Rechiflas para Carlos Joaquín en Quintana Roo
¬ Mario San Martí miércoles 10, Feb 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Panistas llaman “traidor” a Bueno Torio, en Veracruz
- Evaristo Hernández no se queda atrás en Tabasco
Cual corrida de toros, cuando en gradas el respetable disfruta del inicio de la fiesta brava y se levanta de sus asiento para ver, en medio del sonido de fanfarrias, el paseíllo de quienes van a participar en la faena, de la expectación pasan al desencanto al darse cuenta que los portadores de los trajes de luces no son los nombres que en carteleras se habían anunciado, de inmediato surgen las rechiflas, y la lluvia de sombreros y todo tipo de objetos vuelan por los aires contra toreros, organizadores y autoridades reunidos en la plaza taurina.
Una analogía con la corrida de toros es lo que está sucediendo al interior de los partidos políticos, los cuales con anticipación han anunciado tener a los mejores prospectos para competir en el proceso electoral que se avecina en los estados de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
Y es que cada instituto ha hecho notar al electorado que entre sus filas se encuentran los mejores candidatos, por lo que seguidores y militantes andan muy ilusionados con los nombres que han sido elegidos o con aquellos que aún están dentro de los tiempos establecidos para saltar a la contienda y con fanfarrias y loas el ambiente se va calentando, igual que en las fiestas taurinas.
Pero no todo es alegría y cordialidad al interior de los partidos, no, en algunos casos la rechifla está a todo lo que da entre la militancia por el comportamiento desleal y traicionero que han mostrado algunos de sus compañeros de partido, ya que al no verse favorecidos por las encuestas, ni tener el apoyo de dirigentes y militantes de su partido, han vuelto su mirada hacia otras organizaciones para entrar al ruedo a la fuerza al puro estilo de aquellos aficionados al espectáculo de los astados, que se meten al ruedo por locura, en busca del reflector o en completo estado de ebriedad.
Es el caso de políticos como Carlos Joaquín González, en Quintana Roo y Juan Bueno Torio, en Veracruz. Priísta de hueso colorado hasta hace unos días el primero y, el segundo, panista de toda la vida, vieron condiciones adversas para su postulación como candidatos a la gubernatura de su entidad natal, por lo que Joaquín renunció al PRI y se apresta a aparecer en las boletas electorales bajo las siglas del PRD y el PAN, en tanto que Bueno Torio renunció a una militancia de 22 años en el panismo y ahora busca ser mandatario en tierras jarochas, pero con bandera ciudadana o candidato sin partido.
Por supuesto, las rechiflas no se han hecho esperar contra estos personajes, porque es como si llegaran a una plaza de toros con el traje de luces de un color y en su paso por el túnel se cambian y llegan a al ruedo vestidos de otro color, pero con la misma idea de matar al toro, eso aunque de antemano sepan que a sus fans no les gusta el color que ahora visten.
Lo menos que dicen de ellos es que son políticos traidores, chantajistas y oportunistas. Y tal vez tengan razón quienes rechiflan esa actitud, porque hay un dicho popular que sentencia que el que traiciona una vez, traiciona dos veces. Hoy dieron la espalda a sus partidos y a todo un esquema programático y seguro harían lo mismo con sus electores en caso de ser favorecidos en las urnas del próximo 5 de junio. Eso dicen, claro primero tendrán que demostrar que saben torear, porque ponerse el traje de un color es muy diferente a pararse frente al toro. Pues si, por eso las rechiflas.
El CASO TABASCO.- En otra analogía, aunque ahora no con la fiesta brava, sino con las traiciones. Algo parecido está sucediendo en tierras tabasqueñas, pero ahora en relación con el proceso de elección extraordinaria en el municipio de Centro, donde los candidatos más competitivos están de lados de los partidos políticos del PRD, Morena y PRI.
Aquí las rechiflas de los priístas es por la reiterada traición de uno de sus militantes quién al no ser favorecido nuevamente como candidato a la alcaldía en disputa, renunció al PRI y hoy se ha sumado a la campaña del candidato del partido donde antes recibió insultos, además de ser calificado como ladrón y “vulgar ambicioso”.
Estamos hablando de Evaristo Hernández, el mismo que gracias a las siglas del PRI se ubicó en segundo lugar en la anterior elección, pero ante irregularidades registradas en el equipo ganador las autoridades electorales anularon el proceso y esté se repondrá en marzo próximo, jornada en la cual el priismo decidió postular como su candidata a la diputada federal Liliana Ivette Madrigal Méndez, quien -ante la mala administración a nivel estatal y el apoyo del PRI-PVEM, espera obtener el triunfo.
Ante la renuncia, las rechiflas no se hicieron esperar para el ex presidente municipal Evaristo Hernández, quien gobernó el referido municipio, pero que entre el priísmo pesó el estilo traidor que una y otra vez le habían perdonado. Y es que aún se le recuerda como gobernante, y no precisamente por buenos resultados, sino porque en su sucesión apoyó abiertamente al candidato del PRD, opositor a su partido.
Todavía hay quienes recuerdan el “estilito” impositor de Evaristo, que es el mismo de su padrino Andrés Manuel López Obrador. En aquel entonces todo fue sospecha y especulación de que detrás del impulso a su secretario de Gobierno, Humberto de los Santos Bertruy, estaba el conocido “Peje”. Hoy ya nadie lo duda, se confirma esa traición. Ganen o pierdan, mejor decisión no pudo haber en las filas tricolores.