Día del ausente
¬ Gustavo Mora viernes 3, Sep 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
Para quienes sostienen que no tuvo chiste la ceremonia de la entrega del Informe Presidencial, hubo un cambio sustancial: se pasó del Día del Presidente, al Día del Ausente.
Lo de ayer en Palacio Nacional, como decía Arturo de Córdova: “no tuvo la menor importancia”.
Los posicionamientos de los partidos políticos era en sesión del Congreso General y ahora serán pasado mañana, en cada cámara de las que integran el Poder Legislativo. Diputados y senadores lucharán por ver quién es más radical en su tribuna, mas no en la del Congreso de la Unión, en que debió cumplirse con esa obligación y con dos días de retraso.
Precisamente cuando el PRD tenía tomada la tribuna del Congreso de la Unión, negándose a fijar su posición respecto del V Informe Presidencial, fue cuando se escuchó el coro estruendoso del : “¡entregas y te vas!” que impidió al jefe del Ejecutivo ingresar al salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro y con un berrinche marca diablo. Fox habló por la noche en las cadenas de radio y televisión y se le veía “flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”.
El secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, cumplió el encargo burocrático de entregar el documento a Francisco Ramírez Acuña y Manlio Fabio Beltrones, 50 minutos más tarde de lo programado.
No cabe duda que debe reformarse el formato del informe, para cubrir los vacíos y desaires que se vieron el miércoles pasado. Casi 150 diputados ni siquiera pasaron lista de presentes y 30 senadores, iguanas ranas. No les interesó estar presentes en el Día del Ausente.
En las curules del salón de sesiones, platicaban animadamente César Augusto Santiago con Emilio Chuayffet Chemor; Melquiades Morales con Francisco Labastida Ochoa y Rosario Green y Beatriz Paredes Rangel, que para variar llegó tarde, con Óscar Levín Coppel.
No faltaron los obligados “bufoncitos de la fiestecita”: Gerardo Fernández Noroña, Jaime Cárdenas y un tal Pedro Jiménez León. Porfirio Muñoz Ledo quiso hablar en contra de que se celebrara la sesión sin posicionamiento de los partidos políticos, pero sus tarjetas se quedaron como la cerveza de barril: ¡embotelladas!, ya que habló hasta después de que la sesión había terminado. Todos estos son ajonjolís de todos los moles y sirven lo mismo para un barrido, que para un regado.
Hubo insultos fuera de tono para el ausente, de quien se dijo perdió la elección presidencial y por eso no tiene cara para presentarse ante el Congreso de la Unión (pero Calderón tiene por lo menos dos antecedentes en que estuvo ahí: en su protesta constitucional como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y en su Primer Informe de Gobierno. Se habló en la tribuna hasta de pensar en el frescobote para quien perdió los comicios presidenciales, según la óptica de los que gritan: “es un error estar con Obrador”.
Total, que todo quedó en que habrá que modificar el formato para que el Día del Ausente se convierta nuevamente en el Día del Presidente. Y si los diputados y senadores quieren hacerle preguntas este año, lo tendrán que hacer por escrito y esperar a que el servicio de mensajería se las devuelva.
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Como se esperaba, hubo lleno hasta las azoteas en los patios y área que era de cajas de la Tesorería General de la Federación. Todos eran aplaudidores oficiales y burócratas que sacaron de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la Presidencia de la República, para que no se notaran huecos en el sillerío. Había de todo, casi menos diputados y senadores que si no pasaron lista en el Palacio Legislativo de San Lázaro el día anterior, menos iban a presentarse a la ópera bufa del Palacio Nacional. Los más aplaudidores, los sobrevivientes del gabinete presidencial, empresarios; editores de periódicos y concesionarios de la radio y la televisión; los empleados de la Cámara de Diputados y del Senado de la República; algún despistado de la Auditoría General de la Federación; los panistas que están con Calderón (no son todos); los guadalupanos; no todos los gobernadores en ejercicio y electos; “El Yunque” aunque está inconforme con la posible expulsión de Manuel Espino de las filas panistas; el infaltable Gerardo Ruiz Mateos y demás acarreados.