En la crisis por contaminación… todo falló
¬ Mario San Martí viernes 18, Mar 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- En lugar de respuestas hubo confrontaciones
La contaminación sigue en el Valle de México, donde las autoridades endurecieron las medidas como respuesta para atender la contingencia ambiental. Ya son cuatro días seguidos que la Ciudad de México registra altos grados de contaminación, según la medición que día a día reporta el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca) y los pronósticos señalan que por lo menos hasta viernes la calidad del aire pasará de malo a regular. Las acciones implementadas hasta ahora parecen ser las correctas, sin embargo, en esta situación de crisis nuestros gobernantes han dado un claro ejemplo de lo que en este tipo de contingencias no se debe hacer.
El asunto no es menor, la salud de más de 20 millones de habitantes que viven en la zona metropolitana estuvieron en riesgo por las grandes cantidades de partículas de ozono, carbono, nitrógeno y azufre, que en estos últimos días han estado en el aire que respiramos. Y mientras esto sucedía, lo primero que escuchamos en nuestras autoridades fueron dimes y diretes, datos encontrados y acusaciones.
A toda la población la contingencia nos tomó por sorpresa, pero nos llamó la atención que funcionarios federales y locales, principalmente las encargadas de atender los asuntos ambientales, también hayan sido sorprendidas por tal lamentable hecho y, lo peor, ante la crisis, se tardaron varias horas en reaccionar, a pesar de la trayectoria que registraban los Imecas.
Por el lado del gobierno capitalino, a manera de excusa, aportó cifras que hablan que el 20% de la contaminación se genera en la Ciudad de México y el resto, el 80%, tiene su origen en otras entidades que integran la Megalópolis, es decir llega del Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Morelos, como si en momentos tan difíciles lo relevante fuera evadir responsabilidades y repartir culpas.
También señalaron que la decisión de la SCJN que hizo que 600 mil coches salieran a circular a las calles fue una decisión equivocada, aun cuando el fallo del Poder Judicial contra la medida que a todas luces era discriminatoria por el simple hecho de que las autoridades no estaban sancionando a los autos que contaminaban sino el modelo del año, lo cual parece razonable. En todo caso el diagnóstico presentado por la autoridad ambiental de la ciudad no fue lo suficientemente sustentada y de ahí el revés judicial, pero en momentos de contingencia el tema principal tampoco debió ser ese, sino la atención al problema.
En el lado federal las reacciones no fueron mejores, la ligereza con que el titular del Medio Ambiente brindó al asunto inició con unas fotos que el secretario Rafael Pacchiano tuiteó con orgullo que estaba contribuyendo con su “granito de arena” en las medidas ambientales, eso a sabiendas que el cargo que ostenta requiere de grandes cubetas de arena para atender la problemática ambiental del país. El primer error.
Luego dijo que por instrucciones del Presidente de la República, la Sematnat estaba trabajando “a todo vapor” para cumplir con las instrucciones en la contingencia, lo cual nos lleva a pensar que antes o no se hacía nada al respecto o no se le daba la importancia requerida. Que lamentable.
No hay duda, las reglas básicas de atención a situaciones de crisis brillaron por su ausencia. No hubo coordinación entre autoridades; el nombramiento de un solo vocero para evitar mensajes encontrados también falló; cada una de las partes involucradas dijo su verdad y al final ni a medias verdades llegaron. Y en todo esto, la salud de todos los ciudadanos poco les importó. Fue tanta la confusión entre los responsables de atender la contingencia ambiental, que el propio Presidente tuvo que salir al paso ante la descoordinación e incomunicación entre las autoridades ambientales, y de inmediato instruyó atender la emergencia y poner en marcha nuevos mecanismos para reducir los índices de contaminación en el Valle de México. Al titular de la Semarnat le dio un plazo para establecer una norma emergente de verificación vehicular en beneficio de todos los habitantes de la Megalópolis, misma que deberá contar con las mejores tecnologías para garantizar bajas emisiones contaminantes de los autos.
También le encargó tomar medidas de fondo que garanticen un ambiente limpio y que no se ponga en riesgo la salud de los mexicanos y pidió a los gobiernos de la CDMX, Edomex, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala y Puebla ser más audaces y más determinantes contra la contaminación. Ojalá hayan tomado nota los funcionarios involucrados, porque no se vale que sólo en momentos de contingencia se pongan a trabajar “a todo vapor”.