Iron Maiden le pone alto voltaje al Domo de Cobre
Espectáculos martes 8, Mar 2016- La Doncella de Hierro ofreció dos conciertos llenos de energía pura
Asael Grande
Después de tres años de ausencia, la Doncella de Hierro, integrada por Steve Harris (bajo), Dave Murray (guitarra líder y rítmica), Adrian Smith (guitarra líder y rítmica, vocalista), Bruce Dickinson (vocalista), Nicko McBrain (baterista), y Janick Gers (guitarra líder y rítmica), regresaron a la capital mexicana para ofrecer dos conciertos llenos de energía pura y alto voltaje en el Domo de Cobre, el Palacio de los Deportes.
Después de una intensa, pero ansiada espera, y de presenciar a los teloneros The Raven Age (banda formada por George Harris, hijo del bajista Steve Harris), y Anthrax (agrupación de trash metal), bandas que han sido las teloneras en la gira selectiva de Iron Maiden por nueve ciudades en la Unión Americana en las últimas semanas, se escuchó en las bocinas del Palacio de los Deportes el clásico Doctor, doctor (tema de UFO) para dar paso a los británicos de Iron Maiden, quienes ante 20 mil 600 espectadores salieron al escenario entre explosiones y pirotecnia conformado por una gran imagen de un templo de la cultura maya, todo esto como parte del The Book of Souls World Tour.
Se escucharon las primeras notas de If Eternity Should Fail y Speed of Light, temas de su reciente álbum The Book of Souls, publicado el 4 de septiembre de 2015, disco de más duración en la historia de la banda, superando a The Final Frontier. “Es grandioso estar aquí, bienvenidos a The Book of Souls, un álbum que está inspirado en una parte de la cultura mexicana”, fueron las palabras de bienvenida del vocalista, para dar paso a un clásico: Children of the Damned (del álbum The Number of the Beast), y Tears of a Clown y The Red and the Black, ambos de The book of souls.
El derroche de energía del buen y fino heavy metal de la Doncella continuó con otros dos temas clásicos, The Trooper (del disco Piece of mind), tema en la que Dickinson ondeó una bandera británica, y en la que el buen Eddie (vestido con un taparrabo consistente en una faja arrollada a una faldilla corta de cuero llamada maxtat) salió a escena para entregar a los dioses mayas su cerebro en sacrificio. Sonó después el clásico Powerslave (en la que Dickinsin portó una máscara de Blue Demon), en la que las guitarras líderes lucieron armoniosamente. Previo al Encore, sonaron Death or Glory, The Book of Souls, y las infaltables Hallowed Be Thy Name, Fear of the Dark y la homónima Iron Maiden, ésta última con un Eddie inflable en el centro del escenario, y que hizo alusión a la portada del reciente álbum de Iron Maiden.
Con el ambiente del público prendido al máximo, se escuchó a todo lo alto la legendaria introducción interpretada por Barry Clayton, narrando un fragmento del Libro del Apocalipsis (Book of Revelation), para que sonara uno de los máximos éxitos de la Doncella de Hierro: The Number of the Beast, que dio paso a la hermandad con Blood Brothers (del disco Brave new world), para finalizar con la sensacional Wasted Years, en lo que fue un majestuoso concierto de músicos extraordinarios comandados por el piloto de aviación metalero Dickinson, quienes deleitaron con un derroche de alto voltaje heavymetalero a los dioses mayas en el templo de cobre. La Doncella de Hierro se despidió del escenario entre las notas de los Monty Python: Always Look on the Bright Side of Life, para emprender su viaje a El Salvador, Costa Rica, Chile, Argentina y Brasil.