Los candidatos independientes
¬ Augusto Corro lunes 7, Mar 2016Punto por punto
Augusto Corro
Los candidatos independientes jugaron un papel importante en las elecciones recientes que le permitió ganar la gubernatura de Nuevo León.
Jaime Rodríguez El Bronco demostró que sin el apoyo de ningún partido podría alcanzar el triunfo.
El flamante mandatario nuevoleonés trae una carga de varios años como militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Esta trayectoria llevó a pensar que se trataba de un “caballo de Troya”.
Sus promesas políticas de campaña incluían aplicar la escoba contra la corrupción galopante y llevar ante la justicia a su antecesor en el cargo, Rodrigo Medina. Aún no lo hace.
Transcurrieron varios meses desde que rindió su protesta como gobernador y cada vez se ve más lejano el día en que Rodrigo Medina sea juzgado.
La falta de experiencia de El Bronco ya lo llevó a enfrentar uno de los problemas más graves en su joven administración: la matanza de 49 personas en el penal de Topo Chico.
Distraído en sus innumerables ocupaciones en busca de una posible candidatura presidencial para el 2018, al mandatario le estalló el problema en las manos.
Tuvo que sufrir las críticas de su novatez por la mortandad más cruenta ocurrida en un prisión mexicano.
SÓLO TRIUNFOS CONTADOS
Los otros candidatos independientes obtuvieron triunfos muy contados y de menor categoría.
Sólo que el mérito de esos políticos sin partido sí merecen un reconocimiento porque no es fácil actuar políticamente sin la bendición de la partidocracia.
Veremos cómo se cierra esta etapa previa de campañas electorales rumbo al próximo mes de junio, pues habrá cambios de gobernadores en 12 entidades.
Si se repite un triunfo parecido al de El Bronco, la situación tendría que pensarse y tomarse en serio.
A la fecha, no se ve en el horizonte al aspirante independiente que pudiera erigirse como triunfador.
En los estados donde ya fueron designados los candidatos partidistas se tomaron las medidas pertinentes para evitar algún susto mayúsculo.
Así pues, en las próximas elecciones no habrá sobresaltos como el registrado en Nuevo León con El Bronco, de quien se espera una actividad más intensa en el combate a la corrupción y en su tarea administrativa.
NO SON LA PANACEA
En Nuevo León, el fin de semana, el ex presidente Vicente Fox tocó el tema de los candidatos independientes para decir lo siguiente:
“Son personas de carne y hueso que son un grave riesgo y, si no obedecen a las ideologías o marcos estructurales de los partidos, pueden convertirse en la locura”.
Sin embargo, dijo que da la bienvenida a que el sistema electoral se haya abierto a los independientes, “pero hay que estar muy atentos”:
“Hago un llamado a gritos para los mexicanos de que los candidatos independientes no son la panacea (remedio o solución para cualquier tipo de problema). Claro que la declaración del ex mandatario fue irreflexiva e impulsada, seguramente, por su estado de ánimo.
Si bien es cierto que no todos los candidatos independientes resolverán los problemas de México que son múltiples y graves, pero sí debe reconocerse su interés por sacudirse la pesada carga de los partidos políticos, que viven en función de sus camarillas y cenáculos herméticamente cerrados.
LA PARTIDOCRACIA EGOÍSTA
Los partidos políticos funcionan en México con un sinnúmero de privilegios. La democracia mexicana es una de las más costosas del mundo y sus beneficios los mantienen en el poder.
Solo alcanzan a ser afectados en sus estructuras internas a causa de las luchas internas que poco a poco los destruyen.
Ejemplos claros se encuentran en Acción Nacional y en el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El Revolucionario Institucional ya tuvo la experiencia amarga de ser derrotado cuando participó en las presidenciales, con Roberto Madrazo Pintado, quien era un factor importante de divisionismo.
La lucha por el poder se centra pues, en los grandes partidos políticos, con sus cuadros inamovibles que solo responden a intereses de grupo.
Para convertirse en candidato independiente tiene que ocurrir un milagro, pues son tantos los requisitos y las trabas, que pocos tienen el ánimo de superarlos.
En esas condiciones adversas surgen los aspirantes independientes a cargos de elección popular que son rechazados por sus partidos o representan a la sociedad civil, pero tienen la idea de llegar al poder.
¿Realmente El Bronco con su triunfo les dio un susto a los partidos? Es posible, aunque más bien los puso a pensar, para que esa historia no se repita.