El Frankenstein gringo
Freddy Sánchez jueves 10, Mar 2016Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Que un loco de atar ande suelto es inquietante, pero que cientos de miles de personas se regocijen de sus locuras resulta aterrador.
Y eso parece estar ocurriendo allende el Bravo con el señor Trump y sus seguidores.
De modo que un trastorno siquiátrico individual ( como el que todo indica que mueve las fibras emocionales del aludido), podría haberse convertido en el detonador de otro similar de orden colectivo.
Qué otra explicación puede uno hallar en la conducta de odio hacia los inmigrantes a los Estados Unidos que ha llevado a tanta gente en la Unión Americana a actuar como marionetas ante el discurso xenofóbico de mister Trump.
Lo cierto es que más allá de lo que se pueda pensar sobre lo que ha determinado el exponencial crecimiento de la candidatura presidencial de Donald Trump, una cosa es segura: la animadversión contra los inmigrantes sigue creciendo en territorio norteamericano.
Quiérase o no verlo, justamente, el sello anti social y descabellado de la propaganda proselitista de un personaje con ínfulas de dictador lo ha colocado a pocos pasos de la Casa Blanca.
De llegar pues a gobernar al país más poderoso del mundo, las declaradas fobias de Trump, inequívocamente representan un peligro contra los inmigrantes y los países que como México son una vía natural de acceso para los enamorados del sueño americano.
Más aún si aquel hombre sintiera el respaldo mayoritario de los norteamericanos para hacer lo que le venga en gana contra los inmigrantes, precisamente por el desprecio en aumento hacia esos congéneres entre sus conciudadanos.
Baste decir al respecto, que los grandes monstruos de la humanidad como fue el caso de Hitler, antes de llegar al poder despertaron los más bajos instintos de mucha gente dispuesta avalar ciegamente sus políticas racistas y criminales.
Así que no es exagerado temer que el señor Trump podría llegar a las presidencia de los Estados Unidos, (en caso de seguir tomando ventaja sobre sus adversarios), más que dispuesto a echar mano de los más deleznables métodos a su alcance e incluso convertirse en émulo de Hitler, justamente como lo advirtió el ex presidente mexicano Felipe Calderón.
Por ello, entonces, dentro y fuera de la Unión Americana urgen medidas precautorias contra el fenómeno Trump. Y es que cruzarse de brazos frente a la xenofobia que parece permear en el ánimo de un alto número de los simpatizantes del empresario que aspira a ser el nuevo presidente de los Estados Unidos, equivaldría a esperar que una epidemia enferme a medio mundo sin hacer nada.
El momento de actuar es ahora y antes de que sea demasiado tarde.
De modo que quienes tengan aprecio y respeto por los derechos humanos y por ningún motivo sean partidarios de políticas genocidas deben actuar oportunamente para evitar que cobre plena vida lo que a todas luces se perfila en la sucesión presidencial de los Estados Unidos como el Frankenstein gringo.