Se dispara la venta legal de armas en nuestro país
Nacional lunes 28, Mar 2016- En los últimos 15 años
En los últimos 15 años la venta de armas en el país escaló a un ritmo de venta de una pistola o rifle cada hora, con lo cual pasó de 956 vendidas en el 2001 a 10 mil 105 piezas en el 2015 (creció 9 veces).
En el balance de 15 años se vendieron, amparados en el artículo 10 constitucional, 95 mil 115 artefactos explosivos y un tercio de este arsenal (28 mil piezas) fue adquirido en los últimos tres años.
Entre los que han adquirido armas legalmente, se destaca quienes tienen dinero para hacer la contratación de una escolta que garantice su seguridad, entre quienes figuran empresarios y funcionarios, cuyas agencias de seguridad privada se han encargado de comprar las pistolas para su personal.
Es poca la gente que lo sabe, porque igualmente es poca la gente que ha leído a cabalidad el artículo 10 constitucional, donde se hace mención de la Dirección de Comercialización de Armamento de la Secretaría de la Defensa Nacional, que no sólo vende armas al mostrador, sino hasta por internet, entre las que destacan los rifles semiautomáticos calibre 0.22, modelo GSG, con un costo de 491.55 euros (9 mil 777 pesos) o las calibre 9 milímetros marca Ceska Zbrojoka modelo CZ 75 SP 01 Shadow, y cuestan mil 22 dólares (18 mil 700 pesos) o escopetas para cacería a mil 123 dólares (20 mil 500 pesos).
Con la compra de un arma (legal) a la Sedena, se tramita el permiso para protección de domicilio o protección parcelaria, aunque, tratándose de quienes las compran para cacería, deben presentar papeles de que fueron adiestrados por los clubes de tiradores deportivos y cazadores, gobiernos de los estados y empresas de seguridad privadas.
En esos rubros de compra de armas por los gobiernos de los estados y empresas de seguridad privada en el balance del 2001 al 2015, se vendieron 494 mil 785 piezas (casi medio millón).
Pero si usted adquirió un arma que procede de Estados Unidos o Europa de manera ilegal, debe acudir a la Sedena a tramitar su permiso, y en eso, el crecimiento ha sido del cien por ciento. De 2 mil 851 permisos entregados en el 2001, pasó a 6 mil 378 en 2015.
Todas estas cifras no reflejan otra cosa más que la inseguridad de la población. María Elena Morera, presidenta de la Asociación Civil “Causa Común”, sostiene que lo que más refleja la inseguridad son los secuestros y extorsiones que se dispararon en esos 15 años, tres veces más y los asaltos al transporte público, que igualmente incrementó su número.
La gente no tiene confianza en la autoridad y lo preocupante de estas cifras, que vía los trámites de transparencia tuvo que dar la Sedena, es que “se están creando islas de seguridad en un mar de inseguridad y los más ricos gozan de guardaespaldas armados y los más pobres sólo se suben a las bardas y compran sus siete candados.
María Elena Morera advierte que adquirir un arma legalmente resulta peor que no hacerlo, pues quienes la compran no tienen preparación para usarla.
Y es que no existen escuelas o centros de capacitación que te praparen para utilizar un arma de fuego. La posesión de una requiere de conocimiento para saber dispararla, darle mantenimiento y tenerla fuera del alcance de los niños y de cualquier persona que desconozca su uso.
La activista señala que lo preocupante no es la venta de la Sedena, ya que vender 10 mil armas al año pueden ser pocas, pues la cifra negra de las armas no registradas se calcula no en miles, sino en millones.
Quince millones de armas circulan en todo el país y esa cifra pudo haber aumentado después del 2012.
Las razones del incremento de las armas en el país las dio la Enc uesta Nacional de Seguridad Urbana que realizó el INEGI, en la que concluye que los mexicanos mayores de 18 años consideran que vivir en una ciudad (cualquiera que sea) es inseguro.
Dicha encuesta se levanta de manera trimestral desde septiembre del 2013, en la que el 67 por ciento de la población dice sentirse insegura, misma que se incrementó al 72 por ciento al siguiente año.
En México, se estima que hay 15 millones de armas, el 85 por ciento de las cuales son ilegales.