Adriana Dávila, senadora precandidata
¬ José Antonio López Sosa miércoles 10, Feb 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Ayer por la mañana, quienes integramos la Academia Nacional de Periodistas en Radio y Televisión, nos reunimos con la senadora Adriana Dávila, quien manifestó su intención de ser candidata por su partido (el PAN) al gobierno de Tlaxcala.
Sin lugar a dudas resulta controvertida la actuación de Dávila con relación al tema de la trata de personas, de acuerdo a un estudio elaborado por la consultora Legispol, concluyen que la reforma aprobada en febrero de 2014 –e impulsada por la senadora Dávila—, atenta contra tratados internacionales y contra las propias víctimas, sin embargo al cuestionarle sobre el tema, la senadora asegura que se trata de una interpretación errónea, porque –afirma-, el problema de la trata tiene que ser combatido desde varios flancos y la ley evita que se abuse de las víctimas (de acuerdo a la visión de la senadora).
En la charla me sorprendieron argumentos que la senadora usó, en el sentido que el tema se ha sobredimensionado y que, los ojos del tema están en Tlaxcala mientras en otros lugares de la República la trata sigue sin que nadie ponga el dedo en el renglón, asimismo asegura que asociaciones como la que preside Rosi Orozco abusan de la compasión de los periodistas y se presentan realidades alteradas.
Debo aclarar en lo personal, que en las emisiones del programa Fórmula Confidencial en Radio Fórmula, entrevistamos tanto a Rosi Orozco como a sobrevivientes de trata, como periodista en ningún momento me ganó la compasión para compartir casos, en esa percepción se equivoca la senadora Dávila, el rigor periodístico que desde hace años rige mi trabajo radiofónico y escrito se ha mantenido en todo momento, aún en los casos más severos como resultó entrevistar a sobrevivientes de trata, evidentemente con las limitantes éticas que la misma profesión dicta para no hacer de una tragedia humana, un circo mediático. Quizás la senadora debería escuchar nuestras grabaciones para que cambie su percepción.
Señaló también, que para terminar con el problema de la trata de personas en Tlaxcala, su estado, se requiere de varios factores como dar empleos, crear un corredor industrial, mejorar los ingresos porque, el meter a todos los tratantes a la cárcel no es la solución.
Interpretando sus palabras, pareciera entonces que el delincuente no es responsable por sus delitos, sino ellos son consecuencia de la crisis económica y social, luego entonces ¿cuántos delitos se tendrían que tolerar en el país de acuerdo a este razonamiento?
No veo un compromiso de la senadora Dávila de llegar al gobierno de su estado, de erradicar el problema de la trata, sobre todo en Tenancingo.
Si bien existe en otras entidades y otros países, a ella le compete Tlaxcala y por ello la insistencia en este terrible problema, mismo que observamos con los ojos periodísticos y no de la compasión, como supone en su discurso.
Finalmente, aclaro que en este espacio no somos defensores de Rosi Orozco ni de nadie, solo de la verdad y de la libertad de expresión.
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