cristiana, como le llaman a la guerra que comenzó Don Pelayo en Asturias y culminaron los reyes católicos en Granada, allá en 1492, es donde centran la hispanidad, es decir, la España actual. Yo difiero porque en esa España de hoy está el legado árabe y musulmán en la vida diaria, incluso de nuestros países latinoamericanos donde llegó con los conquistadores esa herencia cultural y lingüística.
Me da la impresión que en España se brincan esa parte de la historia, esos 800 años donde lo que quedó del viejo imperio romano, ya mezclado con los íberos, celtas, lusitanos y otras culturas ancestrales, se aquilataron con los musulmanes que dominaron por siglos. Los españoles actuales no son los hijos de Pelayo o de los reyes católicos, son resultado de esa mezcla de culturas, de esa riqueza genética que incluye en gran medida, una herencia árabe, “de los moros” como los llaman despectivamente. La reconquista cristiana es un hecho político y un fenómeno social, no el repoblamiento como pareciera si nos atenemos a ese razonamiento anti-árabe.
Decir que el español de hoy, no tiene sangre y herencia árabe, es como decir que el mexicano de hoy no tiene sangre y herencia española, así de sencillo.
Esa historia que no gusta es muy interesante, esa cultura heredada forma parte fundamental de la España de hoy, esa influencia árabe y musulmana no sólo se reduce a la arquitectura, hace de España un país distinto al resto de Europa, algo que debía hacerles sentir orgullo se observa como no queriendo en el patio trasero de la historia. España es más árabe de lo que los propios españoles creen o quieren creer.
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