GIEI, ni fu ni fa, puro bla, bla, bla
Sin categoría lunes 28, Mar 2016Como veo, doy
Jorg Palacios
- “Sospechosismo” en la actuación del equipo argentino
- Sin resultados en caso Ayotzinapa
Días antes de que iniciaran las vacaciones de Semana Santa inició una polémica en la opinión pública en torno al trabajo que viene realizando el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) a quienes el gobierno mexicano les paga como una manera de que éstos coadyuven en las investigaciones del caso Ayotzinapa, y que con su intervención se echaron por la borda los informes de la Procuraduría General de la República (PGR) que hablaban de una “verdad histórica”.
Es decir se partió de cero, pero tanto manoseo al asunto han contribuido a borrar evidencias, confundirlas y hasta cierto punto a desecharlas sin razonamientos lógicos.
La participación del equipo argentino generó muchas expectativas entre la sociedad mexicana, por un lado por tratarse de un grupo de expertas y expertos que surge del acuerdo formalizado entre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la ONU, los representantes de las víctimas de Ayotzinapa y el Estado mexicano con la finalidad de proporcionar asistencia técnica para la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos”, Guerrero, y encontrar la verdad de lo que sucedió el 26 y 27 de septiembre de 2014, y por otro porque con la cualidad de grupo independiente del gobierno se vislumbraba una investigación más a fondo, seria y con resultados rápidos.
Han pasado 18 meses del enigmático suceso y a la fecha todo sigue igual, el rechazo que este grupo dio a los informes alcanzados en la PGR han tenido eco mediático y de alguna manera hasta han contribuido a fomentar causas políticas entre los grupos llamados antisistema, pero la realidad nos dice que no hay nada nuevo, que los resultados hasta ahora mostrados por los y las argentinas parecen tener fines políticos, que más que llegar a una conclusión, pretenden alargar sus investigaciones a tiempos electorales.
Con poco más de una año en las investigaciones del GIEI, se observa que este asunto ha alcanzado un estatus de indefinición, confusión y desorientación, donde no hay nada nuevo en los resultados periciales y si muchas conjeturas que lo único que nos lleva a pensar es que están utilizando el reloj y el tiempo a su favor, primero porque quieren renovar el contrato millonario del que se niegan a desprenderse a pesar de los escasos resultados y segundo porque sus “corazones” también laten con fines políticos y ese latido les impide generar resultados prontos, por lo que pretenden alargar la ruta investigadora y en ese esquema intentar medir los impactos políticos de este penoso asunto en las elecciones presidenciales de 2018.
Eso parece y si le rascamos un poquito lo más seguro es que nuestro comentario sea atinado, porque hay un dicho que dice “piensa mal y acertarás”.
En fin, en un principio señalamos que el trabajo que realiza el GIEI ha propiciado una polémica en la opinión pública, donde hay quienes califican sus trabajos como de “expertos”, pero también hay quien señala que son puros trabajos “balines”; otros dicen que los resultados parten de premisas y diagnósticos creíbles, pero en contrario se opina que las conclusiones hasta ahora alcanzadas tienen diversos grados de “sospechosismo”, porque en lugar de aclarar el asunto lo han llevado a terrenos más oscuros y casi intransitables, algo así como un hoyo sin fondo. Pues sí, con el GIEI ni fu ni fa, puro bla, bla, bla.
Lo único cierto de todo este asunto, es que al parecer los argentinos están muy cómodos en tierras mexicanas, porque se están embolsando una módica cantidad que habla de 2 millones de dólares, y por eso su interés de seguir al frente de ese “trabajito” que les cayó del cielo y si su estadía les da para entrometerse en la vida política de nuestro país “mejor”.
Ante tan controvertible actuación de los “ches” argentinos, desde este espacio reiteramos lo que hace más de una año señalamos en torno a su trabajo:
“Lo único claro de su versión es que efectivamente no estuvieron en el lugar de los hechos a la hora de la verdad y eso habla muy mal de ellos, pues si estaban cobrando por ese servicio era su obligación estar de tiemplo completo en cada uno de los pasos de la referida investigación judicial, a lo mejor lo que les faltó decir es que ese tango mediático que están haciendo es para presionar que se les pague un servicio que hicieron mal.
Ora que si nos les pagaban, o sus servicios se hicieron sin fines de lucro, peor aún, fallaron en lo profesional y es como si sólo hubieran venido a pasear a México, y en una de esas a lo mejor así estaba planeada su bitácora.
En fin, no nos queda más que decir ¡Che! Equipo de peritos argentinos, no nos vengan con esas “boludas” conclusiones”. Y hasta ahí porque como veo, doy.