Y apenas inician
Ramón Zurita Sahagún viernes 5, Feb 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Dos meses (en el mejor de los casos) tendrán los candidatos de todos los partidos en contienda para convencer al electorado de que sus ofertas de campaña son las mejores para que los ciudadanos les otorguen su voto en las urnas el cinco de junio.
Lo corto de las campañas hace que el tiempo de las precampañas sea usado por unos y otros para los escarceos que marcaran esa etapa y dejar en claro el rumbo que seguirán unos y otros.
Dos cosas quedan claras: el fuego amigo que soportarán y los ataques y descalificaciones a los que recurrirán cada uno de ellos.
Atrás quedaron los tiempos en que los políticos convencían por medio de la palabra, de las ofertas de campaña (mismas que después no cumplían) y de presentar una hoja de vida más o menos congruente.
En la actualidad, la política y los candidatos son en un gran porcentaje saltimbanquis, con pasado oscuro y presa fácil de los escuchas telefónicos, de la presentación de documentos que acreditan sus excesos y de la maledicencia pública.
Por eso, las filtraciones encuentran fáciles conductos y algunas de ellas que son viles mentiras, pronto se convierten en verdades o siembran dudas entre los electores.
Uno de los estados en los que la competencia será sumamente cerrada y en la que encontrarán eco las descalificaciones y los ataques que enmarcan la guerra de lodo es Tamaulipas, una de las entidades más castigadas por el crimen organizado y donde la ineptitud del gobernador queda patente.
En Tamaulipas la guerra sucia se encuentran en plenitud, con filtraciones sobre la supuesta entrega de dinero por parte de la delincuencia al que será abanderado de la alianza conformada por Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.
Francisco Javier García Cabeza de Vaca ha sido señalado por testigos de oídas en esa faceta, lo que la propia Procuraduría General de la República negó mediante la extensión de un documento en que asegura que no hay ninguna investigación sobre ese tema.
Pero el panista aprovechó esos ataques para revirar y decir que es el priísta Baltazar Manuel Hinojosa Ochoa el que si tiene vínculos con la delincuencia organizada.
Aprovechó para restregarles a los priístas que tres de sus gobernadores han sido investigados y señalados por posibles vínculos con el crimen organizado y que uno de ellos (Tomás Yarrington) se encuentra prófugo.
La campaña le servirá a García Cabeza de Vaca para recordarles que seis años después del asesinato del entonces candidato priista al gobierno del estado, Rodolfo Torre Cantú no ha sido lo suficientemente esclarecido, con todo y que su hermano mayor, Egidio es el gobernador del estado. Y es que los ataques sin sustento de ninguna clase son el alimento de las campañas políticas, pero en el caso de Tamaulipas existen muchos elementos que contribuyen a la especulación.
Matamoros y Reynosa, se debaten en una constante lucha entre los grupos delincuenciales que sientan sus reales en esas poblaciones fronterizas.
La guerra sucia y el salpicar de lodo, son dos de las principales estrategias que se usan en las campañas electorales y hasta el momento han comprobado su eficacia, por lo que los partidos ponen especial atención en el tema.
Tamaulipas se ha significado desde hace varios lustros por ser uno de los ejemplos más representativos de la ineficacia gubernamental para combatir la violencia.
Se pone especial atención en Michoacán, Guerrero y otros estados del país en los que suceden hechos violentos masivos, pero se pierde de vista lo sucedido en Tamaulipas, donde escenas escalofriantes como la matanza de migrantes y el descubrimiento de tumbas clandestinas sacudió y conmovió al país.
Por ser una entidad fronteriza, en la que resulta punto estratégico para la entrada y salida de productos por vía terrestre, la disputa será sumamente cerrada y más por el hartazgo ciudadano con el partido gobernante, lo que ha quedado demostrado en algunos de los procesos electorales recientes.
De ahí que la guerra sucia será sumamente redituable, como lo ha sido para los partidos que han recurrido a ella y que han mostrado su eficiencia.
Ejemplo de ello son los siguientes hechos: en 2006, Arturo Zamora Jiménez era un candidato priísta fuerte, que sacaba varios puntos en las preferencias electorales al panista Emilio González Márquez, hasta que lo vincularon con el crimen organizado, lo que resulto falso, pero el resultado fue que el panista lo superó en las urnas.
Puebla mostró en 2010 la eficacia de esos ataques, ya que diversas grabaciones evidenciaban las infidelidades conyugales del gobernador priista Mario Marín, así como sus excesos en el poder, entre otras cosas y se llegó al extremo de falsificar un acta de nacimiento, en la que se asentaba que el candidato priista, Javier López Zavala, había nacido en Guatemala.
El mes pasado, Jorge Luis Preciado, panista iba arriba en las encuestas sobre el priista José Ignacio Peralta, pero unas grabaciones filtradas en las redes sociales en las que el panista pedía a su novia abortara hicieron el trabajo sucio, necesario para revertir las tendencias.
Con esos ejemplos abundan los que pretenden repetir historias similares.
AGENDA PRIÍSTA
De acuerdo con Manlio Fabio Beltrones, la dirigencia que preside cerrará filas con las bancadas del tricolor a fin de desahogar pendientes de la agenda de transformación nacional, y para enfrentar los desafíos externos.
Tendrán prioridad la iniciativa de Mando Único, la aprobación del Acuerdo Transpacífico en el Senado de la República, la legislación secundaria del Sistema Nacional Anti Corrupción y los cambios que fortalezcan las instituciones de salud y el sistema de pensiones.