Las subastas petroleras
Francisco Rodríguez jueves 4, Feb 2016Índice político
Francisco Rodríguez
Lo único que ha podido hacer el paupérrimo gerentismo zedillista —a cargo de las subastas petroleras de las rondas geográficas aberrantes— ha sido disfrazar el remate para prestanombres locales de las marcas trasnacionales. Y eso para entregarles a perpetuidad la exploración y explotación de aguas someras; todo un flan.
¿Los grandes favorecidos? Los de siempre. A la cabeza, Alberto Bailleres y Carlos Slim.
Cuando se habla de perforar en aguas profundas, simulan caras de minuto de silencio para aparentar gravedad y solemnidad en las decisiones, cuando todo mundo sabe que la trasnacional Chevron boletina, cada mes, que continúa, como hace muchísimos años, subcontratando la perforación profunda en las aguas del Golfo de México, que Pemex jamás ha intentado, ni podrá hacer en lo que resta del proceso de su liquidación.
Mentira que el petróleo fuera nuestro
Las compañías petroleras siempre han estado entre nosotros, desde antes que se firmara el Tratado de Bucareli, en 1919. Nunca han dejado de perforar en aguas someras, en campos terrestres ni en aguas profundas. Son las que tienen el know how y los complicados aparatos para hacerlo. En Pemex sólo los han visto retratados en las revistas.
Por virtud de unas campañas publicitarias y propagandísticas todoabarcantes, demoledoras y patrioteras, la población fue convencida de que el petróleo era nuestro. Nada más insensato ni mentiroso. Pemex nunca en su triste vida ha sacado una lata de petróleo crudo de las entrañas mexicanas. Toda su carísima operación administrativa ha sido llenar los formatos de subcontratación en favor de cualquier empresa gabacha.
Esa fue una de las razones de que, cuando se erigió la monumental torre de cristal y fierro en Marina Nacional, fuera bautizada de inmediato por los brokers petroleros internacionales con el afortunado remoquete de “El perro verde”. Los dueños de las empresas procesadoras llegaban, enfundados en zarakofs y botas de trabajo… y soltaban sonoras carcajadas.
Inversión en infraestructura
El perro verde. En parte por su color. En el fondo, porque nadie sabía a ciencia cierta a qué se iba a dedicar la petrolera, sino a seguir siendo la cueva de los jugosos contratos de exploración, perforación, limpia de lodos, aceites y derivados petroquímicos secundarios para fabricar plásticos y polímeros, necesarios para agigantar las ganancias de Celanese, Procter & Gamble, Palmolive , Johnson&Johnson, Mennen, etc.
Se invirtieron enormes caudales de infraestructura para la industria petrolera, petroquímica y refinadora. De esa infraestructura quedaron fierros viejos que ahora funcionan como mudos testimonios de una ineficiencia monumental y de lo que es capaz una casta de desalmados cuando se trata de destruir un país desde su base.
Hoy, sólo son la garantía, el aval hipotecario para que los gobiernos nacionales acudan, con sus bolsillos volteados y vaciados y su irrefrenable ambición, a hacer cola ante los feroces organismos financieros internacionales que, aburridos y compasivos, los someten a toda suerte de condiciones onerosas y leoninas, porque saben que Pemex es sólo la pantalla para conseguir dinero para el dispendio de las castas doradas en el fasto del poder.
México, país petrolero
Porque la quiebra financiera estructural del gobierno mexicano es conocida en todo el mundo. Hoy forma parte principal de la lista de países petroleros menesterosos, a cuyo nombre y garantía de pago, los financieros neoyorkinos consiguen fondos entre los jeques y emires más ricos de la Tierra, a los que les sobra el dinero y no saben qué hacer con él.
Aparte de los fierros viejos del petróleo, México no tiene qué ofrecer en garantía prendaria de préstamos de esa magnitud. El campo está abandonado y seco. La industria instalada no existe. La producción exportadora de cereales y alimentos está en manos ajenas a cualquier compromiso político.
La marca país, desastrada y desprestigiada. El riesgo país, necesario para acudir a los prestadores, hundido en los últimos lugares. La moneda, una quimera de tres al cuarto. La industria eléctrica, ansiosa de ser refaccionada.
Las concesiones de explotación, en términos de carreteras, vías férreas, líneas aéreas, equipamiento hidroeléctrico, energías alternativas, turismo, concentradas en manos extranjeras algunas, otras en franco proceso de extinción debido a las desbordadas ambiciones y predilecciones por los favoritos, que acabaron llevándolas a las “listas negras”.
Los beduinos impondrán condiciones
La irrefrenable tentación de entregarle a Higa la construcción del “tren bala” a Querétaro, fue la gota que derramó el vaso de la codicia. Lastimaron sentimientos muy poderosos de empresas técnicamente evaluadas entre las mejores del mundo, a cambio de las ganancias de los mentecatos de rigor.
Así que, cuando se quiere dinero fresco, prestado desde luego, a espaldas del pueblo para continuar engañándolo y hacer como que trabaja, tiene que usar al pobre espantajo de Pemex para conseguirlo en mercados secundarios, más caros y leoninos. Ahora vendrá de los Emiratos Árabes, a través de otra versión, más onerosa que los Tratados de Bucareli.
Porque, seguramente, los beduinos impondrán otras condiciones todavía más ventajosas, ¿no cree usted? Y nos tratarán cómo al perro del mal. Porque nos harán ver como sus desleales competidores, mientras ellos harán sus arreglos cupulares en la Casa Blanca o en los clubes de Houston, con los petroleros de verdad, que conocen de cerca al “perro verde”. Es lógico y terriblemente vergonzoso.
Fracasó su plan
Se decía, todavía hace algunos años, que cómo íbamos a encontrar un nuevo tipo de organización política que llenara los espacios del rebasado corporativismo o del fracasado neoliberalismo…
… que contribuyera al desarrollo social, que impulsara el proceso democratizador y que diera estabilidad y continuidad al sistema político… o si esperábamos, cruzados de brazos la imposición de un nuevo protectorado… ¡Brincos dieran!
¿Y los que querían anexarse a los estadunidenses? Se quedarán como el perro de las dos tortas. No tienen ni las canicas, ni la cara para siquiera ser considerados como candidatos a obtener un Protectorado de segundo o tercer talón.
¿Quién en su sano juicio, por Dios, va a quererse echar a cuestas a un grupo de desalmados que quieren ser mantenidos a perpetuidad, endeudados hasta la garganta con medio mundo, pero que no responden si su propensión a la traición los rebasa?
Vuelve a repetirse la fábula de la ranita y el escorpión, ¡pero ahora a lo bestia!
Índice Flamígero: El Pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) acordó interponer ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una acción de inconstitucionalidad contra el artículo 23 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos que establece: “La información o datos sobre el funcionamiento de las operaciones, instalaciones, actividades, movimientos del personal o vehículos de asignatarios, contratistas o permisionarios que se vinculen con las actividades previstas en el párrafo séptimo del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, será considerada información de Seguridad Nacional en términos de la Ley en la materia. Lo anterior, sin perjuicio de las obligaciones establecidas en la legislación aplicable en materia de transparencia y acceso a la información pública”. Al presentar su posicionamiento, la comisionada Areli Cano Guadiana propuso impugnar también el artículo 22 de la referida ley, y señaló que el texto del artículo 23 impone una reserva a la información en automático y ex ante. Aporta “elementos que pueden constituir una oportunidad para la tentación de dar opacidad a las operaciones del sector, lo que constituiría un franco retroceso en materia de acceso a la información”.
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