Reprensión papal
Freddy Sánchez jueves 11, Feb 2016Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Propios y extraños, dentro y fuera de la Iglesia católica esperan con gran expectación la visita papal.
Por un lado, los “limpios de corazón”, (lamentablemente pocos), en yuxtaposición de una mayoría pecadora promedio. La que describió y en la que se incluyó el ex presidente Felipe Calderón en alguno de sus discursos.
Y por el otro, los falsos e hipócritas con disfraz de ovejas y piel de lobos (definitivamente sucios de corazón), encaramados en altos cargos empresariales, políticos y religiosos.
Así que estos últimos no deben estar tan quitados de la pena. Más bien intranquilos, por lo que pudiera venir a decir a México el Papa Francisco. Una visita pastoral de la notoriedad del representante de Cristo en la Tierra, necesariamente obliga a tocar temas de carácter social y político. Una cuestión en la que Francisco se ha distinguido desde que asumió el cargo papal.
Su congruencia entre el decir y hacer se le reconoce ampliamente.
Y lo que ha dicho y ha hecho no es poco.
Por eso, debe esperarse que durante su visita a nuestro país, el Papa aborde con franqueza aquellos asuntos que afectan la salud pública y moral de la sociedad.
Seguramente, cuidará las formas para no verse como un personaje hostil hacia sus anfitriones, tanto institucionales como religiosos, pero difícil será que muestre indiferencia sobre cuanto hecho deba ser objeto de una crítica con su respectivo enfoque pastoral y al mismo tiempo político y social.
Qué entonces exactamente vendrá a decirnos el Papa, es la gran interrogante que hoy se formulan en diversos ámbitos nacionales.
Los momentos serán distintos en diferentes lugares para hablar fuerte y claro sobre diversos temas que en México y en otras regiones del mundo no podrían dejar de ser abordados.
La persistente pobreza extrema, la corrupción pública y privada, las deviaciones pastorales, la descomposición social, la impunidad del crimen organizado, el alejamiento de los dictados cristianos, el deterioro de la unidad familiar, la proclividad a un consumismo desaforado, entre otros.
Mucho pues es de esperarse que dirá Su Santidad en su visita a nuestro territorio.
Y los aludidos tendrán la oportunidad de recapacitar y corregir sus errores de conducta o hacer ante los exhortos del Papa lo que decía Carlos Salinas de Gortari ante sus críticos: no los veo ni los oigo.
El caso es que con motivo de la visita del Papa, seguramente se equivocan los que han pensado que todo será “miel sobre hojuelas” en sus palabras, guardando silencio ante los abusos, las arbitrariedades y los desmanes contra el prójimo en lo que suelen incurrir con frecuencia los que disponen de un poder que ejercen con descaro y prepotencia.
Pero, dejemos al tiempo lo que sucederá.
Que poco falta ya para la visita del Papa Francisco y pronto sabremos de qué tamaño y para quiénes se dará la inevitable y merecida reprensión papal.